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POV Omnisciente

Jaime ya había ordenado que averiguaran de que mafia era el weón que intentó asesinar a su prometido. No le importaba que haya sido solo uno quien haya querido matar a su novio, todos la pagarían.

Estuvo varias horas esperando a que Nicolás despertará, pero solo al verlo así, le daban ganas de llorar. Mientras miraba a su pololo en ese estado, recibió un mensaje. Sacó su celular y leyó este.

"Todo esta bien? Nunca te vas de esa manera" había enviado Castiel, quien estaba preocupado por su amigo.

"Le dispararon a Nicolás, dos veces." escribió el oji-marrón para luego mandárselo.

"Sabes quién fue?" preguntó Cas a través del mensaje de texto.

"Sí, pero Nicolás lo mató." contestó Jaime, sintiendo la rabia invadir su cuerpo.

"Yo descubriré de la mafia que era ese weón y los mataré yo mismo." había enviado bastante en serio el hombre de los ojos celestes.

"Lo dices en serio?".-Preguntó el enojón, ni tan sorprendido tampoco. Desde antes conocía bastante a Castiel, tal vez nunca habían hablado de ser amigos, pero se tenían bastante confianza, bueno, y aún así Jaime nunca le había dejado que le diga por su nombre.

"Sabes muy bien que sí. Otro día nos juntaremos, para... Ya sabes." había contestado su amigo.

"Bien, yo te avisaré. Si encuentras esa mafia, mándame un mensaje, si?". Envió Jaime, recibiendo una respuesta de inmediato.

"No soy weón. Así se dice acá, cierto?." había preguntado Castiel, haciendo que Jaime se riera por primera vez en el día.

"Sí Cas, vas aprendiendo" respondió el oji-marrón, casi de inmediato. Después de eso no recibió otro mensaje de su amigo. Probablemente este último ya estuviera averiguando de que mafia era el weón.

Jaime guardó su celular y miró a su novio. Se sorprendió al ver que este lo estaba mirando, con una leve sonrisa.

-Por qué no me dijiste que ya estabas despierto?.-Preguntó el enojón, tomando de la mano a su novio, acariciándola lentamente.

-Bueno, creo que quería verte algo tranquilo.-Contestó Nicolás, intentando acomodarse un poco en la cama, pero lo único que pudo hacer fue quejarse y sentir aquél dolor en su torso.

Jaime se levantó de inmediato, viendo como estaba su pololo.

-Quieres que te de alguna pastilla para el dolor, cariño?.-Preguntó Jaime, sentándose un poco en la cama, pero algo lejos de su alma gemela, solo para asegurarse que si se acercaba, no le haría algo de daño a este.

-No, no quiero.-Respondió el pequeño moreno con una leve pausa.-Probablemente me darán sueño con esas pastillas y no quiero dormir.

-Esta bien, pero te obligaré a que te las tomes si es que sientes mucho dolor, si?.-Preguntó el oji-marrón, solo con una leve sonrisa.

-Tus ojos volvieron a ser normales.-Dijo el pequeño travieso, acercando su brazo a la cara de su novio. Este último se acercó a la mano de Nicolás y este acarició su cara con cuidado.

-Los tuyos también volvieron.-Dijo el mafioso, viendo que su otra mitad le sonreía.

-Pucha, ya me había acostumbrado a ser especial por mis ojos.-Dijo el moreno, con un puchero.

-Cariño, tú no eres especial solo por tus ojos, créeme.-Dijo Jaime, dándole la contraría a su novio.

-Diré que sí.-Dijo Nicolás, sintiendo sus mejillas enrojecer, viendo como su novio le sonreía al notar esto. Jaime no pudo evitar acercarse un poco para acariciar las mejillas sonrojadas de su prometido.-Lo maté, cierto? Porque o si no, vas a tener que enseñarme a disparar.

-Sí Nico, lo mataste. Y si no lo hubieras hecho, yo mismo lo hubiera hecho.-Dijo el enojón mirándolo directamente hacia los ojos.

-Sé que lo harías.-Dijo el recién nombrado, conociendo bien a su novio.

