45

3K 254 11
                                    


Encuentro con Bonnie Bennet

Estaba saliendo del parque, mascullando porqué la gente tenía que ser siempre tan cotilla.

Lo único que ella quería era practicar un poco de magia tranquilamente.

Mystic Falls estaba lleno de Inmortales, y ahora que ella era bruja, tenía que practicar mucho, y rápido, si quería mantenerse a salvo.

Se detuvo bruscamente, al sentir un inmenso poder que triplicaba por mil veces el suyo (y eso que ella era descendiente de la gran Qetsiya).

Lentamente, sabiendo que no era una simple coincidencia, se giró, y vio a la chica que antes se le había acercado jugueteando con un anillo de plata entre sus manos.

- ¿ Has oído alguna vez sobre los anillos de bloqueo ? - sonrió de una forma que le recordó a Niklaus Mikaelson, causándole escalofríos- Sólo quiero hablar contigo, de bruja a bruja.

Intuyendo que era una trampa, echó a correr sin pensárselo más, y mientras lo hacía, envió un mensaje a Elena. Con suerte, estaría con los Salvatore.

Mensaje :
S.O.S, bruja poderosa me persigue. Avenida Far East, venid rápido.

La extraña que la seguía la llamó a gritos, pidiéndole que se detuviera, intentando convencerla de que solo quería charlar.

La desconocida corría rápido, y Bonnie rezó para que sus amigos no tardaran más de lo esperado.

Aider resopló, sin detenerse. Ella solo tenía curiosidad por conocer a otras brujas. Otras chicas como ella.

Alguien la embistió por la izquierda, o eso supuso, porque no lo vio venir. En dos segundos estaba tumbada en el suelo de la acera, con un cuerpo atrapando el suyo.

Sus latidos se aceleraron, pero por la impresión, no por el miedo. Sabía que tenía suficiente poder como para poder acabar con cualquiera.

- ¿ Estás bien, Bonnie ? - escuchó de fondo, y desvió su mirada a las dos chicas que entablaban conversación.

- ¿ Por qué la perseguías ? - preguntó el chico con el pelo castaño, haciendo una seña al otro para que la levantase del suelo.

- Ya se lo dije a ella - espetó Aider dirigiéndole una mirada asesina a la bruja Bennet- Pero pareció no hacerme caso.
Y ahora, Demon Salvatore, será mejor que me sueltes el cuello.

- ¿ O qué ? - se burló él acercándose para susurrar en su oreja - ¿ Qué me vas a hacer, brujita ?

Hay dos cosas en la vida que Aider no soportaba. Una, es que se mofaran de ella frente a otras personas. Y la otra es que la subestimaran.

Chasqueó la lengua, y los huesos de la mano de Demon se partieron hacia arriba con un doloroso crujido, y no tuvo más remedio que soltarla.

Aider no se detuvo ahí, sino que siguió partiéndole huesos hasta que el mayor de los hermanos acabó gritando en el suelo. En ese momento algo se le vino a la memoria. Cuando ella atacó a Kol le partió los huesos... pero se trasladó de ciudad sin pasar por el hospital.

-¡ Para ! - gritó Elena con los ojos llorosos, arrodillándose junto a él.

Aider la miró visiblemente sorprendida. Siempre pensó que ella se preocuparía más por Stefan.

Porque sí, el pequeño Salvatore había intentado acercarse a ella para ayudar a su hermanl y se había ganado otro par de huesos rotos.

Bonnie intentó defenderles, pronunciando hechizos de ataque y protección, pero nada funcionaba.

Elena miró a su alrededor, dispuesta a pedir ayuda. Pero los transeúntes se encontraban todos paralizados a lo largo de la calle, como meras estátuas de cera.

- ¿ Cómo... - acertó a preguntar, desconcertada.

- Una bruja normal no puede hacer eso- frunció el ceño la descendiente de Qetsiya- Además, no te he visto hacer ningún hechizo.

Aider sonrió ampliamente, con aires de superioridad.

- Es que no soy una bruja cualquiera, Bennet. Soy una Oscura - explicó con orgullo.

Elena la miró confundida.

- Controla la magia a voluntad- le contó mirando a Aider con los ojos como platos- Es capaz de hacer cualquier cosa.

- ¿ Incluso vencer a un Mikaelson ? - preguntó Damon, mirando sus manos con una mueca de dolor.

- Incluso eso.

Los cuatro amigos se miraron entre sí, esperanzados. Si conseguían la ayuda de la bruja, podrían matar a Klaus y Elena no correría riesgo de convertirse en su banco de sangre fabrica-híbridos personal.

- Me temo que en eso no puedo ayudaros - negó Aider, sintiendo como su sangre hervía de furia en sus venas.

- Esa familia está llena de monstruos- dijo Stefan- Necesitamos que acabes con el más pequeño y peligroso de ellos. Niklaus.

Aider sintió el deseo de matarles allí mismo delante de toda la gente.

- Si intentais hacerle algo - se acercó con una mirada amenazante que a todos les provocó escalofríos.

- ¿ Nos matarás ? - reaccionó Demon tratando de bromear, pero pareció más asustado que otra cosa.

- No - negó Aider con una sonrisa macabra - Os torturaré.

La Oscura sintió que una sensación nueva recorría su cuerpo, y tuvo repentinas ganas de hacerles sufrir durante horas.

Nadie, nadie, iba a meterse con aquella familia. No sabía por qué diablos tenían tantos enemigos, pero no iba a permitir que ninguno de ellos les causaran problemas.

Sabiendo que estaba a punto de perder el control, liberó a los ciudadanos para que pudieran seguir moviéndose y se alejó apretando los dientes.

Always and ForeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora