Always and Forever

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Visita de Aider a Viana

Niklaus estaba aparcado en la entrada de la casa de Aider puntualmente.

Observó cómo la joven salía de la casa, cerraba la puerta, y corría hacia el coche, haciendo que su pelo ondulado se alborotara de forma natural.

- Hola, Nick - le saludó ella, depositando un rápido beso en su mejilla para después acomodarse en el asiento delantero.

Él sonrió inconscientemente, como siempre lo hacía cuando le llamaba por ese apodo. Le gustaba que lo hiciera ; le parecía que de alguna forma era un trato especial que se daba solo entre ellos dos, y eso le agradaba.

Rió al verla sonrojada, y casi pudo oírla pensar "No debí de hacer eso, fue bastante impulsivo".

- No me molesta, amor - le dijo para tranquilizarla, pero solo hizo que se pusiera aún más roja. Así que decidió cambiar de tema para no incomodarla - ¿ Qué tal con tu madre ? ¿ Lo sabía ?

- ¿ Que yo soy una Oscura, y que mi padre también lo era ?- suspiró enseñándole el anillo que se seguía poniendo por precaución - Sí, fue ella quien me llevó a que me hicieran esto.

- ¿ Y cómo te sientes al respecto ? - preguntó apenas echándole un vistazo a la carretera.

- Bueno... Por una parte, me duele que me lo haya estado ocultando tanto tiempo. Por otro, sé que lo hacía para protegerme.

- Así que no estás enfadada con ella - concluyó Niklaus.

- Enfadada no. Molesta, sí- se encogió de hombros.

Klaus la observó durante varios minutos.

- Eres demasiado buena - dijo al fin.

Aider lo miró con una pequeña sonrisa.

- Todo el mundo merece segundas oportunidades.

El Original pensaba de otra forma, pero no replicó y se bajó del coche.

Al ver que la chica no se dirigía hacia la entrada de la mansión, la siguió con el ceño fruncido.

Aider se sentó en el jardín, encima del césped mojado. Niklaus rodó los ojos y la imitó, colocándose a su lado de forma que sus brazos se rozaban.

- ¿ Qué hacemos aquí, amor ?

Aider le miró de reojo, y suspiró apoyando la cabeza en su hombro.

- Esta mañana estaba de mal humor...

- Lo sé. ¿ Vas a contarme porqué ? - preguntó él, sorprendido. El híbrido no estaba acostumbrado a escuchar las penas de nadie. Pero sí quería saber cuales eran las de la joven bruja.

- Es estúpido. Sé lo que hizo, sé que intenté vengarme por la muerte de mi padre... - comenzó con la voz temblorosa, y el menor de los Mikaeson supo que se refería a Kol.

- Pero... - la animó a continuar.

- Pero a pesar de todo, le echo de menos.

El silencio reinó durante unos eternos segundos, hasta que el Original intervino.

- Tengo que darte la razón, amor. Es algo estúpido.

Aider soltó una carcajada, divertida por su conclusión.

- ¿ Crees que podrás perdonarle algún día ?

La chica se lo pensó durante un largo rato, y antes de responder, se protegió del frío, acercándose todavía más a Nick, que ya le rodeaba los hombros con su brazo.

- Creo que sí. Solo necesito tiempo.