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Elijah abre la entrada de la casa con uno de sus movimientos ágiles y casi invisibles.

- ¿ La bella señorita necesita un tour ? - bromea tendiéndome la mano, y yo la tomo cada vez más sorprendida.

El mayor de los Mikaekson, al contrario que los demás, siempre evita el contacto físico, generalmente ocultando sus manos en el bolsillo de los pantalones o cruzándose de brazos.

Tampoco parece divertirse mucho, está más concentrado en su papel de padre de familia. Aunque supongo que, dado lo que ha pasado hace un momento, yo seré uno de los pocos privilegiados en ver su "auténtico yo".

Elijah me enseña toda la casa. No es tan grande como la mansión de Mystic Falls, pero uno no diría que el más pequeño de los estadios de beisbol es precisamente "pequeño".

- Siempre pensé que Niklaus te gustaba - comenta mirándome de reojo, sentandos los dos en el sofá del porche que da al jardín.

Levanto la cabeza de su pecho para ver su expresión, y después vuelvo a acomodarme entre sus brazos. Y entonces, por fin me di cuenta.

- Os amo, a los dos - confieso, y una ráfaga de dolor pasa por delante de sus ojos - Pero como el aire para respirar, solo necesito a uno.

Elijah sonríe, conformándose con esa respuesta, sabiendo que, aunque tengo fuertes sentimientos por su hermano, lo he elegido a él.

Me quedo absorta observando las facciones de su rostro.

El Original ha vivido siglos, pero aparenta tener solo unos treinta años, como mucho.
Él si que se conserva bien, pienso ocultando una risa.

Varios pensamientos pasan por mi cabeza.

Voy a hacerme mayor, a convertirme en una anciana vieja y fea mientras él sigue estando igual de espectacular que siempre.

- ¿ Las brujas conservan su magia si se convierten a vampiros ?

Elijah me lanza una mirada desconcertada.

- Los ancestros se niegan a ayudar a un bando enemigo, a "demonios" como llaman a los vampiros, así que no, pierden la capacidad de utilizar magia.

- Pero como yo soy una Oscura, y mi magia va unida a mi voluntad, la conservaría, ¿ cierto ? - reflexiono inteligentemente.

- Sí, serías una híbrida. Lo llaman Siphoners, mitad brujos mitad vampiros. Solo hay un par en el mundo - explica, mirándome con el ceño fruncido - ¿ A dónde quieres llegar ?

No quiero que mi último recuerdo de una vida feliz con él sea conmigo en una cama de hospital, con bata, pañal puesto y un montón de cables enganchados a mi cuerpo.

No quiero que haya "un último momento con él".

Y entonces tomo una decisión que me he estado planteando bastante tiempo.

- Quiero convertirme en vampiro. Y quiero que lo hagas tú.

Él niega con la cabeza bruscamente.

- No voy a arrebatárte tu vida. Una vez terminada la transformación, no hay vuelta atrás. Ser humano es más hermoso de lo que crees.

- Ya está decidido, Elijah. Si tú no lo haces, se lo pediré a Klaus, o a Rebekah-le amenazo y él suelta un suspiro derrotado, besando mi frente.

- Una eternidad es mucho tiempo, Aider.

- Nunca será suficiente si la paso a tu lado - replico revolviendo su pelo.

- Juntos, ¿ por y para siempre ? - pregunta acariciándome la mejilla con un gesto suave y lleno de amor que me hace sonreír como si tuviera seis años.

- Por, y para siempre.

                        FIN

Always and ForeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora