28.-

1.3K 171 15
                                    

POV Omnisciente

-No puedo creer que hayas pasado todo eso con el jefe.-Dijo Castiel asombrado por todo lo que le había contado el moreno sobre Jaime y él.

-No ha sido muy fácil, pero creo que valió la pena si estoy con él ahora.-Dijo Nicolás con una leve sonrisa.

-Pero estas conmigo ahora.-Dijo Cas algo confundido, haciendo que el moreno se riera.

-Me refiero a que estoy con él, como mi pareja.-Dijo el pequeño moreno, todavía riéndose.

-Oh, esta bien.-Dijo su nuevo amigo con una leve sonrisa.

-Y tú? Tienes pareja o algo?.-Preguntó el chico de los ojos violeta, mirando a Cas.

-No, no sirvo para eso, creo.-Respondió Castiel algo divertido.

-Ves los colores?.-Preguntó el moreno con una pausa al notar que Castiel no entendía a que se refería.-Si ya conociste a tu alma gemela y puedes ver todos los colores, no solo blanco y negro.

-Oh sí.-Contestó Cas. Nicolás pudo notar un tono algo triste y supo que no debía hablar del tema más.

-Y cuando te mudaste a Chile?.-Preguntó el pequeño travieso, cambiando de tema altiro.

-Hace como dos años, y aún así apenas sé algunos modismos.-Respondió su nuevo amigo mirando los ojos violeta de Nicolás.

-No es fácil acostumbrarse a otro país, yo viví en Estados Unidos un año.-Dijo el pequeño moreno entendiendo a su amigo bastante.

Iban a seguir hablando hasta que abrieron la puerta de la oficina. Nicolás miró a Castiel, quien tenía algo de temor en sus ojos, haciéndole saber que Jaime había llegado.

En total habían estado hablando casi dos horas. Y claro, Nicolás no le había ido a decir a su novio que estaba con su nuevo amigo hablando ni nada.

Jaime se iba a dirigir donde Cas, tal vez para amenazarlo por si este le había hecho algo malo a Nicolás, pero este último lo detuvo, colocándose al frente de él.

-Jaime no.-Dijo el moreno, mirándolo fijamente.-Él no me hizo nada malo, es mi amigo.

El enojón lo miró varios segundos para luego mirar a Castiel, aún así no dijo nada.

-Ven, vamos a tu oficina para hablar las cosas.-Dijo el pequeño de los ojos violeta, caminando hacia la salida junto a su novio y haciéndole un gesto a Cas de que todo estaría bien y que luego hablarían.

Apenas salieron de la oficina, Nicolás cerró la puerta y sintió como el mafioso lo tomaba de la mano para luego guiarlo a su oficina.

Cuando llegaron, Jaime cerró la puerta de la oficina con fuerza, haciendo que el moreno se sobresaltara un poco.

-Jaime no te enojes...

-Nicolás, te he estado buscando por una hora y media como loco, busque en cada sala de todos los tráficos y todo eso para ver si no te habían confundido otra vez. Y tuve que ver en las cámaras que te habías ido con Castiel a su oficina sin decirme nada y así esperas que no me enoje?.-Preguntó el mafioso, bastante molesto y con un tono de voz serio y fuerte, pero no tanto como para llegar a ser un grito.

-La primera vez hablé con él unos minutos y le dije que después hablaríamos ya que tenía que volver aquí, pero estabas con tu secretaria así que no quise molestar y me quede afuera hasta que recibí un mensaje de Cas. Después fuimos a su oficina y me olvide que tenía que avisarte donde estaba.-Dijo el pequeño moreno, intentando explicarse.

-Le diste tu número?.-Preguntó Jaime dándole la espalda, mientras se intentaba relajar.

-Sí, y mañana vamos a salir.-Contestó Nicolás, hablando demasiado y dándose cuenta segundos después.

El enojón se dio vuelta lentamente y el moreno les podía jurar que nunca había visto esos ojos más rojos.

-Van a salir? Cómo una cita?.-Preguntó el mafioso gruñendo, alejándose de Nicolás cuando este se acercaba a él un poco.

-N-No, solo como amigos.-Intentó explicar el pequeño moreno, pero ni él se la creía.

-Una salida de amigos con alguien que acabas de conocer hace como dos horas y media? Y de esas horas, has hablado con él dos horas más o menos?.-Preguntó el enojón, con cara de no creerse de lo que le decía su novio.

-Suena mal Jaime, lo sé pero solo es para conocernos y ser amigos, nada más.-Respondió el chico de los ojos violeta tristes.

Jaime lo miró por unos segundos y negó con la cabeza sin decir nada sobre aquél tema.

-Ya terminé mi trabajo, ahora voy a la casa, quieres venir conmigo o quieres seguir hablando con Castiel?.-Preguntó el mafioso arreglándose un poco las mangas.

-Jaime es solo un amigo...

-Si dices eso, bien, pero deja planteártelo de esta manera. Si el caso fuera al revés, y yo me hubiera desaparecido por dos horas y me encontraras hablando con un weón o weona, no estarías igual que yo o peor?.-Preguntó el recién nombrado, interrumpiéndolo.

El pequeño travieso se quedo callado y Jaime volvió a hablar.

-Me lo suponía.-Dijo el enojón, tomando sus cosas para luego salir de la oficina. Obviamente Nicolás lo siguió.

La secretaria maraca estaba afuera esperando a Jaime.

-Entonces hoy si nos juntamos?.-Preguntó la maraca re culia, mirando a Nicolás y su jefe.

-No lo creo, quiero estar solo hoy.-Respondió Jaime con una pausa.-Conoces un hotel bueno?.

La secretaria asintió y anotó una dirección, nombre del hotel y el teléfono de este. Luego se lo paso a Jaime y este asintió.

-Gracias, nos vemos mañana en el trabajo.-Dijo el enojón comenzando a caminar pero la voz de la secretaria lo interrumpió, haciendo que la mirara.

-Pero mañana no es necesario que vengas a trabajar.-Dijo la maraca algo confundida.

-Será necesario para mí.-Dijo el mafioso, sabiendo que Nicolás lo miraba pero no quiso hacer lo mismo.

Con eso Jaime comenzó a caminar en dirección al ascensor y el moreno lo siguió, sintiendo que sus ojos ardían.

Entraron al ascensor los dos no más, y el pequeño moreno ni siquiera se dio cuenta cuando ya tenía lágrimas en sus mejillas, bajando lentamente.

Se dio cuenta cuando Jaime le secó las lágrimas cuidadosamente con sus manos pero aún así no dijo nada.

No era necesario.

Mafia. (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora