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Al tercer día Klaus regresa.

Rebekah me está explicando las alucinaciones de Elijah cuando la puerta de la entrada se abre.

Ella llega allí a velocidad vampírica, yo hago uso de mis dones humanos y corro hacia el vestíbulo.

- Hasta que el gran Niklaus Mikaelson se digna a aparecer- comenta Bekah con burla.

Klaus rueda los ojos, y pregunta fastidiado :

- ¿ Dónde está ?

- En su habitación - contesta la rubia antes de subir rápidamente.

Tras agarrarme, Nick y yo aparecemos a su lado en el dormitorio del hermano mayor.

Me aparto bruscamente de Klaus, y él me mira con el ceńo fruncido. Decido no decir nada, por el momento. Ya hablaré con él luego.

Elijah está en algún punto entre la vida y la muerte (más cerca de ésta última) y no nota nuestra presencia.

- ¿ A qué esperas para curarle ? - masculla la Original de brazos cruzados.

Nick la fulmina con la mirada, pero la obedece. Se muerde a sí mismo, y coloca su muñeca sobre la boca de su hermano.

Al principio no pasa nada, pero después las manos de Elijah se aferran al brazo del híbrido para beber con más ansia.

Klaus se aparta cuando es suficiente, y el mayor de los Mikaelson se incorpora con un suspiro, sonriendo.

- Mucho mejor.

Suelto una risa inconscientemente, y llevada por la alegría me lanzo hacia adelante y lo abrazo con fuerza.

- Gracias a dios que estás bien- susurro aliviada.

Esa expresión me hace replantearme mi creencia sobre el cristianismo. Según Rebekah me ha explicado estos días, cuando un Inmortal muere, pasa "al otro lado". Una especie de... infierno-purgatorio.

Me separo cuando veo que ha pasado demasiado tiempo, y dejando a Rebekah con su hermano, le hago una seńa a Nick para que me acompañe afuera. Es hora de aclarar las cosas.

Always and ForeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora