Always and Forever

48

Esta tarde del mes de junio es especialmente calurosa, y la ropa se me pega a la piel.

Me despierto en mi cuarto en la casa de los Mikaelson.
He decidido calificarlo como "mío" porque últimamente duermo más aquí que en mi propia casa.

Mamá no me vigila tanto como antes, ahora que ya sé lo que soy y puedo defenderme, así que no hay problema con ello.

Me estiro en la cama, alzando los brazos hacia arriba con un bostezo. Después los dejo caer, y entonces me doy cuenta de que no soy la única persona que está en ella.

Está echado sobre la parte baja del colchón, inclinado hacia delante sobre la silla, y con la cabeza oculta entre sus brazos en forma de cruz.

Tiene el cabello de color cataño oscuro, y va vestido con un traje azul.

- ¿ Elijah ? - pregunto sorprendida saliendo de la cama y sacudiéndolo suavemente.

El mayor de los Mikaelson alza la cabeza bruscamente, y mira a su alrededor, desconcertado.

Entonces me ve, y su mirada se serena y adopta la misma expresión tan difícil de descifrar de siempre.

Esa es una de las pocas cosas que me molesta de él ; Nunca sé lo que está pensando.

- Buenos días, Aider - saluda con la voz ronca, ajustándose la corbata- Disculpa haberme quedado aquí, no era mi intención. Debí quedarme dormido.

- No te preocupes, Elijah - respondo amablemente con una sonrisa, poniendo una mano sobre du hombro - Tienes que dejar de hablarme con tanta formalidad, no es como si no te conociera.

Justo en ese momento, la puerta de la habitación se abre de golpe, haciendo un ruido que hace que mi corazón dé un vuelco en mi pecho.

Y así, de repente, Elijah ya no se encuentra a mi lado, sino empotrado en la pared por los brazos de Klaus.

- ¡ Nick ! - exclamo alarmada acercándome y mirando preocupado a su hermano, que le devuelve una mirada impasible.

- Buenos días, Niklaus - saluda seriamente, con un toque de ironía que casi me hace reír.

El hermano menor se acerca lentamente a su rostro, advirtiendo con furia contenida :

- La próxima vez no lo dejaré así.No va a volver a pasar como con las anteriores.

Dicho esto, Klaus le suelta, me lanza una mirada que no sé cómo tomarme, y desaparece.

- ¿ A qué se refería con eso ? - pregunto confundida, acercándome a Elijah y asegurándome de que se encuentra bien.

- Niklaus y yo siempre nos hemos enamorado de la misma chica- explica encogiéndose de hombros, y yo me pongo roja - Creo que teme que eso vuelva a ocurrir.

Desplazo mi mirada hacia el suelo. Las palabras de Elijah implican una cosa... ¿ Le gusto a Klaus ? ¿ Y le gusto a él ?

Elijah me lanza una mirada, y yo se la devuelvo con toda la seguridad que puedo.

- ¿ Qué ? - pregunto, aún sonrojada.

- Nada - suspira - Nada.

Y de nuevo, con esa expresión innacesible, sale de la habitación, dejándome sola con mis intuiciones.

En ese sentido, el hermano mayor es todo lo contrario a mi. Yo soy bastante transparente. Los demás saben lo que estoy pensando antes incluso que yo misma.