Memories after all

Es muy tarde.

Play a la música ya.

Contuvo el sollozo que quería salir de sus labios porque no iba a llorar. No enfrente de ellos. Tenía que aguantar... Solo un poco más. Solo el camino a su sala común.

No podía ser tan difícil.

Aceleró su paso para alejarse lo más rápido que podía de ahí, pero no podía. Si de por sí el esfuerzo por no romper en llanto era demasiado... dicho esfuerzo la estaba consumiendo.

No llores, Susanne. Se fuerte, maldita sea. No llores.

Se repitió estas palabras en vano.

Y evidentemente, no pudo más.

Soltó el sollozo de una manera que a cualquiera que la hubiera escuchado se le habría roto el corazón, y habría deseado ayudarla a reconstruir el suyo que estaba partido en tantos pedazos que era casi imposible unirlos todos de nuevo. Ya ni siquiera sabía si valía la pena intentarlo.

Las lágrimas estaban cayendo de sus ojos lentamente, como si de esa manera la hicieran sufrir más. Como si a su roto corazón le gustara torturarla de esa manera, recordarle lo estúpida que había sido.

Porque ella sabía que no debía de enamorarse. Se lo advirtieron. Se lo advirtieron una y otra vez. Ella siempre supo que la iban a lastimar, pero lo olvidó. Se perdió en sus ojos y creyó en sus palabra para ahora tener como consecuencia de su ingenuidad a su corazón roto y en el suelo, con todas sus heridas abiertas.

Porque en su pasado, ya había sido herida antes de una terrible manera, y no pudo resistir de nuevo al dolor.

Porque de nuevo, se había dejado cegar y engañar por dos simples palabras que llegaron a significar tanto para ella y ahora simplemente se convertían en nada. Porque le aterraba darse cuenta que las suposiciones que había hecho, una vez más habían sido acertadas.

- Susanne. ¡Susanne!- la voz le paralizó el corazón por el dolor con el que esas palabras habían sonado, pero se obligó a ignorarlo y siguió avanzando mientras se limpiaba desesperadamente sus lágrimas y su dolor se mezclaba con furia.- ¡Susanne, por favor! ¡Susanne!- la llamo Fred conteniendo un sollozo el también.- ¡Susanne!- repitió acelerando su paso y tomándola por el brazo para que ella no siguiera avanzando, obligándola a mirarlo.

- Suéltame- exigió tratando de que la voz no le temblará- Weasley, suéltame.- él negó con la cabeza con un nudo en la garganta.

- Sussy, déjame exp...- las lágrimas comenzaron a caer por el rostro de Fred sin su autorización.

Había salido corriendo tras ella en cuento vio que la había escuchado.

- ¡Suéltame! ¡No hay nada que explicar!- sus ojos verdes estaban repletos de dolor y decepción.

- Susanne...- la voz de él tembló.

- ¡¿No sabes decir otra cosa?! ¡¿No se te ocurre decir algo más después de toda la mierda que hablaste de mí?!- ella soltó un sollozo- lárgate, Weasley. Lárgate de una buena vez.

- Solo déjame explicarte...

- ¡¿Explicar que, carajo?!