Memories after all

No me olvides...

El estadio de Quidditch estaba completamente lleno. Había alumnos por todas partes con banderines o bufandas apoyando a alguna casa. Era el partido más esperado del año y más aún que era Gryffindor contra Slytherin, el clásico que todos amaban.

Maddie estaba buscando a James entre la multitud para desearle suerte como siempre hacia pero no lo encontró, supuso que estaría en los vestidores así que se dirigió a ellos.

Estaba usando una bufanda para apoyar a Slytherin porque aunque sus mejores amigos jugarán en el equipo contrario, a fin de cuentas Slytherin era su casa y estaba orgullosa de ella sin tomar en cuenta que ahí jugaba su hermano y Albus con quien se llevaba muy bien.

Suspiro y camino hacia los vestuarios de Gryffindor a donde entraba como si la cosa no fuera con ella.

Realmente, para todos los de su curso, ya era muy normal ver a esa chica estar en las instalaciones de Gryffindor.

Cerró la puerta tras su paso y busco a James con la mirada.

Lo encontró en el último pasillo de casilleros donde estaba sentado en una de las largas bancas de madera jugueteando con una snitch en la mano, soltándola y volviendo a atrapar una y otra vez.

- ¿La primera que atrapaste?- preguntó sobresaltando a James que cuando notó su presencia le sonrió.

- En efecto.- ella se sentó en la otra esquina de la banca.

- ¿Y por qué esa cara deprimida?

- Nostálgica- corrigió.- pero no es la gran cosa, no te preocupes, rubia. Estoy bien. En serio- le aseguro al ver que Maddie no estaba convencida.

- ¿Nostálgica por qué es el último partido del año?

- Yep.

Ella tenía unas grandes ojeras en los ojos debido al insomnio que tuvo la noche anterior.

Se había pasado pensando en... Eso durante toda la noche. Estaba confundida por lo que había pasado entre ella y el y no habían vuelto a tocar el tema por lo que no sabia que pensar al respecto.

¿Lo había hecho para molestar? ¿Por diversión? ¿Y si solo había sido una chica más en su lista? ¿Y si no había significado nada para el? ¿Había significado algo para ella?

¿Qué si estaba confundida? Bastante.

Sacudió la cabeza para despejar esos pensamientos y cambio de tema.

- No sé si sepas que el partido es en veinte minutos y tú aún no tienes puesto tu uniforme.

- Muy cierto- James se levanto. Se acercó a abrir uno de los casilleros después de guardar la snitch en una cajita y se quitó la camisa.

- ¡P-por Merlin, Potter! ¡Ponte algo!- le gritó Maddie mientras le lanzaba una toalla que estaba a su lado y esta le cayó a James en la cara y el rió.

- Pero si tú me dijiste que me cambiara.- dijo burlón.

- ¡Pero no enfrente de mi, grandísimo genio!

- Te sonrojaste.- dijo el sonriendo de lado mientras se recargaba contra los casilleros y cruzaba los brazos.

- Claro que no- aseguró Maddie. El sentó al lado de ella de manera de que sus hombros estaban casi juntos.

- No te pregunte, te lo afirme.- ella se deslizó hacia un lado de la banca para alejarse de él.

- Pues de seguro viste mal. ¿Recuerdas? Es una de las maldiciones de los Potter. Llevas en la sangre estar miope y no ver bien.