POV Omnisciente
-J-jaime creo que es suficiente.-Dijo el moreno intentando no gemir. Habían estado varios minutos así y Nicolás ya no podía más.
El enojón se separó segundos después con una sonrisa que Nicolás encontró algo socarrona.
Jaime miró el cuello de su moreno y este estaba lleno de manchas violáceas y sonrió ahora con orgullo.
-No quiero ni ver como quedo mi cuello.-Dijo el pequeño moreno con un leve sonrojo.
-No es bueno que me hables de otros weones.-Dijo el mafioso con una leve sonrisa acariciando la mano de su alma gemela.
-Era solo una broma.-Dijo el pequeño de los ojos violetas mirándolo directamente a los ojos a Jaime.
Notó que su alma gemela estaba mirando sus labios, haciendo, casi por inercia, que se lamiera el labio inferior.
Para Jaime eso fue casi una provocación. Y quería besarlo, de verdad que sí, pero no podía hacerlo hasta saber que eso era lo que Nicolás quería. Podría torturar, matar y todo eso, pero nunca obligaría a Nicolás a hacer algo que este no quiere, así que se separó de este, estando cerca de alguna manera pero no tanto como antes. El moreno frunció el ceño por eso, acaso había algo mal con él?. Pero no se animó a preguntarle esto último.
-Volvamos a la casa.-Dijo el enojón, no volviendo a tomar la mano de su alma gemela. Créanme, Jaime quería hacer todas estas cosas, pero necesitaba saber que Nicolás estaba bien con eso si es que lo hacía.
Se quedaron unos pocos minutos en silencio hasta que el moreno habló.
-Qué tuviste que ir a hacer?.-Preguntó el pequeño moreno, queriendo que su ex pareja le hablara.
El enojón lo miró unos segundos para luego apartar esta.
-Tuve que ir a cobrar algo.-Respondió Jaime sin dar más detalles sobre esto. Claro que esas eran las palabras más suaves que habían para decir o explicar lo que había hecho. De repente Jaime recordó algo y decidió hablarle sobre eso a su alma gemela.-En cuatro días más tengo que reunirme con unos socios y ellos llevaran acompañante, así que quería saber si querías venir conmigo.
-S-Sí, esta bien.-Dijo el pequeño travieso sorprendido de que este quisiera ir con él.-Qué tengo que usar?.
-Traje.-Contestó el mafioso mirándolo como si le estuviera preguntando si tiene terno o algo.
-No, no tengo terno, no iba a muchas cosas formales en Nueva York.-Dijo Nicolás algo avergonzado, pero también recordando a los clubs que salía allá. Definitivamente los de allá eran mucho mejores que los de Chile.
Jaime no dijo nada más y de la parte de arriba de su traje sacó una billetera. La abrió y Nicolás pudo notar miles de tarjetas de crédito y identidades falsas. El enojón sacó una y se la entregó a su alma gemela. Este la tomó algo extrañado.
-Por qué...
-Si necesitas comprarte cualquier cosa, esa es mi tarjeta real, ni siquiera te preocupes por cuanto cuestan las cosas que compras, no importa, si lo quieres simplemente lo compras.-Dijo Jaime sabiendo lo que su moreno le iba a decir. Este estaba con una leve sonrisa mirando la cara de asombro de Nicolás.
-Jaime es mucho...
-No Nico, te mereces eso y más.-Dijo el enojón volviendo a interrumpir a su alma gemela.
-Gracias Jaime.-Dijo el moreno con una leve sonrisa, tomando de la mano y entrelazando sus dedos con los del recién nombrado. Este último se sorprendió bastante pero no dijo nada, solo entrelazó también sus dedos con los de su alma gemela.
Unos minutos después, llegaron a la mansión, los dos con una sonrisa. El desconocido que le iba a pegar a Nicolás levantó las cejas al ver que este tenía varios chupones notorios en el cuello, pero era mejor omitir comentarios.
Entraron a la mansión y ahí estaba Manuel con Edgar sentados en uno de los sillones del living.
El ruloso abrió bastantes los ojos cuando vio que su mejor amigo tenía chupones mientras que Manuel se reía de lo rojo que estaba Nicolás.
-Chucha, menos mal que era ir a caminar no más.-Dijo Yelo guiñándole un ojo a Nicolás, haciendo que este se colocara aún más rojo si es que se podía.
-Manuel, necesito que mañana acompañes al Nico a comprar.-Dijo Jaime bastante serio. Nicolás ni siquiera sabía cuando este había cambiado de expresión.
-Encantado.-Dijo Manu con una leve sonrisa, pero Jaime no se la devolvió. Definitivamente habían algunas cosas que habían cambiado en su mejor amigo, pero no hablaban mucho de esas cosas, sabía que Jaime no le daría respuestas, tal vez ni siquiera lo miraría.
-Vamos a ir a una reunión con mis socios y ya sabes, necesita un traje.-Dijo el enojón dándole más detalles a su mejor amigo para que este se hiciera una idea.
-Oh, lo vas a llevar?.-Preguntó Edgar, casi no queriendo que su casi hermano fuera.
-Sí Edgar.-Respondió el mafioso observando al recién nombrado, notaba que había algo que le molestaba a este.-Algún problema?.
-Sabes que no es seguro.-Contestó el ruloso.
-Bien, hablemos de esto en otra parte.-Dijo Jaime, haciéndole un gesto a Edgar para que se levantara y lo siguiera. Esto para que otra gente que los viera, pensarían que se irían a sacar la chucha. O al menos que Jaime le iba a sacar la chucha a Edgar, ya que si antes era bueno, ahora era realmente mejor. Pero Manuel y Nicolás sabían que no era así, realmente iban a ir a conversar. Si se hubieran querido sacar la mierda, probablemente lo hubieran hecho ahí no más.
-Así qué volvieron a estar juntos?.-Preguntó Manuel cuando vio que estos se habían ido lejos.
-No.-Contestó el moreno, mirándolo.
-Pero vinieron tomados de la mano y no nos olvidemos de los chupones que tienes en el cuello.-Dijo Yelo confundido.
-No creo que hayan cambiado las cosas, Manu.-Dijo Nicolás, no queriendo hablar más de esas cosas.
-Pero...
-No quiero hablar de eso, recién volví y no quiero más problemas respecto a ese tema.-Dijo el pequeño de los ojos violeta.
-Esta bien, entiendo.-Dijo Manuel con una sonrisa amable.
Y lo que decía Nicolás era verdad, no quería pasar por lo mismo de hace un año atrás, no sabía si podría soportarlo otra vez.

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Mafia. (Jainico)
FanfictionTienen que leer la primera temporada llamada "Soulmates". La pueden encontrar en mi perfil!