Mafia. (Jainico)

18.-

POV Omnisciente

Al final ya era el día de la reunión que tenía Jaime con sus socios y Nicolás estaba algo nervioso. Qué tal si les daba una mal impresión a estos?. Jaime le había repetido incontables veces que no sería así, pero igualmente era una opción.

Respecto a esas dos palabras que Nicolás no podía decir, no habían hablado más del tema en realidad. El moreno sabía que debían hablarlo, pero conocía demasiado a Jaime como para saber que este estaba evitando aquél tema de cualquier manera. Pero seguían las cosas igual de normales.

Jaime se había ido a trabajar por unas horas ese día, así que Manuel con Naiko le hicieron compañía aquél tiempo mientras se arreglaba.

-Cómo te fue en Nueva York?.-Preguntó Naiko sentado en la cama que Nicolás compartía con Jaime.-Puedo sentarme acá cierto? No quiero saber que han hecho en esta cama.-Finalizó el pequeño mentiroso con una risa acompañada de Manuel.

-Me fue bien, no me podría quejar.-Respondió el moreno con un leve sonrojo al recién recapacitar de lo que había dicho su amigo.-Cállate.

-Espera, todavía no han...

-Naiko por favor cállate, no quiero hablar de eso.-Dijo Nicolás, interrumpiendo a su amigo de lo que diría.-Si quieres hablar de sexo, por qué no hablamos de los chupones que tienes en el cuello?.

-Bueno si quieres saber, al principio fue algo lento pero...

-Naiko culiao, cállate mejor.-Dijo el pequeño de los ojos violeta, notando que Naiko se reía de él o de su reacción.-Manu dile algo po.

-Naiko deja de molestar al Nico.-Dijo el recién nombrado retando al primero.

-Pero...

-Nada de peros, sabes que es algo incómodo para el Nico.-Dijo Manuel, interrumpiendo a Naiko, mirando como este último hacia un puchero.

-Esta bien.-Se rindió el pequeño mentiroso, casi como si fuera un niño pequeño.

-Y ahora, cosas más importantes, por qué estas nervioso?.-Preguntó Yelo mirando a Nicolás. Se notaba demasiado de que este último estaba nervioso, caminaba rápidamente por la habitación.

-No lo sé, qué tal si no les agrado o algo así?.-Preguntó el pequeño travieso, al mismo tiempo que respondía la pregunta, haciendo que Yelo entendiera que pasara.

-Nico, eso no va a pasar. Y si justo pasara algo parecido, sabes que Jaime no soportaría algo así y probablemente elimine a ese socio o a todos juntos.-Respondió Manuel, haciendo entender a Nicolás su punto de vista pero aún no podía cambiar ese pensamiento.

-Supongo.-Dijo el moreno, mirándose en el traje puesto otra vez.

-Además, tal vez hasta los enamores con el traje que te colocaste, te queda demasiado bien.-Dijo Manuel con una pausa.-Jaime vio este traje?.

-No, los otros si los vio, pero no deje que mirara este ya que sabía que este usaría para la reunión y también quería que fuera una sorpresa.-Contestó el pequeño travieso con una leve sonrisa.

-Creo que le vas a dar una muy buena impresión.-Dijo Naiko por fin dejando de molestar a su amigo moreno.-No me sorprendería si le gustas a todos los weones que van a estar en ese lugar.

-Están exagerando.-Dijo Nicolás no creyendo ni una palabra de lo que estos decían.

-Vamos Nico, somos tus amigos, Jaime podría ser hasta tu futuro esposo y todo eso, pero no estamos ciegos, te ves muy bien.-Dijo Yelo con una leve sonrisa, diciendo la verdad.

Nicolás lo miró unos segundos y habló.

-Gracias Manu.-Dijo el pequeño que es de Jaime con un leve sonrojo. Pero no por decir que se veía bien, era porque este había dicho que Jaime podía ser su futuro esposo. Siempre se había imaginado un futuro con Jaime, pero nunca había pensado como un matrimonio.

Escucharon que la puerta de la habitación se abría y Nicolás sabía que era su enojón quien había llegado. El primero fue a abrazarlo con bastante emoción de que este haya llegado pero igualmente con cuidado de no apretar fuerte la herida de bala.

Jaime le devolvió el abrazo con una sonrisa en su rostro. Aunque hubieran sido unas horas, extrañaba de igual manera a su moreno.

Después de bastantes segundos, el mafioso se separó del abrazo y miró a su "novio" en el traje que él antes no había visto.

-Cariño, te ves hermoso.-Dijo Jaime con un leve brillo en sus ojos que hizo que Nicolás se derritiera por este.

-Bésense rápido mejor.-Dijo Naiko entusiasmado por ver a estos dos ser tan tiernos.

-Me olvido de que ustedes están acá. Edgar y Keke están abajo.-Dijo el enojón mirando a sus amigos.

Apenas notaron cuando Naiko y Manuel ya no estaban en la habitación y más encima les habían cerrado la puerta de la habitación, dejando que tuvieran más privacidad.

-Tal vez si deberíamos hacer eso que dijo Naiko.-Murmuró el pequeño moreno, mirando los labios de su alma gemela.

Poco tiempo después, Jaime estaba besando a su otra mitad, con algo de pasión. Esa era la parte favorita del enojón en el día, más aún cuando se iba a trabajar y hacía todo más rápido solo por Nicolás.

Se separaron después de unos minutos, los dos con ambas sonrisas en sus labios. El moreno enrolló sus brazos en el cuello de su otra mitad.

-Cómo te fue en el trabajo?.-Preguntó el pequeño travieso con curiosidad, haciéndole cariño en el cuello a su novio. Creo que ya no es ni siquiera es necesario colocarlo entre comillas, ya que estos ya son como si fueran una pareja.

-Bastante bien en realidad, hoy no tuve que matar a nadie.-Respondió el mafioso, como típico de todos los días.

-Creo que eso es bueno, pero tuviste que torturar a alguien?.-Preguntó Nicolás, observando cada rasgo de la cara de su enojón.

-Eso sí.-Contestó Jaime con una leve sonrisa. Recuerdan que hablaría con Álvaro? A quién creen que este había torturado?.

-Te limpiaste las manos o algo, cierto?.-Preguntó el pequeño moreno, mirando los ojos rojos de su mafioso.

-Claro que sí, no puedo venir con las manos sucias y después tocarte y besarte.-Respondió el mafioso de los ojos rojos con una leve sonrisa, notando una sonrisa y un sonrojo en el rostro de su pareja.

Se amaban, pero uno lo sabía y otro no.