___ POV
—Contra tu novia, que definitivamente es lo más importante para ti —dijo el chico.
—Bueno —comencé—, lo llevas mal. Hace tiempo que terminamos.
—¿En serio? —preguntó sarcástico.
—Muy en serio —contesté.
—Entonces no te molestará explicarme estas fotos, ¿no? —dijo.
Aventó algunas fotos frente a mí. Eran de Lauren y mías de apenas hace dos o tres días. Estábamos siendo bastante cariñosas. No dije nada.
—¡Dije que me expliques esas fotos! —gritó.
Sentí que se acercó rápidamente y me obligó a mirarlo.
—Explícame ésas malditas fotos o empezaré antes con tu novia —dijo a centímetros de mi cara.
Me soltó una bofetada. Pude escuchar el pequeño sollozo de Lauren. Tenía que mantenerme fuerte.
—Bien —dije—. El hecho de que estemos siendo cariñosas la una con la otra no significa que sigamos siendo algo.
Necesitaba mentir. Necesitaba convencerlo rápido.
—Imagino que no te importará si me divierto un poco con ella, ¿no? —dijo yendo hacia Lauren.
Reí.
—¿Qué es tan gracioso, huh? —preguntó el chico.
—Si intentas siquiera tocarla considérate muerto, idiota —dije mirándolo fríamente.
—¿Amarrada de pies y manos y aún así quieres intentar amenazarme? —se rió.
—Tú solo inténtalo y verás —dije.
La ira comenzaba a formarse en mí.
—Hola Lauren —dijo el chico hincándose frente a ella.
Lau no dijo nada.
—Creo que te dije algo —dijo el chico agarrando un puñado de cabello de Lau. Ella soltó un quejido.
—Suéltala —dije tranquilamente.
—¿O qué? —preguntó.
—O tu cara será parte del piso —dije.
—¿Sí? —preguntó—. Sabes que hay todo un mundo de guardias allá afuera, ¿no? Así que quizá puedas dejarme tirado aquí, pero allá afuera no se detendrán por nada.
—Suelta a mi novia o le haré lo mismo a la tuya cuando la encuentre —dije.
Se tensó.
—¡Ah!, así que sí hay una novia por ahí —dije.
—No podrás encontrarla —dijo.
—No te preocupes, no tengo que hacerlo —dije—. A estas alturas ya deben estar interrogándola. En mi familia o eres policía o eres soldado.
—Y tú abogada —concluyó.
—Bueno, alguien debía romper con ésa tradición familiar —dije.
Soltó a Lauren, quien había comenzado a llorar hace un rato. Se sentó frente a ambas.
—Esto es algo que debo hacer —susurró suspirando.
—¿Quién te obliga? —pregunté susurrando también.
—Es más bien como una tradición familiar —dijo.
Lo miré curiosa.
—Vengar a alguien —contestó a mi pregunta no formulada.
—Puedes ser diferente —dije.
—¿Y acabar como tú? —preguntó.
Podía notar un poco de enojo en su voz.
—En realidad —comencé—, el cómo acabaré depende de ti y solo de ti, al parecer.
Se relajó nuevamente.
—Si yo no lo hago, alguien más lo hará —comentó—. Hasta que realmente no existas más.
—Déjanos salir —dije.
Me miró incrédulo.
—Llévanos a algún lado... deshazte de mí, pero deja a Lauren vivir —dije—. Tiene sueños por cumplir aún.
—_____... —intervino Lau.
—Sinceramente no quiero matarte —dijo—. Mucho menos a tu novia.
—Puedes hacer como si me hubieses matado —dije—. Cambiaré de nombre, desapareceré completamente.
—Puedo hacer eso por ti, sí —dijo el chico—, pero, ¿y tu novia?
Voltee a ver a Lauren. Ella me miró.
—Las dos o ninguna —dijo mi novia.
—Pero... ¡tus sueños, la banda! —exclamé.
—Siempre quise tener una vida normal nuevamente —dijo encogiéndose de hombros.
Sonreí. Ella sonrió conmigo.
———