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POV Omnisciente

Ya era el día de la boda y el moreno estaba bastante nervioso. Quería que todo saliera bien, que nadie apareciera con intención de matarlos ni nada.

Al final Manuel los "convenció" de hacerlo a lo tradicional, sobre no verse el día anterior y todo eso. Pero claro que Manuel no se dio cuenta que en un momento Nicolás desapareció de la despedida de soltero para "dormir", cuando en realidad Jaime lo estaba esperando en su habitación, queriendo besar a su novio. En realidad no lo había visto en la mayoría del día, solo fue a verlo esa noche, ya que lo extrañaba mucho.

Era difícil estar solo un rato sin tu alma gemela cuando tenías planeado pasar la eternidad con él.

Las despedidas de soltero no fueron nada fuera de lo normal. Habían acordado nada de bailarines ni cosas así, ya que probablemente se pondrían demasiado celosos y los irían a buscar.

Nicolás se sorprendió un poco cuando en su despedida de soltero no vio a Castiel. Se habían arreglado y habían aclarado las cosas. El moreno le había asegurado a su amigo que no estaba enojado con él ni nada, solo se había puesto muy celoso por lo cerca que Cas estaba de su novio y simplemente no razonó. Después se enteró por su mejor amigo que Castiel estaba en la despedida de soltero de su enojón. Claro que no se colocó celoso ni nada, pero le parecía algo raro, ya que al principio él era más cercano al oji-azul que su novio. Pero claro, las cosas habían cambiado bastante en ese tiempo, así que ya no le parecía tan extraño.

Claro que nada pasó entre Castiel y Jaime esa noche, además de unos abrazos y unos besos en la mejilla. Los besos en la mejilla eran simplemente porque Cas estaba algo mareado y claro, se colocaba más cariñoso.

Dean no había ido a la despedida de soltero del mafioso. De hecho, fue a la de Nicolás y eso si lo entendió, ya que sabía que Jaime había hablado con Dean sobre que si le hacía daño a Cas, él le proporcionaría el mismo daño o simplemente peor.

Pero exceptuando esto, todo había salido bastante bien en las despedidas de soltero.

El moreno ahora ya se había bañado y colocado su traje negro, que le quedaba a la medida. Manuel de hecho no lo había visto hasta que fue a la habitación de Nicolás para ver si este necesitaba algo o no.

-Nico, te ves muy bien.-Dijo Yelo mirándolo de arriba para abajo. En ese momento solo pudo pensar en la cara de adoración de Jaime cuando lo vea con ese terno.

-Tú crees?.-Preguntó el pequeño moreno, algo inseguro, mientras veía como su amigo le arreglaba un poco el traje.

-No lo creo Nico, lo sé.-Contestó Manu con una sonrisa, terminando de arreglar lo que estaba usando a su amigo.

-Crees que le guste el traje al Jaime?.-Preguntó el pequeño travieso, mirándose en un espejo una vez más.

-Claro que sí. De hecho, creo que lo amará.-Respondió Manuel, todavía con esa sonrisa de felicidad en sus labios.

-Confiaré en eso.-Dijo el moreno, mientras se peinaba un poco más y luego se echa perfume.

-Nervioso?.-Preguntó su amigo, conociendo al prometido de su mejor amigo.

-Demasiado.-Contestó Nicolás, girándose para mirar a Manuel.

-No debes estarlo, todo saldrá bien Nico.-Dijo Yelo, muy seguro de eso.

-No lo sé. Qué tal si alguien llega para vengarse o algo así?.-Preguntó el chico de los ojos violetas, algo preocupado por eso.

-Eso no pasará. Crees que Jaime no se ha encargado de eso?.-Preguntó Manu, contestándole al mismo tiempo mientras se tomaba una pausa para seguir hablando.-El Jaime nunca dejaría que te pasara algo más después de que te dispararon. Crees que alguna de las mafias que te querían muerto o algo así siguen en pie?

-No me dijo nada de eso.-Dijo el pequeño moreno, sintiendo como las ganas de besar a su novio aumentaban cada vez más. Solo quería verlo en aquél altar y lanzarse a sus brazos, pero Manuel ya había hablado con él para que no hiciera nada de eso.

-Claro que no te lo diría, ya que tú te ibas a preocupar por lo que hacía él y las probabilidades de salir herido o algo.-Dijo Manuel, mirando su celular unos segundos para luego guardándolo.

-Lo amo, de verdad que lo hago, pero si se vuelve a ponerse en riesgo de esa manera, lo dejo sin sexo un mes.-Dijo el moreno con el ceño fruncido pero aún así con un tono divertido. Ni siquiera podían durar una semana así y durarían un mes, pero era una buena amenaza igualmente.

Manuel se rió bastante por eso y siguieron hablando por treinta minutos hasta que el primero le avisó que ya era hora.

El moreno asintió y salieron de la habitación. Cuando bajaron, todos sus amigos ya se habían ido para el lugar de la boda, haciendo que Nicolás se colocara aún más nervioso.

De inmediato salieron de la mansión y lo primero que vio Nicolás en la calle era un limusina.

-En serio? Una limusina?.-Preguntó el pequeño travieso, tomándolo por sorpresa.-No pudo ser en cualquiera de los otros autos de Jaime? En serio tuvo que comprar una limusina?

-Bueno, te diré lo mismo que me dijo él.-Había dicho su amigo con una leve pausa.-Las palabras que él uso fueron "Nicolás merece lo mejor y si yo tengo la oportunidad de dárselo, lo haré".

-Jaime me va a matar de amor.-Dijo el recién nombrado con las mejillas rojitas, haciendo que Manuel sintiera demasiada ternura.

Luego de eso, subieron a la limusina. Esta de inmediato empezó a moverse al lugar donde la celebración se realizaría.

El moreno apenas habló en el camino, realmente quería ver a su novio/futuro esposo en ese instante, pero claro que no se podía. Al menos no se demoraron tanto en llegar, o al menos eso dijo Manuel.

Treinta y cinco minutos después llegaron a aquél lugar. Manuel se bajó primero para ayudar a salir a su amigo de la limusina. El moreno escuchaba una música empezando a sonar en ese lugar, haciendo que también escuchara su corazón latir fuertemente.

Manuel tomó del brazo a Nicolás para luego comenzar a caminar lentamente hacia el interior de la iglesia. Apenas entraron, lo primero que vio el pequeño moreno fue a su alma gemela, con una sonrisa en sus labios mirándolo con un brillo en sus ojos que en realidad todos notaban.

Ese fue el camino más largo para el moreno, sentía que en cada paso que daba se demoraba como al menos una hora, cuando todos sabemos que no era así. Cuando finalmente estuvo cerca de Jaime, este último se acercó a él y lo tomó del brazo al mismo tiempo que Manuel lo soltó.

Se colocaron los dos en sus lugares y escucharon que el señor del Registro Civil empezaba a hablar, pero ellos simplemente no le tomaban atención, estaban tan perdidos en los ojos del otro que era lo mismo si estuvieran solos.

Cuando estuvieron ahí, ellos podían jurar que volvieron a sentir aquellos colores con los que se habían conocido. Recordaron cada momento que tuvieron que pasar para que estuvieran juntos en ese instante. Claro, las cosas hubieran sido más fáciles antes si hubieran sido más razonables pero no podían decir que todo había sido en vano.

Ni siquiera sabían cuanto tiempo había pasado cuando ya se escucharon diciendo acepto para luego unirse en un beso lento, como si hubiera sido el primero.

Mafia. (Jainico) Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon