POV Omnisciente
-Me puedes traer un vaso de agua?.-Preguntó el moreno semi-desnudo, dirigiéndose a uno de los trabajadores que se notaba que ahora babeaba por él.
-A-Altiro.-Dijo el desconocido, quien fue corriendo a la cocina para solo llevarle un vaso con agua.
El pequeño moreno podía notar la mirada enfurecida de Jaime así que también lo miró, como si lo estuviera confrontando.
-Qué pasa Jaime?.-Preguntó Nicolás con un tono falso de inocencia.
El recién nombrado no contestó, solo lo estaba observando con la mandíbula apretada y los nudillos blancos. Jaime podía notar que algunos de sus trabajadores se habían fijado de una manera en su alma gemela que no le gustaba para nada.
-Tome s-señor.-Dijo el extraño que babeaba por Nicolás. Le entregó el vaso casi lleno de agua.
-No me digas señor, dime Nicolás no más o Nico.-Dijo el recién nombrado con una pausa, dejando el vaso en la mesa cerca suyo.-Cómo te llamas?.
-Me llamo Álvaro.-Respondió este con una leve sonrisa, notando que el moreno lo miraba de arriba para abajo.
-Muy bien Álvaro, si necesito algo, a ti seré al primero que recurriré.-Dijo el pequeño de los ojos violeta con un tono de doble sentido y guiñándole un ojo a su nuevo conocido.
El trabajador de Jaime iba a seguir hablándole al moreno hasta que escucharon un gruñido y luego una voz hablar.
-Todos afuera de la casa.-Gruñó el mafioso con la voz ronca, levantándose violentamente de su silla.
Los trabajadores se quedaron en shock, no sabían que hacer.
-Ahora!.-Dijo Jaime gritándoles, haciendo que estos se fueran corriendo de la casa.
Nicolás en forma de escaparse también iba a salir de la mansión en calzoncillos pero Jaime volvió a hablar.
-Tú no.-Dijo el enojón, cerrando la puerta de la casa haciendo que haya un eco. Todos definitivamente habían dejado la casa.
El pequeño travieso esperó a que Jaime hablará o algo, pero este seguía observándolo.
-Mira si me vas a mirar así todo el rato podrías dejar que me fuera con tus lindos trabajadores.-Dijo el moreno, provocando aún más a su alma gemela.-Y no creo que alguno tenga problema en que me quede en su casa, tal vez hasta dejen que duerma en su cama...
-Al cuarto, ahora.-Dijo el mafioso demandante, sintiendo muchas emociones en pocos segundos.
-Jaime...
-Ahora dije, Nicolás.-Dijo Jaime llamándolo por su nombre completo. Nicolás sabía que con esto último, la cosa era seria, pero aún así no se movió de su lugar.-Parece que quieres hacer las cosas difíciles Nicolás.
Al finalizar de decir aquello, el mafioso se acercó a Nicolás y de un movimiento lo cargó entre sus brazos para luego subir la escalera. Finalmente llegaron a la habitación y el enojón dejó a su alma gemela en la cama para luego cerrar la puerta.
Apenas hizo esto, Jaime se giró para ver a su otra mitad. Este no se había movido ni un poco de donde lo dejo el mafioso.
-Qué querías ganar haciendo eso?.-Preguntó el enojón acercándose lentamente a su "novio". Tenía un tono de voz serio ahora y un rostro casi inexpresivo.
-Q-Quería que sintieras lo que yo sentía cuando haces estas cosas.-Respondió el pequeño moreno con muchos nervios ahora.
-Oh cariño, yo ahora no estoy sintiendo lo que tú sentiste. De hecho, estoy sintiendo el triple de lo que tal vez tú sentiste.-Dijo el pequeño travieso con una pausa.-No sabes lo que acabas de hacer, Nicolás.
-Jaime...
No siguió hablando ya que sintió que su alma gemela se colocaba encima suyo. No sabía lo que iba a hacer este hasta que sintió las manos de su otra mitad sobre su calzoncillo.
-J-Jaime...
-No te di permiso para hablar, cariño.-Dijo Jaime interrumpiéndolo mientras empezaba a jugar un poco con el elástico del calzoncillo de este.
Nicolás tragó saliva para mirar como su enojón le empezaba a sacar su ropa interior. Acaso iban a tener sexo?. El moreno se puso más nervioso aún, no quería que Jaime fuera muy violento con él.
El mafioso al parecer adivinó que pasaba algo con su moreno y lo miró. Se relajó un poco para luego hablar.
-Nico, no haré nada que tú no quieras. Además no vamos a tener sexo ahora, tampoco pienso que después de un año cuando lo volvamos a hacer sea algo agresivo, así que tranquilo cariño.-Dijo Jaime adivinando bastante bien lo que pasaba en la mente de su alma gemela.-Solo que ahora te voy a torturar un poco.
-Torturar? A qué te refie... A-ah.-Gimió un poco el moreno cuando sintió la mano de su otra mitad en su miembro. El mafioso comenzó a masturbar a su "pareja" haciendo que este intentara no gemir mordiéndose el labio pero varias veces fracasando.
-Vamos Nico, gime mi nombre.-Gruñó el enojón, comenzando a mover más rápido su mano, haciendo que la respiración de su alma gemela se descontrolara.
-J-Jaime.-Gimió Nicolás mientras movía un poco su cintura, como si estuviera penetrando la mano de su enojón.
El recién nombrado mientras masturbaba a su otra mitad, besó a este intensamente. Nicolás le correspondió el gesto sin esperar mucho. En algunas partes del beso, Jaime sentía como el pequeño de los ojos violeta gemía contra sus labios, haciendo que tuviera una leve sonrisa por unos segundos.
Minutos después de gemidos, súplicas y órdenes, el moreno le avisó que se iba a correr.
Jaime paró los movimientos y apretó cuidadosamente la punta del miembro de su moreno, para detener que se corra, haciendo que este se quejara.
-De quién eres?.-Preguntó el enojón con un tono demandante.
-J-Jaime por favor necesito...
-Lo sé y dejaré que lo hagas cuando respondas la pregunta, cariño.-Dijo Jaime interrumpiéndolo, sabiendo que este estaba urgido por llegar al clímax.-No es tan difícil, amor.
-Jaime...
-De quién eres, cariño?.-Volvió a preguntar el mafioso, pero ahora con un tono casi delicado.
-T-tuyo Jaime, siempre ha sido a-así.-Respondió apenas el pequeño de los ojos violeta, sintiendo como su alma gemela soltaba su miembro y llegaba al éxtasis de inmediato.
-Ese es mi buen chico.-Dijo Jaime con una leve sonrisa, besando ahora lentamente al amor de su vida, sin importarle si este hubiera manchado su traje o no.

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Mafia. (Jainico)
FanfictionTienen que leer la primera temporada llamada "Soulmates". La pueden encontrar en mi perfil!