___ POV
—Saldremos de esto... te lo prometo —dije en voz baja.
Me acomodé en una mejor posición y me puse a su lado.
—Tengo miedo —confesó.
Suspiré. La verdad es que yo también tenía un miedo terrible. Mi deber como su novia siempre ha sido protegerla, pero, hace una semana, me fue imposible...
—Te arrepentirás de haberlo metido a la cárcel —dijo su mejor amigo.
El criminal apenas estaba siendo llevado a la cárcel de máxima seguridad. Ser abogada realmente no ha sido fácil. Las amenazas llueven. Los sustos también. El más reciente fue hace dos días, cuando recibí una llamada de que me arrepentiría si presentaba las pruebas necesarias para terminar con todo esto.
No pueden culparme por hacer el bien. Para esto me preparé.
Íbamos camino al centro comercial. Un carro rojo quemado venía desde hacía un buen rato siguiéndonos. Tenía que darle aviso a Lauren, quien iba de mi copiloto, sin embargo sabía que ella se alteraría demasiado, queriendo que yo manejara de ahí lo más rápido posible y eso era lo que menos debía hacer... eso solo los alertaría.
—Lauren —dije suavemente.
—¿Hmm? —preguntó algo adormilada.
—Necesito que te despabiles —dije—. Debo decirte algo.
Yo seguía manejando como hasta hacía un momento, sin precipitarme.
—¿Qué pasa, _____? —preguntó un poco más alerta.
—¿Ves ese carro rojo de atrás? —pregunté—. Mira por el retrovisor, no voltees.
—Sí, lo veo —contestó.
—Está siguiéndonos desde hace rato —dije lentamente.
—¡_____! —gritó alterada.
—Lau, por favor —supliqué—. No te alteres. Solo les darás señal de que ya lo notamos.
—¿Qué vamos a hacer? —preguntó un tanto más tranquila.
—Te diré qué —dije.
Giré el carro hacia la derecha y más tarde a la izquierda.
—¿Qué? —cuestionó.
Le pasé mi celular discretamente.
—Llama a James —dije.
Vi que pulsó varias veces mi celular, hasta que la voz de James salió de las bocinas del auto.
—¿_____? —preguntó James
—¡James! Sí —dije.
—¿Qué pasa? —preguntó él.
—¿Dónde estás? —pregunté.
—Voy camino al centro comercial —contestó.
Excelente.
—Necesito tu ayuda —dije.
—Claro, dime —dijo él.
—¿Podrías esperarme en el estacionamiento del centro comercial? —pregunté—. Unos tipos están siguiéndonos y necesito que te lleves a Lauren.
—¡_____! —dijo ella incrédula—. No te dejaré sola.
—Y yo no dejaré que te pase algo —dije firme.