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- Apártate de mi camino.

Esta es la primera vez que escucho una conversación entre los dos Mikaelson desde hace dos días. Si es que se puede llamar conversación, claro.

- ¿ A dónde vas, Niklaus ? - pregunta Elijah, viéndolo bajar al vestíbulo con una maleta en la mano.

Éste no se detiene, ni se vuelve cuando le espeta :

- No tengo que darte explicaciones de mis salidas, hermano.

Elijah lo mira fijamente, sospechando que el híbrido va a tomarse unas "merecidas" vacaciones.

- Nada de lo que puedas encontrar ahí fuera puede ser mejor que lo que dejarías atrás.

Klaus aprieta los dientes y opta por callar. Ni Rebekah ni yo añadimos nada. Las reflexivas palabras de Elijah nos han dejado sin ganas de hablar. Él, al contrario que su hermano, no dice las cosas tal y como las piensa sin detenerse a considerar las consecuencias. Todo está perfectamente medido y calculado.

Niklaus vuelve al piso de arriba a por una mochila, su equipaje de mano, supongo. Sin despedirse, nos echa una mirada y sale al jardín.

- No entiendo cómo puedes tener esa bufanda con tanto calor, Aider - comenta Elijah quitándose la chaqueta.

Rebekah y yo cruzamos una mirada significativa. Las cosas acaban de ponerse relativamente tranquilas, y no hay necesidas de volver a enturbiar las aguas.

- Más calor que ayer, pero menos que mañana - sonríe Bekah forzadamente.

Elijah frunce el ceño, y sé que no se lo ha tragado. Es listo, es difícil engañarle.

Se acerca rápidamente, y de un tirón se deshace de mi bufanda, que desentona un poco con mi ropa de manga corta.

- Qué diablos... - exclama sorprendido pasando sus dedos con delicadeza sobre la marca de los colmillos en mi cuello.

Un escalofrío placentero recorre mi cuerpo, pero lo olvido cuando Elijah desaparece y al siguiente segundo el cuerpo de Klaus sale volando y atraviesa la vidriera de la cocina.

- ¡ Nick ! - exclamo entre preocupada y desconcertada, corriendo a ayudarle.

Rebekah me agarra con fuerza del brazo, y yo la miro molesta.
Ella me hace un gesto con la cabeza, y vuelvo a mirar la escena.

El mayor de los Mikaelson tiene agarrado por la remera al híbrido, y parece estar bastante cabreado.

- ¿¡ La mordiste ?!

- ¿ Qué ? - pregunta Niklaus con una mueca, preguntándose el por qué del enfrentamiento.

- ¡ Mordiste a Aider !

El Original me echa un vistazo, viendo mi cuello.

- No, hermano- sonríe sin diversión - Eso lo hiciste tu solito.

Elijah suelta a Klaus, y confundido, se gira para mirarme.

- Es cierto.

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