___ POV
Con un maldito demonio. Llorar casi todo el día a escondidas, golpear cosas, volver a llorar, dormir y despertarme a las 2 de la mañana cada maldito día desde hace por lo menos una semana. La frustración me está consumiendo. Llego a mi casa de un paseo familiar y me encierro en mi habitación. No me sacan de ahí a menos que deba comer o yo tenga que ir al baño. Mi familia me pregunta qué está sucediendo conmigo, que yo no era así. Mi madre me cuestiona acerca de si algún chico que me gusta está lastimándome; me pregunta si es algo de la universidad, me pregunta si necesito algo, me dice que puedo confiar en ella... incluso me preguntó del chico francés del que estuve perdidamente enamorada un tiempo antes de encontrarla a ella. Sí: ella.
Ella, un dulce sabor salado. Una bienvenida y una despedida. Una lágrima y una sonrisa. Blanco y negro. Luz y oscuridad. Ella, mi perdición desde que hablamos aquel 12 de enero. Ella, la dueña de mis pensamientos desde que me dio las gracias por dedicarle un capítulo de mi historia. Ella, la chica que me hace reír sin parar. Ella, la chica que me llama boba por mis chistes malos. Ella, la única estrella en el cielo para mí. Ella, mi musa. Ella, mi calma y mi tormenta. Ella, mi colombiana hermosa. Ella, la chica que me hace llorar en un segundo y me hace reír en dos. Ella... la chica que robó mi corazón.
Aquella chica, Dinah, que se ha encargado de llenarme de amor y luego drenar cada gota de mi ser. Dinah, mi novia. Dinah, la que saca lo más sincero de mí. Dinah, la chica que pisa cada parte de mi alma, la rompe y luego la arma con la misma facilidad. Dinah, aquella chica que estoy perdiendo o, ¿ella a mí?; Dinah, la chica con sonrisa encantadora. Ella, la chica de ojos lindos. Ella, la chica del cabello morado. Ella, la que acepta mis locuras. Ella, la que acepta mis travesuras. Ella, la chica que me apoya. Ella... la chica que rompió mi corazón.
Dinah, la chica que recogió mis pedazos rotos aquel día en que la conocí y los unió sin saberlo. Ella, la chica por la cual daría todo. Ella, la chica por la cual haría todo. Ella, la chica que cuido. Ella, la chica que quiero. Ella, la daga en mi corazón. Ella, la única medicina de necesito. Ella, la chica que tiene el poder para destruirme en milisegundos. Dinah, lo más hermoso que me ha sucedido. Dinah, la pintura más hermosa. Dinah, el libro más romántico. Dinah, el problema más complejo. Dinah, la música más disonante. Dinah, la chica más fría y templada. Dinah... la chica que me destruyó.
Ah, mi hermosísima Dinah... Tú, que llenas mis días de tristeza y alegría. Tú, que sacas lo mejor de mí. Tú, que me enseñas la paciencia. Tú, mi melodía favorita. Tú, mi chica fuerte y frágil. Tú, mi calor frío. Tú, mi olvido y mi recuerdo. Tú, mi trago más amargo y mi bebida más dulce. Tú, mi felicidad y tristeza. Tú, bondad y maldad. Tú, mi sol y mi luna. Tú, mi enfermedad y mi cura. Tú, mi bien y mi mal. Tú, mi liberación y mi condena. Tú... que me cortas las venas.
Y luego estoy yo: un simple mortal del cual ella se enamoró. Yo, la chica mala que se enamoró de la chica buena. Yo, la que juró que no tenía corazón y Dinah se lo regresó. Yo: la chica que sufre por amor.
Dinah: mi antítesis favorita.
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Ah, super poético. Amé escribir esto. ¡Los quiero!
PD. Antítesis son dos ideas encontradas.