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POV Omnisciente

Jaime junto con su novio se acostaron, los dos en igualdades de condiciones. Estaban abrazados, se habían hecho cariño, besado, hecho marcas, etc.

-Me alegro que no le hayas hecho nada a Álvaro.-Dijo Nicolás, mirándolo a los ojos.

-Bueno, tú también mandas y todo eso, así que técnicamente, él tiene que hacer todo lo que tú le pidas y cosas así.-Dijo el enojón, dándole la razón a su pololo.-Pero eso no evitará que no hable con él. Tengo que dejarle unas cosas en claro.

-Hay alguien que te caiga bien de tu mafia?.-Preguntó el moreno con una leve sonrisa, sintiendo como su pololo acariciaba su pelo, haciendo que se relajara.

-Tal vez me caiga bien Castiel. Puede ser que mi secretaria privada, cuando no se pone maraca.-Respondió el mafioso, de verdad pensándolo.-Me caía bien Tomas, pero con lo que pasó, ya no.

-Espera, tu secretaria se pone maraca? No me digas, Sherlock.-Dijo el pequeño moreno, con un tono de sarcasmo en su voz.-Menos mal que te diste cuenta.

-Nico, siempre me di cuenta, pero para qué decirle que me dejara de coquetear y todo eso mientras puede seguir creyendo que tiene una esperanza conmigo? Lo hace más divertido.-Dijo el hombre de los ojos rojos, viendo como su alma gemela se reía.

-Eso es cruel, pero creo que haría lo mismo, o algo peor.-Dijo su pequeño, todavía riéndose, acariciando el pecho de su otra mitad.-Pero si la vuelvo a pillar coqueteándote, le sacaré la conchetumadre, no me importa si es mujer o no.

-Cariño, no creo que sea necesario.-Dijo Jaime, con un tono divertido.

-Para ti no será necesario, pero para mí sí.-Dijo el pequeño travieso con el ceño fruncido, sintiendo como su alma gemela le daba un beso en la frente, haciendo que se tranquilizara.

-Sabes que no es necesario, yo soy completamente tuyo Nico, creo que lo hemos dejado bastante claro.-Dijo el mafioso con una pausa.-Si quieres hasta puedes venir conmigo al trabajo y nos besamos al frente de ella, no es problema para mí.

-Eso suena bien.-Dijo Nicolás, sintiendo algo de sueño y acomodándose un poco más en el pecho de su pololo.

-Duerme si quieres cariño.-Dijo el enojón, todavía acariciando el pelo de su otra mitad.

-Vas a verme dormir?.-Preguntó su moreno, casi quedándose dormido, mirándolo apenas.

-Un rato tal vez, hasta que tenga sueño.-Contestó el hombre de los ojos rojos con una leve sonrisa, mirando a su novio.

-Te amo.-Dijo el pequeño, volviendo a colocarse en el pecho de Jaime para que segundos después, durmiera.

-Yo también te amo.-Dijo Jaime, sonriendo para ahora hacerle cariño en la espalda a su pololo, igual sabiendo que Nicolás no lo había escuchado.

Jaime lo observó un par de minutos. Nicolás se veía tan tranquilo y pacífico durmiendo, que a él le daba ganas de abrazarlo fuertemente, pero claro, eso le dolería a su moreno y lo despertaría, así que no quería nada de eso para él.

El enojón amaba demasiado al pequeño moreno, de hecho, estaba enamorado de él. Creía que todo había valido la pena si ahora estaba así con él. No habría nada que Jaime no haría por Nicolás. Nada.

Después de pensar un poco más algunas cosas, se acomodó un poco más cerca de su pololo y se dispuso a dormir. Menos mal que no tendría que ir al trabajo el día de mañana.

Al día siguiente, Jaime despertó porque Nicolás le había hablado, pero no entendió lo que este le había dicho. Abrió los ojos y vio a su pololo, que se había levantado, con una bandeja con comida para él. El enojón miró a su alma gemela y este andaba con boxers y una polera suya.

-De verdad que te estas esforzando en levantarte temprano.-Dijo Jaime con una leve sonrisa, tomando la bandeja que su otra mitad le ofrecía para colocarla en la cama.

-Esta vez desperté solo, no me obligué a despertar.-Dijo el pequeño moreno con una leve sonrisa.

-Eso es un avance, supongo.-Dijo el mafioso, sacando un berlín de la bandeja. Le hizo un gesto a su novio de que se colocará al lado suyo, para que también comiera.

Nicolás le hizo caso y se acostó al lado suyo. No tenía hambre en realidad, solo quería estar cerca de su alma gemela.

-Había alguien despierto abajo?.-Preguntó el enojón curioso, mirándolo para luego darle un mordisco a su comida.

-Estaba Álvaro y otros que no conozco, pero no todos.-Respondió el pequeño moreno, tomando una servilleta para limpiarle un poco la boca a su novio.

Jaime lo miró con una ceja enarcada mientras lo limpiaba por unos segundos.

-Cariño, por qué me estas limpiando la boca?.-Preguntó el hombre de los ojos rojos, cuando este lo termino de hacer.

-La tenías algo sucia, además eso es lo que hacen siempre las parejas en las películas y todas esas weas.-Contestó el moreno con una leve sonrisa.

-Quieres ser una pareja como de película?.-Preguntó Jaime, con una sonrisa.

-En realidad no, nosotros somos mucho mejores que las parejas de las películas.-Contestó Nicolás, riéndose por unos segundos.

-Bien, ya iba a ver todas las películas que te gustan para imitarlas y cosas así.-Dijo el enojón con una sonrisa.

-No es necesario, todo es perfecto tal y como esta.-Dijo su pequeño sinceramente. Luego de eso se acomodó para acercarse a su novio y darle un pequeño beso en los labios a su alma gemela.-No tienes que ir al trabajo hoy, cierto?.

-No, no es necesario.-Contestó el mafioso todavía con una sonrisa en su rostro.-Por qué?.

-Invite al Manu, Edgar, Naiko y Keke a que vinieran. Bueno, también a Castiel, quien creo que podría traer a Dean.-Respondió el pequeño moreno con una sonrisa inocente, queriendo que Jaime no se molestara.

-Esta bien.-Dijo el hombre de los ojos rojos, sin darle mucha importancia, volviendo a darle otra mordida a su berlín.

-No te molesta que los haya invitado?.-Preguntó el chico de los ojos violeta, observándolo.

-Claro que no, la mayoría son mis amigos.-Respondió Jaime con una pausa.-Además tengo que hablar unas cosas con Manuel.

Nicolás lo miró confundido, queriendo saber que eran esas cosas pero su novio no le dijo nada, haciendo que quedara con la duda.

Mafia. (Jainico) Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang