Mafia. (Jainico)

25.-

POV Omnisciente

-Qué haces aquí Nico?.-Preguntó Jaime cuando llegaron a su oficina, que por cierto era gigante.

Nicolás lo miró unos segundos a los ojos y bajó la mirada.

-Lo lamento Jaime, por lo que dije. No eres un monstruo, de verdad que no, yo solo no pensé en ese momento. Era obvio que si tienes una mafia tienen narcotráfico y todo eso. Eso es inhumano, lo sé, pero tú no eres así, yo te conozco. Yo tampoco soy una víctima en esto.-Dijo el pequeño de los ojos violeta arrepentido y con un pausa.-Y si eres un monstruo, yo también lo quiero ser junto contigo.

Jaime tomó de las manos a Nicolás y lo acercó más a él, con una leve sonrisa en sus labios.

-Cariño, no hay nada que perdonar, tuve que decirte desde un principio lo que hago.-Dijo el enojón, mirando unos segundos los brazos de este para notar que las marcas de las manos de los empleados seguían ahí.-Esos conchetumadres me la van a pagar y esa maraca igual.

-No creo que sea la culpa de ellos, de alguna manera tienen que protegerte o algo así.-Dijo el moreno con una ligera sonrisa, demasiado cerca de su novio.

-Igual weón, no me gusta que te hayan dañado.-Dijo el mafioso con el ceño fruncido, ahora mirando los labios de su novio, relajándose por completo cuando sintió que Nicolás había colocado sus brazos al rededor de su cuello.

-Te amo.-Dijo el pequeño de los ojos violeta sinceramente, mirando a su alma gemela a los ojos.

-Yo también te amo, cariño.-Dijo Jaime sonriendo para que segundos después este bese a Nicolás, algo lento pero atrevido al mismo tiempo.

Estuvieron varios minutos así hasta que tocaron la puerta.

-Debiste hacer esta oficina insonora.-Bromeó el pequeño moreno con una sonrisa, separándose un poco de su pololo.

-Lo es, pero con un material más caro donde si podemos escuchar lo que pasa afuera pero ellos no saben lo que pasa acá.-Dijo el enojón guiñándole un ojo a su novio.-Por si quieres hacer algo acá, ya sabes.

-Cállate y abre la puerta mejor.-Dijo el moreno con un sonrojo, haciendo que su otra mitad se riera y fuera a abrir la puerta.

Nicolás vio a una mujer con unos papeles en sus manos. No era la secretaria de la entrada, se los podía asegurar, era más linda. Y el moreno, como siempre, sabía que ella se veía mucho mejor que él.

-Jaime te traje los archivos y contactos que me pediste.-Dijo la maraca que le guiñó un ojo al recién nombrado cuando terminó de decir esto.

Espera... Esa weona le había dicho por el nombre a su novio? Quién se creía?.

-Gracias.-Dijo Jaime con una leve sonrisa mirándola unos segundos.-Te puedes ir.

Pero a la weona se le ocurrió otra cosa y empezó a hablarle a el enojón.

-Quién es él?.-Preguntó la maraca de mierda chupa pico, digo, la señorita mirando fijamente al moreno.

-Él es mi novio, Nicolás.-Respondió el mafioso con una sonrisa dirigida a su pololo, quien estaba con los brazos cruzados y con el ceño fruncido.

-Tu novio? Wow, él era del que hablabas siempre?.-Preguntó la señorita con una leve sonrisa, avergonzando algo a Jaime.

-Cállate y ándate.-Contestó el enojón intentando colocarse serio pero no pudiendo.

-Sí, sí, ya me voy. Igual en la noche te molestaré.-Dijo la maraca que no le caía bien a Nicolás, entregándole los papeles al enojón para luego irse, cerrando la puerta de la oficina.

-Quién es esa weona?.-Preguntó su pequeño de inmediato, con el ceño fruncido y algo celoso.

-Mi secretaria personal.-Respondió Jaime, diciendo la verdad.

-Y qué tiene la secretaria del primer piso?.-Preguntó el moreno, notando que Jaime dejaba los papeles en su escritorio para luego acercarse lentamente a él.

-Esa es la secretaria de la empresa, esta en todos lados. La que estaba hace poco tiempo aquí es mi secretaria que tiene que ver con asuntos que solo tienen que ver conmigo.-Contestó el mafioso, acercando a su novio más a él.

-No me agrada, además cómo que en la noche te molestara?.-Preguntó su alma gemela, notando como Jaime se reía.-No te rías infiel, lo digo en serio.

-Mi mañoso, ella dijo que saliéramos hoy en la noche y yo te iba a decir que me acompañaras cuando hubiera llegado a la casa, pero te adelantaste y viniste.-Dijo el enojón, muy cerca de su pololo.-Espera, quién te trajo?.

-Tienes que prometerme que no le harás daño.-Dijo primero el pequeño travieso, solo asegurándose.

-Álvaro.-Gruñó Jaime el nombre de su amigo, de inmediato sabiendo que era él. Quién podría haber sido y que a Nicolás le importara?.

-Yo se lo pedí y tú dijiste que yo mandaba también y que me debían tratar como a ti.-Dijo su otra mitad, intentando que su pololo no se colocara celoso.

-Pero tenía que ser ese weón?.-Preguntó el mafioso con un semi-gruñido.

-Es él único que conozco y que yo no le he pegado.-Respondió Nicolás, acariciando el rostro de su novio para que se relajara.-Vamos Jaime, sabes que soy tuyo y que yo te amo solamente a ti, no a Álvaro ni a otro weón, solo a ti.

-Yo también te amo solo a ti Nico.-Dijo el enojón con una leve sonrisa.-Pero ese weón no se va a salvar de una charla.

-Por fin averigüé que significaba Kindred Spirits.-Dijo el pequeño moreno, cambiando de tema.-Así que almas gemelas?.

-Bueno, si todo había empezado solo para buscarte y al mismo tiempo olvidarte, por cierto no funciono, tenía que ver algo contigo o con nosotros.-Dijo Jaime sonriéndole.

-Y por qué en Alemán?.-Preguntó el chico de los ojos violeta, algo curioso por eso.

-En Inglés es muy usado, o sea quién le pone Soulmates a alguna wea? Ni siquiera suena bien para un libro.-Dijo el mafioso con una pausa, riéndose ligeramente solo porque Nicolás también lo hacía.-Pensé en un idioma que me gustaría aprender y lo primero que se me ocurrió fue en Alemán. También busqué en Ruso pero muy complicado.

-Eres el mejor.-Dijo su pequeño de repente, para luego tomarlo por sorpresa al enojón y besarlo.

Claro que le costó poco corresponder a aquél gesto de amor y reconciliación.