-Voy a buscar a la mafia de ese weón Nico, y todos la pagaran.-Dijo el mafioso, diciendo la verdad con la mandíbula tensa, sintiendo como su pololo le hacía aún más cariño, para que se tranquilizara.-No debiste haber salido solo, amor.

-Muy bien, mientras nadie salga herido además de ellos, lo acepto.-Dijo el moreno con una pausa.-Pero no te enojes ahora Jaime, ya habrá tiempo para eso.

-Esta bien.-Dijo el oji-marrón mafioso, suspirando solo una vez para calmarse, viendo que los ojos de su novio volvían a colocarse violeta.-Tus ojos volvieron a ser violeta, cariño.

-Y los tuyos volvieron a ser rojos.-Dijo el pequeño moreno, algo extrañado, no sabiendo porque cambiaban sus ojos de aquella manera.

-Bueno, mis ojos rojos me gustan, se ven más intimidantes.-Dijo Jaime con una leve sonrisa, viendo como su novio se movía un poco hacia él solo para darle un pequeño beso en los labios.

Cuando el moreno volvió a acomodarse en la cama, se quejó otra vez.

-Sabes que yo me podía acercar para que nos besemos?.-Preguntó el enojón, con un tono de que lo iba a retar probablemente.-Nico, te dispararon, no debes hacer movimientos bruscos. De hecho, ni siquiera te deberías estar moviendo.

-Pero yo lo quería hacer.-Dijo el recién nombrado con otro puchero.-Sabes que yo no me puedo quedar quieto.

-Claro que lo sé, pero tienes que hacer tu mayor esfuerzo, cariño. Tus heridas se tienen que sanar bien.-Dijo el mafioso, acercándose más a su alma gemela, pero con cuidado. Si antes siempre tenía cuidado con Nicolás, imagínense ahora. Le dio un pequeño beso en la frente, haciendo que su moreno sonriera.-Quieres que te traiga algo de comer, amor?.

-No, estoy bien.-Contestó Nicolás, queriendo abrazar a su prometido.

-Estás seguro? Has comido algo desde que fui a mi trabajo?.-Preguntó el hombre de los ojos rojos, mirándolo directamente a los ojos para saber si este le mentía o no.

-No.-Respondió el pequeño moreno, viendo como su novio se levantaba de inmediato para que le vaya a buscar algo.

-Nico, después de que te sanes, de verdad que te castigaré.-Dijo Jaime, queriendo estar serio, pero claro que no pudo y le sonrió para luego salir de la habitación, dejando la puerta abierta.

Nicolás vio su polera al lado suyo y la pistola debajo de esta, casi como si estuviera escondida.

-Hola Nico.-Dijo Álvaro, haciendo que el recién nombrado se sobresaltara.

-Hola.-Dijo el moreno extrañado.-Jaime te dejo entrar a la pieza?

-Bueno, en realidad él no sabe que estoy aquí.-Dijo Álvaro, acercándose algo peligrosamente a Nicolás, haciendo que este presintiera que algo malo pasaría.

-No te acerques Álvaro.-Dijo Nicolás, ordenándolo, haciendo que su "amigo" parara por unos segundos.

-Por qué Jaime? Creo que te he tratado mejor que él y he intentado comprenderte, pero no sé porque él.-Dijo el recién nombrado, volviendo a acercarse a él, haciendo que el moreno se pusiera nervioso.

Pocos segundos después, Álvaro tomó fuertemente a Nicolás del brazo, haciendo que este se quejará y lo empujará. El moreno sacó su arma, la cargó y sacó el seguro de esta, para luego apuntar directamente a Álvaro.

-Qué vas a hacer? Dispararme?.-Preguntó Álvaro, burlándose, mientras volvía a acercarse a Nicolás.

El moreno tragó saliva, algo nervioso y finalmente apretó el gatillo, haciendo que el disparo se escuchara por toda la casa. Lo siguiente que supo, era que Jaime fue corriendo a la habitación para saber que había pasado.

El mafioso miró el cuerpo de Álvaro en el suelo y no había duda de que este estaba muerto. Nicolás lo había matado.

Mafia. (Jainico) Место, где живут истории. Откройте их для себя