Dinah POV
—¿Por qué no me crees cuando te digo que te amo?
La misma pregunta salía por séptima vez de mi boca. Ella no encontraba una respuesta clara.
Me miró inquieta y habló:
—A mí nadie me ama. Soy bastante... diferente.
—Mentira. No eres dif–
Me interrumpió.
—¿En serio? ¿Entonces por qué no puedo hacer lo que las personas normales hacen?
—Eres una persona normal.
—¿Estar en una silla de ruedas es normal?
La miré suspirando. Me miró sin una pizca de emoción.
—Te amo. Te he amado mucho antes de que este deterioro empezara. Solo preferí ser una ayuda en lugar de confesar lo que siento.
—Mejor ve y encuentra una persona que realmente valga la pena; alguien con quien puedas pasear, alguien que no dependa de ti ni para las pequeñas cosas.
—No me iré a ningún lado. Te escojo siempre sobre cualquier "persona normal".
Suspiró pesadamente.
—Al paso que voy, en algún momento dejaré de respirar. Te dejaré sola.
—No me importa. Estaré contigo hasta el final. Seré quien se quede cuando todos se vayan.
—Dinah...
—No. Me quedaré. Te amo y te haré entrar en razón. Quiero que me des una oportunidad de estar contigo.
—No creo que aguantes el ritmo. Mi ritmo de vida.
—Por ti haría eso y más. Solo déjame demostrártelo.
Me miró. Me miró como suplicándome que dejara de insistir. Me miró como diciendo "no quiero lastimarte, pero eventualmente lo haré".
—Din–
—Dime que no me amas y ahora mismo me voy.
Me miró. La miré. Habíamos comenzado un duelo intenso de miradas. Lágrimas estaban formándose en sus ojos. Yo sabía que ella me ama igual que yo a ella... ella solo tenía miedo.
—No te vayas. Te amo, Dinah.
—¿Me dejarás hacerte feliz? —pregunté esperanzada.
—Y-yo... podría dejarte hacerme feliz —me dijo sonriendo ligeramente.
—Todo lo que pido es una oportunidad; no te arrepentirás —dije sonriendo ampliamente.
Me incliné y dejé un beso en su mejilla.
—Podemos ir despacio, no te preocupes —dije.
Ella solamente sonrió. Seguimos comiendo en un silencio bastante cómodo. Después de eso, nos dirigí a la sala para ver una película. Yo había dejado todo listo solo para ponerle play a la película en Netflix. Ella en su silla de ruedas y yo en un sillón.
—¿Quieres sentarte conmigo? —pregunté.
—Por favor —dijo sonriendo—. Aunque...
—¿Qué pasa, _____?
—Necesito ir al baño —dijo tímidamente.
—De acuerdo, déjame ayudarte.
Me levanté de mi asiento, lista para ayudarla a llegar al baño.