¿Tú y yo? - Lauren

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___ POV

—Ustedes no pueden casarse —dijo Joe, mi padre.

Lanzó sus brazos al aire, como pidiéndole a Dios que esto fuera una broma.

—Quieras o no lo haremos —dije decidida.

—No lo entiendes —dijo frustrado.

Lauren estaba sentada en el sillón, llorando sin parar.

—¡Entonces explícame! —grité.

—¡Son hermanas! —gritó él desesperado.

—¿Q-qué?

Las palabras dejaron mi boca como por instinto.

—¡No, no!

Gritó Lauren. Cubrió su rostro con sus manos y siguió llorando.

—Es una broma, ¿verdad? —pregunté esperanzada.

—Ojalá lo fuera —dijo Joe.

De pronto tuvo un poco de sentido que Lauren y yo tuviéramos esos característicos ojos verdes.

—¿Por qué no nos dijiste antes? —pregunté enojada—. ¡Te la presenté como mi novia dos años atrás!

—¡No estaba seguro de que fuera ella!

No podía creerlo. Esto tenía que ser una broma de su parte. Una de muy mal gusto.

No era posible que durante dos años él no haya podido decirnos esto. ¿Por qué tenía que hacerlo cuando le propuse matrimonio a Lauren?

Lauren dejó de cubrir su rostro. Sus increíbles ojos verdes estaban tan apagados. Su rostro rojo de tanto llorar. Sus lágrimas parecían que no cesarían pronto.

—Lo, princesa —dije acercándome a ella.

Tomaría su mano, pero ella la alejó. Dolor cruzó por mi mirada. Ella estaba asustada. No sabía si de mi, de mi padre o de la situación. He de confesar que yo estaba asustada el doble que ella.

—Perdónenme —suplicó Joe.

Él dio un paso hacia adelante, como buscando tocar mi hombro. Yo solo lo miré. Lo miré con tanto odio como me fue posible. Él dio un paso hacia atrás, derrotado.

—Lauren, te prometo que solucionaremos esto. Ven conmigo —le dije.

Ella me miró.

Le tendí mi mano. En lugar de yo intentar tomar la suya, dejaría que ella agarrara la mía si así lo deseaba. No la tomó.

Podía ver el debate en sus ojos. Una parte de ella quería tomar mi mano y salir de aquel lugar a toda prisa. La otra parte quería quedarse, escuchar una explicación; solo aceptar que somos hermanas.

—Quiero una explicación —exigió Lauren.

Verdaderamente yo también quería una. Lauren y yo no compartíamos apellido. Ella es Lauren Jáuregui. Yo soy _____ Gómez. Ella tiene Cuba y USA. Yo solo tengo a México.

¿Cómo demonios es que somos hermanas?

—Cuando tu madre y yo decidimos tener hijos, nos dimos cuenta de que soy estéril —comenzó Joe.

Lo miré expectante. Él tomó aire antes de continuar:

—Así que obtuvimos un donador anónimo.

—Nunca me dijiste esto. Siempre me hiciste creer que soy tu sangre, Joe —dije secamente.

—Pensé que decirte la verdad solo te alejaría —él se defendió.

—Egoísta —dije enojada.

Él suspiró triste. Negó con la cabeza, como diciendo que yo no entendía nada.

—Tiempo después supimos que el donador es Michael Jáuregui —dijo él.

¿Qué?

Lauren se sorprendió. Lauren no creía esto.

—No sabía que mi padre es un donador —dijo Lauren.

Mi padre solo nos miró.

—Se supone que no debes tener esa información. Por eso es un 'donador anónimo' —comenté.

—Tu madre quería saberlo y yo cumplí su deseo. Averigüe hasta que di con Michael —dijo Joe.

—Solo continúa —demandé.

—Entonces cuando trajiste a Lauren, algo se me hizo familiar.

Lo miré.

—Hija, tienen los mismos ojos. La misma sonrisa. Ambas son deslumbrantes.

—¿Y entonces? —preguntó Lauren.

—Entonces un día desperté con la idea de que probablemente compartían el mismo padre —dijo Joe—. Averigüé la dirección de Michael y fui allí.

—¿Qué pasó después —pregunté.

—Me estacioné en la acera. Me quedé dentro del auto. Vi a Michael fuera de su casa. Yo estaba por salir a verlo cuando salió Lauren de la misma casa.

Mierda.

—Se abrazaron... se saludaron como un padre y una hija lo haría. No necesité más confirmación que esa. Decidí no molestarlo y me fui de ahí.

Doble mierda.

No sabía qué decir. Lauren tenía una expresión ilegible.

—No somos hermanas.

Lauren habló, sacándonos de ese silencio incómodo que se había formado.

—Acabo de contarte que lo son —dijo Joe.

Él estaba claramente sorprendido por el arrebato de Lauren.

—Permíteme corregirme entonces —dijo Lauren.

Joe y yo la miramos, curiosos.

—Legalmente no somos hermanas. Técnicamente mi padre sigue siendo un donador anónimo —dijo Lo.

Ella se levantó de su asiento bastante decidida.

—No necesitamos tu permiso para casarnos. Legalmente podemos, Joe. No dejaré ir al amor de mi vida solo por tu inoportunidad —dijo Lauren mirándolo con indiferencia.

Lauren me miró. Me tendió su mano.

—Mil veces te diré que sí. Aún quiero casarme contigo. Ahora es tu decisión —dijo ella.

Tenía sus ojos verdes fijos en mí. Miré a Joe. Miré a Lauren.

A la mierda.

Tomé la mano de Lauren.

—Casémonos —dije sonriendo.

—Hagámoslo —dijo la ojiverde.

—¡No lo hagan! —gritó mi padre.

Sonreí nuevamente antes de hablar:

—No eres mi padre. Tú no me dices qué hacer, Joe.

Dolor cruzó por la mirada de Joe. Él comenzó a llorar. Le dolía lo que acababa de decirle. A mí me dolía que me ocultó información.

Lauren se acercó a besar mi mejilla. La miré. Me acerqué a besar sus labios. Fue un beso corto.

Comenzamos a ir hacia la salida. Me detuve a preguntarle:

—¿Tú y yo?

—Yo y tú.

———

Imaginas & One-shots de Fifth HarmonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora