POV Omnisciente
Cuando ya estuvieron en el auto del mafioso, los primeros minutos fueron silenciosos, casi ni se escuchaba que respiraran.
-Te vas a quedar en un hotel?.-Preguntó el pequeño moreno de repente, rompiendo el silencio que existió.
-Sí, es lo mejor que puedo hacer ahora.-Respondió Jaime con la vista siempre en el camino.
"Lo mejor que puedes hacer ahora es quedarte conmigo" había pensado el joven triste, pero no se atrevió a decirlo.
-Es tu casa, yo me iré a un hotel.-Dijo Nicolás con un tono neutro.-Solo deja que me lleve alguna ropa mía y listo.
-Nicolás...
-No Jaime.-Dijo el pequeño moreno, cerrando sus ojos para evitar que estos intenten derramar alguna lágrima más.
Siéndoles sincera, lo único que el pequeño travieso quería hacer en ese preciso momento era acostarse y llorar.
No dijeron nada más en el camino.
Apenas se estacionó Jaime al frente de la mansión, Nicolás se bajó rápidamente del auto para entrar corriendo a la casa. No saludó ni a Álvaro, se fue directo a la habitación para buscar las maletas y echar su ropa ahí. Comenzó a echar todo en sus maletas y en su mochila, todo excepto lo que Jaime le había comprado.
Y por primera vez todo eso lo hizo sentir como la vez en la que él decidió irse del país. Con lágrimas en la cara, empacando todo para solo irse rápido de ahí.
Y eran momentos así donde Nicolás sabía que la felicidad no dura para siempre, es algo momentáneo.
Cuando pocos minutos después terminó de colocar sus cosas en las maletas y mochila, se colocó esta última y comenzó a mover las maletas hacia fuera de la habitación.
Con cuidado bajó las maletas por la escalera, lo único que faltaría sería caerse y romperse alguna pierna o algo. O este era el momento donde Tomas se quería vengar de él y le dispararía, al igual que lo había hecho el novio o algo así de Gabriel.
Se dirigió a la salida con todo lo suyo y notó como todos los empleados de Jaime lo miraban, Álvaro estaba ahí. No le importaba si Jaime lo torturaría o algo, fue a abrazar a su amigo y le susurró unas pocas palabras.
-Si necesitas algo Nico...
-Lo sé, estoy bien por ahora.-Dijo el recién nombrado con una leve sonrisa falsa.-Adiós.
Nicolás salió de la mansión y fue hacia la calle. Sabía que Jaime lo estaba mirando, no sabía de donde, pero no quería mirar a todos lados para averiguar.
-Señor, tiene un auto que lo puede llevar a algún hotel.-Dijo uno de los trabajadores de su novio o lo que sea que fueran ahora.
-Estoy bien así.-Dijo el moreno, comenzando a caminar lejos de ahí.
-Pero esta anocheciendo.-Dijo el empleado, un poco preocupado.
-Es mi problema desde ahora.-Dijo Nicolás, no dándose la vuelta para mirar, solo siguió caminando.
Y el moreno tenía razón, Jaime lo estaba mirando irse. Y no sabía si fue peor la primera vez que Nicolás se fue o esta, pero les podía asegurar que se sentía en el infierno.
-Lo va a dejar ir, señor?.-Preguntó otro de sus empleados, mirándolo.
-No ha sido la primera vez.-Dijo el mafioso, observando como su alma gemela se veía cada vez más lejos.
-Y no aprendiste nada de esa vez?.-Preguntó Tomas. Aunque no le agradara Nicolás, no podía volver a ver a su jefe como antes.
Jaime lo miró unos segundos para luego salir corriendo a buscar a su novio.
El moreno estaba mirando el piso, se sentía tan estúpido, Jaime tenía razón para estar así. Siguió pensando cosas así hasta que sintió unos brazos rodearlo, abrazándolo fuertemente. Nicolás siempre reconocía a su otra mitad.
-No te vayas Nico, no te puedo dejar ir, se que te dije que podía hacerlo, y puedo, pero no sin luchar por ti primero. Puedes salir con Castiel, confió en ti en que es algo de amigos no más, pero no te vuelvas a ir. No creo que pueda soportarlo otra vez.-Dijo el enojón, sintiendo de sus ojos caer unas pequeñas lágrimas.
-No me iré Jaime, te lo prometo.-Dijo el pequeño de los ojos violeta, abrazándolo de vuelta y también con lágrimas en sus mejillas.-Yo también lo siento, se que yo en tu posición hubiera estado igual que tú o peor. No quiero estar lejos de ti.
-Volvemos a la casa para conversar bien las cosas, amor?.-Preguntó Jaime, separándose del abrazo para mirar a los ojos a su novio. Nicolás pudo notar casi como si fuera una súplica lo que había dicho su alma gemela.
-Esta bien, pero me da vergüenza volver después de que hayamos hecho tremendo escándalo.-Respondió su pequeño, ya algo avergonzado al imaginarse las caras de todos cuando hayan vuelto.
Jaime lo pensó unos segundos y miró a Nicolás.
-Bien, espérame acá, vuelvo altiro.-Dijo el mafioso, volviendo a correr para ir a buscar su auto.
El moreno miró como este se iba y definitivamente esperó ahí.
No sabía como podían arreglar algunas cosas tan rápido y otras no. Pero no le importaba pensar en eso ese momento.
Le alegraba saber que Jaime no lo había dejado ir porque él tampoco se quería ir. Y no solo me refiero a irse de aquella casa, las veces que se fue, se fue de la vida de su alma gemela. Y cada vez que lo hacia, dolía más que la vez anterior.
Pasaron unos pocos minutos cuando vio el auto de Jaime estacionarse al lado de él y Nicolás decidió hacerle una broma para borrar lo que habían pasado antes.
Se acercó a la ventana del conductor y le hizo un gesto para que bajara el vidrio. Jaime lo hizo, algo confundido y espero a que su pololo hablara.
-Quieres pasar un buen rato?.-Preguntó el pequeño moreno intentando no reírse, apoyándose un poco en el auto.-Solo por ser lindo te voy a hacer una oferta, si? Servicio completo por solo cien mil pesos, toda la noche.
-Sabes? Podría hacer que lo hagas gratis, de hecho, vas a sentir tanto placer cariño que tú vas a querer pagarme a mí.-Dijo el mafioso con una leve sonrisa.-Mejor súbete al auto y después hablamos de esto.
Eso no era nada parecido a lo que había imaginado Nicolás que su novio iba a decir, pero le gustó bastante la respuesta. Se subió al auto y dejó su mochila en la parte de atrás mientras que su pololo colocaba sus maletas en el portaequipaje.
Minutos después, Jaime entró al asiento del conductor y encendió el auto para comenzar a conducir.
-A donde vamos?.-Preguntó Nicolás curioso.
-Vamos a un hotel a cobrar tu oferta.-Respondió Jaime con una sonrisa algo pervertida mientras que el moreno se sonrojaba.
No podían perderse otra vez.
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Mafia. (Jainico)
أدب الهواةTienen que leer la primera temporada llamada "Soulmates". La pueden encontrar en mi perfil!