POV Omnisciente
-Yo te dije que ese weón te tenía ganas.-Dijo el moreno para luego tomar un sorbo de su jugo favorito.
-Siempre creí que él me quería como amigo no más, y que cuando se sonrojaba era solo porque era tímido.-Se intentó defender el mafioso, diciendo la verdad.
-Tal vez cuantas indirectas te dio ese weón, pero a la próxima no voy a dejar que me detengas.-Dijo Nicolás con el ceño fruncido.
-Sabes que no dejaré que pase otra vez, le dejaré las cosas en claro.-Dijo Jaime con una ligera pausa.-Menos mal que no te alcanzó a golpear ni una vez, o si no ahí me hubiera enojado y Tomas hubiera tenido un gran problema conmigo.
-Un gran problema conmigo también, tú no lo hubieras torturado, lo hubiera hecho yo.-Dijo el pequeño moreno con una sonrisa algo maliciosa,, imaginándose las torturas que le hubiera hecho a Tomas.-Y hablando de torturas, qué le hiciste a Álvaro?.
-Espera qué? Quién te dijo que yo le había hecho algo? Acaso fue Álvaro? Porque si te dijo él, le voy a sacar la conchetumadre...
-No fue él, pero no es difícil darse cuenta que tenía que ver contigo, acaso lo viste hoy? Con un ojo morado, varias cicatrices y heridas en la cara.-Dijo el pequeño de los ojos violeta, interrumpiéndolo antes de que este se enojara más.-Por qué lo hiciste?.
-Te prometo que iba a hacer una charla, algo amenazadora, pero igualmente.-Dijo Jaime con una pausa.-Pero él se rehusó a hacer algunas cosas para mí y bueno, tuvo que ser a la mala.
-No quiso hacer algo? Qué tan malo pudo ser lo que le mandaste a hacer para que no quisiera?.-Preguntó el pequeño travieso, curioso por aquél tema.
-No era algo tan malo. Bueno, si a mí me lo pidieran, sería imposible pero para él no.-Respondió el mafioso sin dar más detalles.
Nicolás al notar que Jaime no quería seguir hablando más sobre eso, asintió y cambió el tema. Tendrían que hablar de eso otro día.
-Jaime, no hay Sushi acá, cierto?.-Preguntó el moreno, cambiando la conversación al 100%.
-No, pero créeme que ya mandé a alguien a que fuera a comprar Sushi especialmente para ti.-Contestó el enojón con una leve sonrisa.
-Y más de estos juguitos?.-Preguntó su pequeño como si en verdad fuera un niño, haciendo que el corazón del mafioso se derritiera por su alma gemela.
-Todo lo que tú quieras, cariño.-Respondió Jaime, acercándose a su novio para abrazarlo ligeramente.
El moreno se quedó unos segundos quieto para luego dejar la bandeja que lo incomodaba en el piso y poder abrazar a su pololo.
-No trabajas los fines de semana, cierto?.-Preguntó el pequeño moreno, casi en un murmuro cerca de su oído.
-Claro que no, apenas voy en la semana a mi lugar de trabajo y iría los fines de semana.-Contestó el mafioso con un tono divertido.
-Menos mal, te quiero tener para mí estos días.-Dijo Nicolás abrazándolo más fuerte, sintiendo el calor corporal de su novio.
-No me importaría estar así todos los días, cariño, contigo.-Dijo el enojón con un tono bastante delicado, como que si le hablaba más fuerte a su alma gemela, este se asustaría.
De repente Nicolás tuvo una duda en ese momento en su cabeza. De esas dudas que pueden o no dejar la cagá.
-Jaime, cuando iré a tu lugar de trabajo? Para ver lo que haces y todo eso.-Dijo el pequeño travieso, notando como su otra mitad se tensaba.
El recién nombrado se separó de su alma gemela para mirar a este con una cara algo neutra.
-Nico, debes saber que es muy diferente ahí, todo, hasta yo.-Dijo Jaime con una pausa.-No es buena idea que vayas, lo digo en serio.
-Vamos, no es como si tuvieras un tráfico de drogas o algo así.-Dijo el pequeño moreno, riéndose al menos hasta que vio la cara seria de su pololo y que este desviará su mirada.-No Jaime, no.
-Nico, es una mafia, ya no es como antes que solo eran carreras, hay cosas que tienes que hacer para que la mafia surja. Debías saber que hacemos cosas que otros llaman "inhumanas".-Dijo su alma gemela, no queriendo mirar a su pareja.
-También tienes tráfico de personas o algo así?.-Preguntó Nicolás, no sabiendo si molestarse o no con este. Decidió que sí.
-De verdad quieres hablar de estas cosas ahora? No podemos tener un día sin dramas?.-Preguntó Jaime sin responderle, levantándose para vestirse. Nicolás pudo notar en la voz de este enojo.
-Sabía que matabas gente, pero no que lidiabas con drogas y todo tipo de tráfico.-Dijo el moreno, tampoco sin responderle, viendo como este iba al closet a sacar un traje y una camisa limpia para colocarse.
-Pues esta es mi vida Nicolás, lamento que no sea de tu gusto.-Dijo el mafioso con un cierto cinismo.
-Tu vida antes no era así.-Dijo el pequeño de los ojos violeta, mirando como este se vestía rápido para salir de ahí.-Antes era algo peligrosa pero no hacías esto, y éramos los dos felices.
-Eso fue antes de que te fueras Nicolás, como tú dijiste, éramos felices, tiempo pasado.-Dijo el enojón subiéndose los pantalones y abrochándoselos.-Tuve que mantenerme ocupado en algo para no pensar en ti, y esto fue lo que surgió.
-Hay gente de la que traficas que tiene familia Jaime, acaso no piensas en eso?.-Preguntó su alma gemela, viendo como este se colocaba los zapatos y se los abrochaba para irse de ahí.
-Qué quieres que te diga Nicolás? Lo siento? Crees que no he pensado en esas cosas? Pero es demasiado tarde, no puedo cambiar nada.-Respondió Jaime confrontando a Nicolás, quien seguía en la cama observándolo.
-En la manera en que lo dices, es como si fueras un monstruo Jaime.-Dijo el pequeño con una pausa.-Chucha, lo siento, lo eres.
Jaime lo miró unos segundos a los ojos para luego desviar su mirada.
-Lo siento.-Dijo el mafioso con una pausa.-Sabía que no debía involucrarte en esto. No es tarde para que te alejes de mí lo más rápido posible. Eso es lo que hacen las victimas, escapan del monstruo.
Con eso dicho, Jaime se fue de la habitación, sin ni siquiera mirar atrás.

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Mafia. (Jainico)
FanfictionTienen que leer la primera temporada llamada "Soulmates". La pueden encontrar en mi perfil!