De : Lizzie
Para : AiderEvelyn se está exasperando por tus bajas de enfermedad. Si no vienes hoy, dice que no tendrá más remedio que echarte.
Anda, vente y me cuentas, que me tienes abandonada.Suspiro y me levanto, por primera vez en semanas, en mi propia cama.
Miro a mi alrededor y se me hace raro no ver las blancas cortinas al lado de la ventana, el baño a la derecha del pasillo, y que la madera no cruja bajo mis pies.
Mi verdadera casa se me ha quedado pequeña, y extraña.
Mamá todavía está durmiendo, así que no la despierto.
Con el uniforme de trabajo, camino hasta el Grill.
Lizzie tiene toda la razón del mundo para estar cabreada.
Entre la noticia sobre Kol, mi aprendizaje sobre la magia con el aquelarre Dark Moon, y mi deseo de venganza, he dejado de lado todo lo demás.Estas últimas semanas han sido más intensas que todo el resto de mi vida.
Lo que no entiendo es cómo Evelyn no me ha hechado ya.
El turno de mañana se acaba, y entre los quejidos de Lizz por no contarle qué he hecho todos estos días, llega la hora de comer.
Mi compañera se va a su casa, pero yo decido quedarme.
No me apetece llegar a casa y estar a solas con mi madre. Aún me molesta que me haya estado ocultando lo que soy durante tanto tiempo.
Eso me recuerda que probablemente la señora Eastwood sea también una bruja. No he tenido más que atar cabos para saber que fue ella quien hizo el anillo de bloqueo y quien ayudó a mi madre a ocultar mi poder. Y que sus "recetas de cocina" no eran más que libros de hechizos.
Evelyn me regala un bocadillo y un refresco, tras regañarme por haber faltado tanto. Se lo agradezco y salgo del bar, en dirección al parque de enfrente.
Me siento en uno de los bancos, y empiezo a comer.
Se dice, que comer es uno de los placeres de la vida. No podría estar más en desacuerdo. Odio comer. Puede parecer raro, pero es verdad. Siempre digo que, si pudiera ser posible, me gustaría que uno solo tuviera comer lo que quisiera.Así no estaría obligada a tomarme comidas que no me gustan, y podría atiborrarme y vivir a base de chocolate y dulces. Eso, sí sería vida.
Dejo la charla conmigo misma (cosa que hago a menudo cuando estoy sola) y me fijo en una chica sentada en el césped con un libro entre las manos.
Tiene un aspecto algo diferente al de las demás mujeres en Mystic Falls.
Es pequeña y menuda, tiene el cabello castaño demasiado corto, justo antes de llegar a la barbilla, y un tono de piel siete veces más oscuro que el mío. Noto que su mandíbula está un poco desplazada hacia la derecha. A pesar de todo, es guapa.Pero no es su físico (o su extraña ropa) lo que llama mi atención. Es el libro. El que sostiene entre sus manos mientras susurra palabras.
Me acerco sin tratar de no ser vista y me siento junto a ella, que alza la mirada y me observa confundida.
- ¿ Te conozco ?
- No- niego con una amable sonrisa - tengo curiosidad por saber qué estábas leyendo. A mi me encanta leer.
La chica, que no debe de tener menos de dos años que yo, se tensa inmediatamente y cierra el libro con fuerza, lo que me confirma que estaba en lo cierto ; es un grimorio.
- Lo siento. Es privado - explica poniéndose en pie y lista para alejarse de mi.
Yo también me levanto, y mientras ella empieza a andar, me quito el anillo de mi dedo anular.
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Always and Forever
Fanfiction#40 en Vampiros 15.11.16 Desde el principio de los tiempos, el ser humano siempre ha intentado explicar lo sobrenatural. Algunos lo llaman mitología. Otros, milagros. Fe. Lo que muchos ignoran, es que la mayoría de los mitos urbanos son ciertos. Vam...