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2009

Miró nerviosa a los lados mientras caminaba por la calle.

Hacía ya unos días que había notado que la seguían.

No sabían quién, sin embargo, lo que lo hacía todavía más escalofriante.

La mujer apretó más el agarre de la niña.

Aider se quejó, le dolía la mano de la fuerza con la que su madre la apretaba.

- Mamá, no tienes por qué darme la mano. Ya soy mayorcita - masculló haciendo una mueca.

Ella la miró.

- Lo sé, cielo. Es por precaución- le dijo en tono conciliador.

Si fuera de día, si estuvieran delante de otras personas, no cabía duda que Aider le soltaría la mano de inmediato.

Su hija se había pasado las últimas semanas diciendo "Soy muy mayor para esto" y "Eso es para niños chicos".

Como si con sus once años pudiera comerse el mundo y más.

Si ella supiera cuánto desconocía...

Llegaron a casa, y se apresuró a poner todos los cierres de seguridad. En caso de que fuera un ser sobrenatural, no serviría de mucho, pero le hacía sentirse segura.

Entonces se le ocurrió algo.

¿ Y si los que le estaban vigilando no eran humanos ?

Y si eran... ¿ Inmortales ?

Apartó ese estúpido pensamiento de la cabeza y se asomó por el dormitorio de su hija, asegurándose de que ya estuviera acostada.

La contempló dormida desde donde estaba.

¿ Por qué alguien sobrenatural iba a seguirla ?

Always and ForeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora