Mafia. (Jainico)

45.-

POV Omnisciente

-Vamos a ver si gané la apuesta o no?.-Preguntó el hombre de los ojos rojos con una leve sonrisa, mirándolo.

-Un día es muy poco, además no creo que Dean este muy contento con Castiel por lo de ayer.-Respondió Nicolás con una pausa.-Pero bien, vamos a ver como perdiste.

Antes de que su moreno se levantará, Jaime lo tomó de la mano, deteniéndolo y haciendo que lo mire.

-Bien, pero es una apuesta, así que cuál es tu apuesta?.-Preguntó el enojón, viendo como Nicolás se tapaba con la sábana.

-Si yo gano, puedo ser activo una vez al menos.-Dijo el pequeño moreno, ni siquiera pensándolo, sabía bien lo que quería.-Y tu apuesta?.

-Que tú hagas lo que yo quiera.-Contestó el mafioso con una sonrisa pervertida, sabiendo exactamente lo que haría.-Teniendo claro esto, ahora si te puedes levantar.

Apenas el moreno se levantó, se quejó por el dolor de su cuerpo.

-Sabes que soy humano, cierto?.-Preguntó Nicolás, refiriéndose al dolor que sentía por todo el cuerpo.

-Claro que lo sé, pero yo no fui el que pidió más ayer, sin saber que hoy le iba a doler el cuerpo.-Respondió Jaime, quitándose la culpa de encima.

-Oh claro, ahora es mi culpa hacerte saber que eres mío y de nadie más.-Dijo el pequeño travieso buscando de su ropa limpia algo para colocarse. En poco tiempo lo encontró y empezó a vestirse. O al menos trató hasta que sintió a su prometido atrás suyo.-D-Debes colocarte ropa.

-Y así quieres ser el dominante, cariño?.-Preguntó el hombre de los ojos rojos, con un tono algo grave cerca del oído de su novio, haciendo que este se estremeciera por tres cosas. Primero, porque su novio le habló así en el oído. Segundo, porque sintió las manos de este último en su torso, tocándolo al igual que el día anterior. Y tercero, porque Jaime estaba desnudo y Nicolás apenas se había colocado su ropa interior.-Sabes? De la manera que me encanta verte sonrojado, también me encanta que te coloques nervioso por esto.

-Y-Yo no estoy nervioso.-Dijo su pequeño, mintiendo. Nadie le creería esto en realidad, ni siquiera Castiel.

-Oh cariño, tengo que recordarte que sé cuando mientes?.-Preguntó el enojón, casi susurrándolo sobre el cuello de su prometido, para que segundos después empezará a darle pequeños besos en este, haciendo que se colocará más nervioso. De hecho, el moreno estaba haciendo un tremendo esfuerzo para no gemir. Como ya les había dicho, ese es uno de los puntos débiles de este último.

-J-Jaime tenemos...

-Y también sé muy bien cuando intentas no gemir, amor.-Dijo Jaime, interrumpiéndolo, sabiendo igualmente lo que diría su novio.-Pero eso lo veremos en la noche, si?.

El moreno no pudo decir nada ya que sintió como su prometido le hacía otro chupón en el cuello. Luego de eso, Jaime se separó y se vistió junto con su novio. Cuando terminaron de hacer esto y iban a salir de la habitación, el enojón detuvo a Nicolás, haciendo que este lo mirara confundido.

-Si quieres cambiar la apuesta, ahora es el momento, después no te dejaré hacerlo.-Dijo el mafioso, como si estuviera advirtiéndole.

-No cambiaré la apuesta, sigo diciendo que serán como dos semanas que se demoraran en estar juntos. Y bueno, sigo queriendo ser activo una vez.-Dijo el pequeño moreno, bastante seguro de su decisión.-No serás tú el que quiere cambiar la apuesta?.

-Claro que no, sé que se van a demorar menos de un día y sigo queriendo que hagas lo que yo quiero, por lo menos un día.-Dijo el enojón con una leve sonrisa, sabiendo que después su novio se iba a arrepentir. Al menos le dio la oportunidad de hacerlo.

-Entonces nada ha cambiado, ahora podemos ir a ver quién ganó?.-Preguntó Nicolás, con una sonrisa, viendo que Jaime asentía y salían de la habitación.

Bajaron la escalera y fueron al living. A Nicolás fue el único que le sorprendió encontrar a Dean con Castiel despiertos y besándose.

Jaime carraspeó y estos se separaron de inmediato. Cas con un sonrojo en sus mejillas y Dean con una sonrisa en sus labios.

-Así que ahora están juntos?.-Preguntó el hombre de los ojos rojos, para confirmar que había ganado la apuesta.

Dean y Castiel se miraron. Este último esperó a que su alma gemela respondiera eso.

-Sí, estamos juntos.-Respondió el oji-verde todavía con una sonrisa, tomando de la mano a su pareja.

El enojón miró a Nicolás y este ya lo estaba mirando. El moreno entendió de inmediato que su prometido le había dicho "gané" a través esa mirada.

-Y durmieron acá?.-Preguntó Jaime, cambiando de tema, con una sonrisa de ganador en su cara.

-Sí, lo siento, solo que no quería irme a mi casa.-Se disculpó de inmediato Cas, con un puchero.-Además habíamos tomado, no creímos que iba a ser muy seguro.

-Cas, no te disculpes, de hecho, les iba a preguntar porqué no habían dormido en alguna de las habitaciones, si ya les dije, son mis amigos.-Dijo el mafioso, no queriendo que su amigo Castiel se culpara o algo. Jaime todavía no sabía como había contratado a Cas en su mafia siendo que este era un amor de persona.

-Oh, esta bien.-Dijo el recién nombrado con una sonrisa ahora, haciendo que desapareciera el puchero que tenía antes.

-Cas, quieres ayudarme a hacer el desayuno? Nicolás va a necesitar sus fuerzas para después.-Dijo el enojón con una sonrisa y un doble sentido notorio, pero que claro, Castiel no lo vio de esa manera.

-Lo vas a castigar por lo de ayer?.-Preguntó Cas, algo curioso, caminando hacia la cocina junto a Jaime.

-Sí, algo así.-Contestó el hombre de los ojos rojos, con una sonrisa dirigida a su novio para luego entrar a la cocina.

Dean, cuando se aseguró que Jaime ni Cas estaban escuchando y cosas por el estilo, miró a Nicolás con una ceja enarcada.

-Se puede saber?.-Preguntó el hombre de los ojos verdes, bastante curioso.

-Apostamos en cuanto se demorarían en estar juntos tú y Cas. Yo dije dos semanas y él dijo un día.-Explicó el moreno con una pausa y un ligero sonrojo.-Jaime dijo que si él ganaba, yo tendría que hacer lo que él quisiera. Y bueno, ganó.

-Chucha, entonces de verdad vas a necesitar fuerzas.-Dijo Dean, riéndose porque Nicolás se colocaba más rojo aún.

Ya verán que tiene preparado Jaime.