30.-

1.5K 178 52
                                    

POV Omnisciente

Cuando llegaron al hotel que la secretaria personal de Jaime le había aconsejado, el enojón sacó las maletas del portaequipaje y le insistió a Nicolás que él le llevaría sus valijas.

Entraron al hotel que se veía bastante lujoso, igualmente sabía Nicolás que sería algo así, hablamos de Jaime, que es mafioso y le gusta que todo sea lo mejor para los dos.

Se acercaron a la recepcionista, esta los atendió de inmediato, bastante amable con ambos. Decidieron que se quedarían dos días en el hotel, y si ocurría algo y iban a quedarse más días, la recepcionista les dijo que le avisaran a ella no más, que no habría ningún problema.

Mientras Jaime pagaba, la recepcionista decidió preguntarle algo a los dos.

-Hace cuanto tiempo que están casados?.-Preguntó la encargada de la recepción, mirándolos con una sonrisa algo enternecida.

Nicolás se sonrojó y Jaime sonrió por dos cosas. La primera por ver a su moreno así y la segunda al pensar en la idea de estar casado con Nicolás.

-Llevamos casados dos años.-Respondió el mafioso con una leve sonrisa, mintiendo claramente pero gustándole la idea de actuar como si estuviera casado con su novio.

-Me alegro mucho por ustedes en verdad, yo le pedí matrimonio a mi novia hace como un mes.-Dijo la recepcionista, algo feliz al recordar eso.

-Ojala que sean muy felices.-Dijo Nicolás sinceramente, aún un poco avergonzado y algo tímido.

-Acá están las llaves de su habitación y recuerden usar lubricante siempre.-Dijo la encargada de la recepción riéndose bastante, al igual que Jaime.

-Bueno, a veces no es necesario...

El moreno se volvió a colocar rojo, tomó las llaves y se fue corriendo al ascensor para no seguir escuchando, dejando a su novio atrás con sus maletas.

Para su mala suerte, Jaime llegó justo cuando las puertas del ascensor se iban a cerrar. Su pololo entró al ascensor junto a él.

-Acaso me ibas a dejar afuera de nuestra habitación?.-Preguntó el enojón, mirando a su novio, quien obviamente no quería mirarlo de vuelta.

-Si hubiera alcanzado, sí.-Respondió el chico de los ojos violeta, con los brazos cruzados.

-Y qué hice yo para merecer eso?.-Preguntó Jaime, acercando a su alma gemela más a él para abrazarlo aunque sea unos segundos.

-Reírte de mí y hablar sobre nuestra vida sexual, sabes que esas cosas me dan vergüenza.-Contestó el pequeño moreno, separándose del abrazo y mirando solo unos segundos a su otra mitad.

-Pero cuando estamos solos...

-Jaime, cuando estamos solos todo cambia, porque se trata de algo de nosotros dos no más, cómo te sentirías tú si hablará con Castiel sobre usar lubricante?.-Preguntó su pequeño, interrumpiéndolo.

-Probablemente estaría bastante enojado.-Respondió el enojón, entendiendo a su novio y dándose cuenta de su error.-Lo lamento Nico, no hablaré sobre esas cosas ni nada que te pueda avergonzar, o al menos intentaré que no sea nada sexual.

-Y por qué no le dijiste que no estamos casados?.-Preguntó el pequeño travieso, cambiando de tema, algo curioso respecto a eso.

-Porque quería ver como era actuar que estamos casados.-Contestó Jaime con una leve sonrisa, saliendo del ascensor cuando este abrió sus puertas.

-Y qué te pareció?.-Preguntó Nicolás algo nervioso, mientras buscaba el número de su habitación.

-Me gusta la idea de estar casado contigo Nico, si es eso lo que quieres saber.-Respondió el mafioso con una sonrisa, al ver que su novio se quedaba paralizado.-Cariño, esa es nuestra habitación.

Eso último lo había dicho para que su pololo saliera de su shock y abriera la puerta, ya que él estaba con las dos maletas en sus manos.

El moreno lo miró unos segundos y asintió. Se notaba que estaba aún más nervioso que antes.

Nicolás abrió la puerta y entró primero solo porque Jaime se lo dijo.

Era una habitación bastante linda y espaciosa. Era obvio que la cama era matrimonial.

Jaime dejó las maletas de Nicolás un poco lejos de la cama no más. Cerró la puerta y lo primero que hizo fue abrazar a su novio y tirarse los dos a la cama, haciendo que el moreno se riera.

-Sabes qué eres como un niño para algunas weas?.-Preguntó el pequeño moreno, acomodándose más cerca de su alma gemela, quedando unos pocos centímetros de distancia entre sus caras.

-Nico, yo soy así solamente contigo, ni siquiera con el Manuel o el Edgar, tú me haces querer cambiar, ser mejor.-Contestó el enojón con una leve sonrisa, siendo sincero con su otra mitad.

-Solo por ser demasiado tierno, haré que la oferta baje a cincuenta mil, y haré todo lo que tú quieras.-Dijo Nicolás, arruinando un poco el momento pero haciendo que su novio se riera.

-Ni siquiera va a ser un buen rato, cariño, va a ser la mejor noche de tu eternidad.-Dijo Jaime sonriéndole, acercando aún más a su moreno contra él. Pero esta vez no lo acercó por la cintura, lo acercó por el trasero de este, haciendo que el único impedimento en ese momento fuera sus ropas.

-Ni siquiera me has pagado y ya me estas tocando.-Dijo su pequeño, con una leve sonrisa.

-Ya veremos si es necesario o no, cariño.-Dijo el mafioso, mirando los labios de su novio para luego besar estos, con algo de pasión y atrevimiento.

Nicolás lo besó de vuelta, estaban casi como compitiendo por la dominancia en la boca del otro. Es bastante obvio quien fue el ganador.

Estuvieron bastantes minutos así, hasta que el pequeño moreno se separó, haciendo que Jaime se confundiera un poco.

-Qué tal si mañana tenemos todo el sexo que tú quieras, bueno, hasta que tenga que salir con Castiel y yo ahora solo te admiro?.-Preguntó Nicolás, sintiéndose algo estúpido por haber calentado la sopa para luego no tomársela.-Lo siento se que soy...

-Nico, esta bien.-Dijo el enojón con una leve sonrisa, acariciando el rostro de su novio.-Ni siquiera es necesario que tengamos sexo mañana si no quieres. Aunque ya hayamos hecho el amor, no significa que empezaré a hacer cosas que tú no quieres o que no te agraden, todo seguirá como antes.-Finalizó Jaime, calmando a Nicolás con aquellas palabras.

-Eres el mejor novio, lo sabías?.-Preguntó el moreno abrazándolo, haciendo que Jaime sonriera por lo que este le acababa de decir.

-Es lo que te mereces.-Respondió el mafioso, abrazando devuelta a su pololo.

Nicolás se merecía lo mejor. Y lo mejor es Jaime, créanme.

Mafia. (Jainico) Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang