Always and Forever

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Finales de junio

Niklaus evitó a Aider durante toda una semana.

Para mantener su mente ocupada y no tener que aceptar el simple hecho de que ella le gustaba más que como una amiga, volvió a su plan de crear más híbridos.

Para ello, necesitaba un ingrediente básico ; la sangre de una doppleganger.
Y Elena Gilbert era la única opción.

A pesar de que Aider le había pedido que no hiciera nada, que si no causarían una disputa contra los Salvatore y la bruja Bennet, decidió no hacerle caso. ¿ Desde cuando el Original formaba sus planes a partir de la opinión de otros ? No iba a dejar que los estúpidos sentimientos que amenazaban con salir cambiaran eso.Tenía que seguir siendo él mismo.

Aider, por otro lado, vagaba por la casa mascullando insultos hacia Klaus. Un día había descubierto que había una mínima posibilidad de que ella le gustase y al otro se limitaba a ignorarla. Estaba realmente confusa.

- Creo que ahora me odia - suspiró pesadamente, dejándose caer en el sofá al lado de Rebekah.

- ¿ Niklaus ? Es así con todo el mundo, normalmente. Contigo suele hacer varias excepciones. Le caes bien, si no, lo sabrías.

- ¿ Qué habría hecho si le cayera mal ?

- Pues no sé... ¿ Te imaginas la sonrisa de un tiburón antes de darle un mordisco a su presa ?

Aider sonrió. Nick mostraba muchas veces ese tipo de sonrisas, pero debía admitir que lejos de causarle escalofríos, le gustaba cómo le sentaban.

- Entonces, según tú, no debo preocuparme.

- No, pero ten cuidado. Vuelvo a repetírtelo, Aider. No somos una familia normal. No te tomes demasiadas confianzas con él.

- ¿ Por qué ? - pregunto, harta de que incluso los Mikaelson me digan lo mismo.

- Si tiene que hacerte daño, lo hará sin miramientos. Recuérdalo.