Always and Forever

21

Aquel día, a todos los trabajadores de mi mismo turno nos habían dado tiempo libre.

Pero Lizzy y yo amábamos tanto el Grill que no nos alejamos de él aunque no tuviéramos que hacer de camareras.

Quedamos para comer, esta vez como clientes.

Nos sentamos a una mesa, y charlamos un buen rato.

Aprovechando que Matt pasaba a nuestro lado, Lizzy puso voz de vieja criticona y se quejó :

- Ya llevamos aquí diez minutos y siguen sin entendernos. Vaya personal tienen contratado.

- Cierto - la imité - En mis tiempos, no pasaba esto.

Donovan se detuvo, y vi cómo sus hombros se elevaban hacia arriba,probablemente al tomar aire para mantener la calma.

- Disculpen señoras pero... - se excusó volviendose hacia nosotras, algo cabreado.

Es entonces cuando nos vió, las dos muertas de risa.

Se quedó mirándonos con cara de sorprendido, y eso terminó haciendo que soltáramos las carcajadas que tanto nos había costado guardar.

Matt enrojeció un poco, y se unió a nuestras risas.

- Anda, Donovan, traénos dos menús del 10 cuando puedas- le sonreí divertida.

- Sí, no hay prisa - le guiñó un ojo Lizzy, y él rodó los ojos sonriendo.

- Tengo que contarte algo - le dije en cuanto Matt se fue a hacer los pedidos.

Lizzy me miró con curiosidad, y se inclinó sobre la mesa para estar más cerca de mi.

- ¿ El qué ?

- ¿ Recuerdas al señor Mikaelson ? - le pregunté casualemente, y ella asintió de inmediato - Pues resulta que es el hermano de una amiga y...

- ¿ Y ? - preguntó impaciente, como adivinando lo que se avecinaba.

- Me invitó a salir.

Las dos nos miramos por largo rato. Buscamos las manos de la otra, las apretamos, y gritamos a la vez como un par de adolescentes con las hormonas por las nubes, emocionadas.

Lizzy no es exactamente una amiga, al menos no como Rebekah, pero sentía que tenía que contárselo a alguien.

De todas formas, tenemos mucha confianza, y siento que me he quitado un peso de encima.

Nunca me gustó tener secretos, ocultar algo.La vida es más sencilla sin ellos de por medio.