Always and Forever

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Algo me presiona la cintura, impidiéndome moverme con total libertad.

Sigo el fuerte brazo que me rodea, y me giro como puedo para ver al hombre que duerme a mi lado.

No puedo evitar mostrar una pequeña sonrisa al verle.

Las facciones del rostro de Elijah están completamente relajadas. Mi mirada se desliza disimuladamente hacia abajo, disfrutando de la vista de su cuerpo sin camiseta.

- Aprovecharse de alguien que está dormido está mal - susurra adormilado, abriendo los ojos.

Un leve rubor tiñe mi rostro al ser descubierta, y él sonríe divertido.

- ¿ Has dormido bien ? - pregunta preocupado, acariciando suavemente mi mejilla.

- Mejor de lo que pensaba - confirmo con un escalofrío provocado por las sensaciones que despiertan sus dedos deslizándose por mi piel.

Nuestra mirada se mantiene más de lo que debería, pero no es incómodo.

Decido no romper el silencio, con temor de que este momento sea solo un frágil sueño a punto de desvanecerse.

Sin embargo, alguien decide interrumpirlo por mi.

- ¡ Elijah ! - grita Klaus furioso entrando bruscamente en la habitación.

Su mano deja de acariciar mi rostro, y el hermano mayor se levanta rápidamente.

- Niklaus - dice con calma, alzando las manos en son de paz - No es lo que parece.

Él señala la falta de ropa sarcásticamente.

- Ya lo veo.

No sé cómo lo hace, pero de un momento a otro Klaus tiene agarrado por el cuello a su hermano, alzándolo contra la pared.

- ¡ Nick ! - grito asustada por el enfrentamiento. Esto no parece una simple riña de hermanos.

- Te dije que no volvería a pasar, Elijah - espeta con ira.

- La historia no deja de repetirse, hermano - contesta con una tranquilidad asombrosa, invirtiendo los roles. Ahora es Klaus el que está con las manos al cuello (literalmente).

- No entiendo tu asquerosa obsesión por enamorarte de las mujeres que me gustan - escupe el rubio, y por un momento parece que no estoy aquí.

Espera... ¿ Todo esto es por una chica ? ¿ Porque están enamorados de la misma chica ?

Una punzada de celos recorre mi organismo, pero mi preocupación pasa a ser otra cuando los dos empiezan a pegarse a una velocidad sobrenatural, convirtiendo y desconvirtiéndose en borrones y manchas.

- Ve a buscar a Bekah, Aider - ordena el mayor de los Mikaelson, y yo corro a por ella.

Cuando la encuentro y volvemos a la habitación, ya solo hay una persona, y es Elijah, que se está tocando el cuello con una mueca de dolor.

- ¡ Elijah ! - exclama Rebekah sorprendida, entrando en el cuarto - ¿ Qué ha pasado ? ¿ Dónde está Niklaus ?

- Nuestro hermano se ha decidido tomar unos días de vacaciones... y nos ha dejado un regalito - responde él, y con un suspiro, retira la mano de su cuello.

Suelto una exclamación consternada al ver la marca que se extiende por su piel. ¿ Eso lo ha hecho Nick ? Tiene forma de... de un mordisco.

Mis pies trastablillean y Rebekah consigue agarrarme antes de que caiga al suelo.

Entonces, empiezo a unir las piezas del puzle.

Supervelocidad.
Eso explica por qué siempre van y vienen tan rápido.

Fuerza.
Elijah me cargó durante veinte minutos sin esfuerzo alguno una vez que me desmayé.

Regeneración.
Los huesos de Kol se volvieron a juntar cuando intenté matarle. De ahí que no tuviera necesidad de volver al hospital.

No tienen necesidad de respirar.
Por eso aguantaron todos tanto aquel día en la piscina.

No son humanos...
¿ Cuántos ases más tendrán ocultos bajo la manga ?

- ¿ Q-qué sois ? - pregunto asustada, retrocediendo lentamente.

Rebekah mira a Elijah, que asiente levemente con la cabeza, y dice con cautela :

- Somos vampiros, Aider. Vampiros Originales. Los primeros de la historia.