He estado posponiendo volver a casa durante demasiado tiempo.Me he dicho a mí misma que ha sido por necesidad, que tenía que aprender a controlar mi magia, que debía proteger a mis amigos.
Pero la verdad, es que aún me cuesta mirar a la cara a mi propia madre.
Me ha mentido toda su vida, y aunque entiendo porqué, me sigue resultando difícil conversar con ella.Pero ya es hora de que las cosas vuelvan a ser como antes.
Debe de haber habido una fuerte ventisca esta noche, porque las macetas de flores a ambos lados de la entrada se han caído.
Me acerco para volver a colocarlas en su sitio, y me vuelvo a dirigir hacia la puerta.
Estoy a punto de colocar la mano en el pomo, cuando distingo una mancha sobre él de color roja.
Frunzo el ceño intentando identificarla.
Es... ¿ Sangre ?
Con un mal presentimiento, aporreo la puerta con los puños, esperando a que mi madre abra.
- ¿ Mamá ? - Vuelvo a tocar mientras que llamo. Espero que no le haya pasado algo y esté en el hospital.
Cansada de esperar, abro el cerrojo con magia.
Entro en el vestíbulo, y algo cruje bajo mis pies.
Levanto el zapato, y veo que son pequeños trozos de cristal. Pertenecen al jarrón que papá le regaló a mi madre por sus veinte años de casados.
Viana nunca hubiera dejado que eso se rompiera. Y si fuera así, ya se encontraría recostruyéndolo.- ¿ Mamá ? - pregunto preocupada, buscando por la casa.
Excepto ese jarrón roto, las demás habitaciones permanecen intactas.
Entro en mi cuarto confundida, y con un suspiro me siento en la cama sobre la colcha. Que raro.
La llamo al móvil, pero me responde con el maldito "este teléfono está apagado o fuera de covertura".
Ruedo los ojos, y me levanto para coger algo de ropa del armario. Llevo varios días utilizando las mismas dos mudas, los Mikaelson van a pensar que no tengo otra ropa que ponerme.
Suelto un grito cuando al abrir la puerta algo se cae sobre mi, y me tira al suelo.
Noto que algo pegajoso y líquido se adhiere a mi piel. Entonces me doy cuenta de lo que está pasando. Es sangre. Y lo que tengo encima de mi es un cuerpo.
Grito horrorizada y me levanto bruscamente.
El cuerpo da un golpe y queda tendido sobre el suelo.
Sus ojos están abiertos de par en par, y la boca, en una mueca de terror. Tiene que haber una brecha en alguna parte de su cabeza, y hay otro tajo que cruza su garganta.
Y es... es ella.
Ahogo una exclamación escandalizada con mis manos. Mis rodillas ceden y caigo al suelo con brusquedad.
- Dios mío, dios mío - mis ojos se anegan de lágrimas rápidamente al ver la sangrienta escena.
Ni siquiera puedo acercarme para verla, no soy capaz ni de tocarle la mano.
No sé cuanto tiempo paso en estado de shock, sin despegar la mirada de mi madre, abrazada a mis rodillas.
Cuando por fin puedo moverme, llevo mi mano al bolsillo y marco el primer número que se me viene a la memoria.
- ¿ Aider ? Rebekah me acaba de preguntar si vendrás a casa a cenar.
No puedo procesar lo que me dice. Mi voz sale en forma de susurro, temblorosa, rota.
- ¿ Elijah ? Ven a mi casa. Por favor, por favor, no tardes.
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Always and Forever
Fanfiction#40 en Vampiros 15.11.16 Desde el principio de los tiempos, el ser humano siempre ha intentado explicar lo sobrenatural. Algunos lo llaman mitología. Otros, milagros. Fe. Lo que muchos ignoran, es que la mayoría de los mitos urbanos son ciertos. Vam...