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POV Omnisciente

-No puedo creer que me ames.-Dijo Jaime saliendo de aquél lugar, tomado de la mano de Nicolás.

Después de que hayan besado, el enojón pagó la cuenta queriendo salir de ahí rápido para que su pequeño y él conversen en privado sobre esto.

-Por qué no lo crees?.-Preguntó el pequeño moreno confundido, mirando como Jaime le sacaba la alarma a su auto para abrirle la puerta. Entró al asiento del copiloto y su alma gemela le cerró la puerta no tan fuerte como para que se moleste por el ruido.

El mafioso, segundos después, se sentó en el asiento del conductor y encendió el auto para comenzar a manejar.

-Vamos Nico, no es muy difícil de saber eso, yo te alejé de aquí por un año hasta que prácticamente te secuestre. Y vamos, mira en lo que me he convertido.-Respondió el enojón finalmente, despreciándose bastante en la respuesta.

-Jaime, puede que al principio hubiera parecido un secuestro, pero no me estas obligando a quedarme, se que si quiero irme, puedo hacerlo. Además si fuera un secuestro, tengo que admitir que tendría el Síndrome de Estocolmo.-Dijo el pequeño travieso con una leve sonrisa, notando como Jaime se reía.-Y no te has convertido en nada Jaime, tal vez eres mafioso pero tú no has cambiado para mal. Siempre te he amado Jaime, creo que solo tenía que asegurarme que ninguno de los dos pueda salir herido.

El mafioso no dijo ni respondió nada más, solo sonrió y se concentró en el camino.

-Tú en verdad estabas dispuesto a dejarme ir?.-Preguntó el moreno de repente, con esa duda en su mente.

-Con tal de que fueras feliz, sí.-Contestó Jaime sin mirarlo, con una pausa.-Aún estoy dispuesto a hacerlo.

-No es necesario, de verdad. Soy feliz contigo Jaime.-Le aseguró Nicolás con una sonrisita.

-Yo también soy feliz contigo.-Dijo el mafioso con una leve sonrisa, conduciendo con una mano para tomar de la mano a Nicolás con la otra.

-Qué hicieron tus ex-socios para que los hubieras matado?.-Preguntó el pequeño moreno, algo curioso.

El mafioso lo miró unos segundos. No sabía si decirle o no la verdad.

-Dijeron que no me amabas y que tal vez no te pagaba lo suficiente para que hagas de mi novio.-Respondió el enojón recordando aquellas palabras para que con la única mano que estaba manejando apretara los nudillos, dejándolos casi blancos.

-Espera, por qué supuestamente no me pagabas bien para ser tu novio?.-Preguntó Nicolás, no entendiendo eso.

-Porque estabas hablando con un weón y empezaron a decir esas cosas.-Contestó Jaime, no dando muchos detalles.

-Tú sabes que no es así, cierto?.-Preguntó su pequeño, mirándolo. Le daba igual que los ex-socios hubieran pensado eso de él, le importaba saber si eso era lo que pensaba su alma gemela.

-De qué cosa?.-Preguntó el enojón, algo confundido, sin saber a que se refería su otra mitad.

-De que yo no estaba coqueteando con él ni nada eso.-Respondió el pequeño de los ojos violeta, explicándole a Jaime.

-No los vi atentamente, así que no sabría decirte-Dijo Jaime con un rostro inexpresivo y un tono neutro.

-Entonces yo te lo digo, solo era un amigo. Además estoy enamorado de ti, no podría coquetear con alguien más, a no ser que te quiera sacar celos.-Dijo el moreno con una leve sonrisa, notando que Jaime le daba una mirada algo amenazante y posesiva.

-Tú quieres que me explote el colón. No van a ser mis enemigos los que me van a matar, vas a ser tú, el amor de mi vida.-Dijo el mafioso con un tono de diversión.

-S-Soy el amor de tu vida?.-Preguntó Nicolás, con sorpresa y algo de emoción en su voz.

-Lo estas preguntando en serio?.-Preguntó Jaime todavía sin responderle, con una pausa.-Nico, claro que eres el amor de mi vida, nunca bromearía con eso.

-Tú también eres el amor de mi vida.-Dijo el pequeño moreno con una sonrisa, acariciando la mano de su alma gemela.

El mafioso se quedó en silencio por unos pocos minutos. Se notaba que este estaba pensando en algo.

-Qué pasa Jaime?.-Preguntó el pequeño travieso, viendo que Jaime quería decir algo pero no sabía como.

-T-Tú quieres ser mi novio?.-Preguntó el enojón algo nervioso, con una pausa.-Ahora real, no como antes. Pero si no quieres esta bien, voy a enten...

-Sí quiero, Jaime.-Respondió Nicolás riéndose, notando que su pareja estaba bastante nervioso y que lo último lo había dicho creyendo que él no quería ser su novio.-Estas seguro que eres el mafioso malo que todos creen?.

-Depende, si no son tú, ni son de tu agrado, sí lo soy.-Contestó el mafioso con una leve sonrisa, mirando unos segundos a su pololo.

-Me gusta que seas así.-Dijo el pequeño de los ojos violeta.

Unos pocos minutos después llegaron al frente de la mansión. Jaime salió, como siempre, primero para abrirle la puerta ahora a su novio oficial.

Lo tomó de la mano, cerró la puerta y le colocó la alarma a su vehículo. Entraron a la mansión con unas sonrisas en sus caras.

Había sido un día bastante bueno y creo que mejorara.

Llegaron a la habitación y Nicolás cerró la puerta para luego colocar a Jaime en la cama. Se colocó encima de este y notó como el mafioso estaba algo sorprendido pero igualmente tiene una sonrisa algo pervertida.

-Y si mejoramos esta noche?.-Preguntó el pequeño moreno con una leve sonrisa, empezando a sacarse la parte de arriba de su traje.

-Sí eso es lo que tú quieres y estás seguro, por mí esta bien.-Respondió Jaime todavía con una sonrisa, viendo como el moreno se sacaba la camisa ahora.

El mafioso cambió de posición y lo colocó abajo suyo para comenzar a hacerle chupones y unos besos en el cuello y torso.

Poco tiempo le tomó para darse cuenta que el moreno le quería sacar su ropa también, así que paró las caricias para que Nicolás hiciera lo que quería hacer con su ropa.

Iba a ser una noche divertida.

Mafia. (Jainico) Where stories live. Discover now