xvideos.com - Lauren

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Lauren G!P.

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___ POV

—¿Has visto porno alguna vez? —preguntó Lauren sacándome de mis pensamientos.

En la mañana que asistimos a la universidad propuso que hiciésemos una pijamada. Ciertamente no le vi problema, puesto que era un viernes y tendríamos la mitad del sábado y todo el domingo para hacer aquel proyecto que nos encargaron.

—Para serte honesta... nunca —contesté tímida.

Podía jurar que, aunque la luz era poca, podían verse mis mejillas sonrojadas. Lauren rió.

—No le veo lo gracioso, Jáuregui —dije rodando los ojos.

—No tiene nada de malo —comentó ella.

—¿Qué se supone que eso deba significar? —pregunté alzando una ceja.

—¿Ni siquiera te ha dado curiosidad de ver algo? —preguntó alzando una ceja.

—No, mi mente es sana, Lauren —contesté frunciendo el ceño.

—Veamos un poco —propuso.

—No quiero —contesté.

—Vamos, no es nada del otro mundo —dijo rodando los ojos—. Sé atrevida por un momento.

—¿Es un reto? —pregunté sospechosa.

—De acuerdo —contestó—. Es un reto. Si logras ver tres videos porno, te doy lo que quieras.

—Tu chaqueta negra —dije sonriendo maliciosamente.

Lauren amaba esa chaqueta.

—Trampa —dijo haciendo puchero.

—Tú lo propusiste, yo soy inocente —dije guiñando un ojo.

—Ya lo veremos —dijo Lauren

Después de un rato en el que Lauren estuvo buscando videos, finalmente encontró 3 videos de categorías diferentes.

—Bien, veremos este primero —dijo sonriendo.

—Algo me dice que es de tus videos favoritos —comenté.

—Definitivamente —contestó sonriendo.

Se sentó a mi lado en el sofá. Le dio play y el video comenzó a reproducirse. 

Parecía un video casero. Al fondo una pequeña sala. Había una chica de rodillas con sus muñecas amarradas tras su espalda. Salía un chico desnudo no mayor de 30 años de la cintura para abajo. El miembro del chico perfectamente erecto y viendo al techo, era de tamaño mediano. La chica no llevaba blusa o inclusive sostén.

El chico sale un momento de cámara y regresa con un pene de plástico color carne. Trago en seco porque me imagino qué sucederá. El chico toma la mandíbula de la chica e introduce sin aviso alguno el pene hasta el fondo de su garganta. Él se aseguró de que la garganta de ella quedara perfectamente enfocada. La chica comienza a hacer ruidos de ahogarse, pero él no se detiene. Lo mete un poco más, que tope con su garganta y luego lo saca. Repite el proceso varias veces hasta que el chico lo metió más y podía notarse la cabeza del pene falso hasta más de la mitad del cuello de la chica. Ella se hacía para atrás, pero el chico empujaba el plástico aún más abajo. Después de lo que me parecieron horas, el chico decido sacar por completo la figura y deja que la chica respire.

Ésta vez él toma a la chica de la parte trasera de su cabeza para evitar que se mueva y luego ensarta de un solo movimiento el pene hasta la mitad de su cuello. La chica vuelve a ahogarse e intenta desesperadamente moverse hacia atrás, sin embargo él no para. Un momento después, el chico saca el pene, lo avienta lejos e introduce su propio miembro hasta el fondo. Ésta vez el pene real llega un poco arriba de la mitad del cuello. La chica aguanta, pero eventualmente comienza a atragantarse.

Después de unos minutos más, el chico saca su miembro y comienza a bombearlo con su mano. Segundos después su blanca carga sale disparada hacia las mejillas y labios de la chica.

Y el video termina.

—¿Y bien? —preguntó Lauren.

—Es un poco... inquietante —respondí frunciendo el ceño.

—¿Crees que puedas aguantar dos más? —preguntó alzando una ceja.

—Esa chaqueta es mía, Jáuregui —respondí.

Ella rió.

—Voy por agua —comentó—. ¿Quieres algo?

—Lo mismo —respondí sonriendo.

En lo que Lauren se retiraba a la cocina, me dispuse a pensar un momento. Sabía que Lauren tenía un pene y no me incomodaba aquello. Un sin fin de veces ha tenido erecciones mañaneras. Un montón de veces se ha cambiado frente a mí y he visto el bulto bajo sus bóxers. Jamás había pensado en Lauren de otra manera. ¿Quizá hoy sería diferente? Lauren me atraía, sí, pero no pasaba de eso. La quería demasiado, cierto, pero jamás la había visto como algo más que amigas. De hecho, yo era la amiga que le conseguía chicas con las cuales tener sexo salvaje. Lauren jamás había intentado propasarse conmigo en ningún sentido. Insisto, ¿quizá hoy sería diferente?

Admito que ése video me encendió. Noté cómo se formó un poco de humedad en mi vagina, pero no me molestaba. Quizá después de hoy terminaría por gustarme ver porno.

—Aquí tienes —dijo la ojiverde tendiéndome un vaso de agua con hielos.

—Gracias —sonreí cortésmente.

Tomé un poco mientras ella daba un sorbo.

—¿Lista para el siguiente? —preguntó.

—Dale play a ese video, pervertida —dije riendo.

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¡Lectoreeeees! Hola de nuevo. Los quiero.

Imaginas & One-shots de Fifth HarmonyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora