Me pongo uno de los vestidos de verano que tengo en el armario.Es azul eléctrico, con un solo tirante adornado con pequeños diamantitos.
Escojo unas sandalias con algo de tacón (recalco una vez más mi baja estatura) y sin maquillarme, me despido de mamá y tomo el bus hacia casa de los Mikaelson.
Escucho un par de halagos cuando bajo en la parada, y eso hace que me ponga más colorada que un tomate.
Desde luego, con la frecuencia con la que me sonrojo, no me hace falta ponerme colorete.
Cuando llego a la casa, sé que algo no va bien.
Hay coches aparcados por toda la entrada, luces adornando el jardín y la música se escucha desde fuera.
Abro la puerta lentamente, como en una peli de miedo, y me encuentro con lo que me esperaba. Maldita Rebekah.
La busco por todo el salón principal (que es más grande que mi propia casa) hasta que doy con ella en la barra, al lado de sus dos hermanos.
Me acerco fulminándola con la mirada, pero ella se escaquea con una sonrisilla.
- Ha hecho bien en huir - mascullo, llegando hasta ellos.
- Deberías de bailar con tu enamorado, amor, no desaproveches la oportunidad- dice Niklaus, y no sé si solo son imaginaciones mías, pero me parece que lo escupe con asco.
Kol lo ignora, y me tiende una mano. La tomo encantada y vamos hacia la pista.
Los dos sabemos bailar a la perfección, así que no hay problema.
No nos decimos nada, pero no hace falta. Yo veo sus ojos y él los míos.
Cuando la tercera canción acaba, dirijo la mirada hacia la barra, donde Klaus, ahora solo, observa a la gente con aire aburrido.
- ¿ Me dejas un momento ? - le pregunto a Kol.
Él sigue mi mirada, y entiende lo que le pido.
- Bien, pero me reservas una canción para el final - me hace prometer, y yo asiento con una gran sonrisa.
El menor de los hermanos me mira confundido cuando le tiendo la mano.
- ¿ Bailas ? - pregunto con una sonrisa radiante.
Él duda un momento, pero finalmente, acepta.
Tenía la sospecha de que quizás no bailaba porque no se le daba bien, y prefería disfrutar de la música desde fuera, pero sin duda estaba completamente equivocada.
- Parece que has estado bailando toda tu vida - sonrío tratando de ignorar sus manos en mi cintura.
- Son siglos de práctica, amor- bromea, y yo suelto una carcajada.
- Parece que mi hermana ha salido de su escondite - comenta después de un rato, y yo giro el cuello para mirarla.
Es fácil reconocerla. Con su vestido rosa, parece la barbie perfecta.
Está hablando con alguien, pero ambos miran en nuestra dirección, lo que me hace pensar que somos su tema de conversación.
Olvido eso por un momento, y me centro en bailar en los brazos de Nick.
Él me hace dar una vuelta sobre mí misma, y yo río como una niña en su primera baile de instituto.
La música cesa, y Klaus me hace una reverencia, que yo correspondo con una sonrisa, divertida.
Aún estamos riéndonos cuando nos reunimos con mi amiga y su acompañante. Rebekah no me cuenta mucho de su vida privada. ¿ Será su novio ? Los dos parecen sacados de una revista de moda.
- Hacía mucho que nadie conseguía sacar a bailar a Niklaus, señorita - comenta el hombre echándole una mirada de reojo a Klaus - Es todo un mérito.
Me quedo analizándolo demasiado tiempo, sigo sin saber quién es.
Él se da cuenta, porque cogiendo mi mano, deja un suave beso en ella y dice :
- Disculpa, no me he presentado. Soy Elijah Mikaelson.
Su voz es grave y tranquila, al igual que la persona a la que pertenece.
Viste un traje perfectamente pulcro en blanco y negro, muy clásico, que le hace lucir elegante.
- Veo que ya conociste la familia al completo, cielo - continúa Kol, acercándose por detrás de mi y abrazándome suavemente.
No puedo evitar sonrojarme delante de todos por la muestra de afecto. Sé de sobra que entre Koln y yo hay algo, pero me resulta algo incómodo demostrarlo ante los demás, especialmente su familia.
- Bueno, me falta tu hermana mayor, ¿ no ? - recuerdo.
- No creo que llegues a encontrarte con Freya - dice Elijah, cruzando una mirada con sus hermanos - siempre está de viaje.
Siento que hay algo raro en ese asunto, pero decido no preguntar, ya que todos se ven un poco tensos.
La velada transcurre sin más interrupciones, entre bailes y cotilleos.
Estoy siempre acompañada de uno de los Mikaelson, como si se hubieran puesto de acuerdo para no dejarme sola.
Es algo agobiante, pero en cierta forma, lo agradezco.
Me siento un poco fuera de lugar, entre tanta gente ataviada con sus vestidos más caros y bebiendo champang. Definitivamente, no es el ambiente al que estoy acostumbrada.
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Always and Forever
Fanfiction#40 en Vampiros 15.11.16 Desde el principio de los tiempos, el ser humano siempre ha intentado explicar lo sobrenatural. Algunos lo llaman mitología. Otros, milagros. Fe. Lo que muchos ignoran, es que la mayoría de los mitos urbanos son ciertos. Vam...