___ POV
Salí de aquel lugar a toda prisa. Corrí tan rápido como mis pies me lo permitían.
Aquí es donde se preguntan "¿por qué corres?" Bien, básicamente acababa de huir de prisión. Un gran motivo por el cual huí es porque fui puesta ahí injustamente. Fui engañada y caí completamente en la trampa. ¿Tengo manera de comprobarlo? Sí, pero no puedo hacerlo sola. Necesito un buen abogado y para eso necesito mucho dinero que definitivamente no tengo.
Mi ropa de preso me delataba ante los demás, así que me metí en el primer callejón que encontré y me deshice de mi chaqueta naranja, dejándome en un pantalón naranja y una camiseta blanca. Algo más genérico. Ahora parecía un trabajador de construcción.
En lugar de correr, ahora caminé. Vi una camioneta negra estacionada en la acera; divisé mi oportunidad de salir más rápido de ahí. Dentro de prisión fui enseñada en autos, así que sabía cómo encender uno sin una llave.
Jalé la manilla de la puerta del piloto y para mí aún mejor suerte, estaba abierta. Me subí y cerré la puerta. Me dediqué a jalar cables por aquí y por allá. Casi estaba listo para encender.
—¿Qué crees que estás haciendo? —preguntó una voz justo atrás de mí.
Di un salto. Mierda. No tenía tiempo para esto.
—¡Llama a Big Rob! —gritó otra voz.
Listo. Encendió.
—¡Rápido Dinah! —gritó esa misma voz.
Vi a alguien acercarse. Nuestras miradas se toparon y supe que tenía que salir ya de ahí. Después me desharía de las chicas que estaban atrás. Asumí que era el tal "Big Rob", puesto que era realmente grande.
Pisé el acelerador y salí disparada de ahí. Gritos de chicas venían de atrás.
—Por favor, déjanos ir —dijo una chica; había miedo en su voz.
No hablaría con ellas o sabía que mi fortaleza se derrumbaría ahí mismo.
—¿Qué es lo que quieres? —preguntó otra chica.
—Sus teléfonos —dije.
—¡Ni lo sueñes! —dijo otra.
Me frené en medio de la calle. Ya era tarde y la calle estaba desierta. Había olvidado que con sus teléfonos podían localizarnos. Ya habíamos avanzado unas cuantas cuadras, así que me relajé un momento. Voltee hacia atrás y vi 4 chicas.
—Escuchen, no les haré daño. Solo necesito salir de la cuidad. Después ustedes pueden regresar a sus vidas —dije tranquilamente.
—¿Cómo sabemos que dices la verdad? —preguntó una de ellas.
—No lo saben —dije—, pero si quisiera hacerles daño, hubiera empezado ya.
Todas me miraron.
—Sus teléfonos —insistí—. Prometo contarles todo en el camino.
Una de ellas suspiró.
—Toma —dijo una chica de ojos verdes tendiéndome su teléfono.
—¿Estás loca Lauren? —exclamó una chica de ojos rasgados.
—¿Qué Dinah? —preguntó Lauren—. Quiero saber —se encogió de hombros.
Dinah asintió y también me dio su teléfono. Después las otras dos chicas también. Los aventé por la ventana y volví a salir disparada.
—Entonces una es Lauren y la otra Dinah —dije viendo por el retrovisor—. ¿Las demás?
—Ally —dijo una chica pequeña.
—Normani —dijo la chica de piel oscura.
—_____ —dije.
—¿Nos dirás ahora por qué estás en un apuro? —preguntó Lauren.
Suspiré.
—La historia comienza así... —empecé.
———
Hace mucho que no publico, así que les dejo este pedacito. Los quiero.