Odio.

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- Maddie, despierta- Maddie se movió en su cama e hizo unos gestos con la mano para que la dejaran en paz - Madison Malfoy Greengrass, levanta tu trasero que es tarde para Pociones - Maddie se giró y le lanzó una mirada de odio a Sussy, su mejor amiga.

- Sussy, tengo sueño y créeme cuando te digo que me importa un nargle si llego a Pociones o no.- era mentira porque era de sus materias favoritas pero quería dormir.

En verdad quería dormir.

- Pero a mí si, y como tú mejor amiga, tengo responsabilidades - Maddie rodó los ojos y se levantó a regañadientes.

- Vale, pues.

Se metió al baño y se cambio con el uniforme de la escuela el cual si sabias usarlo, se veía muy bien, el cual era el caso de Madison.

Se recogió el pelo en una coleta alta y bajó las escaleras, pero cuando estaba apunto de entrar al Gran Comedor, chocó con alguien.

- Fíjate por donde caminas, Malfoy - le espetó James Potter.

El insoportable James Potter. Desde el primer año el se había encargado de dedicarle la guerra a Madison de una manera impresionante pero ella ya había tomando experiencia en eso tras seis largos años de lo mismo, así que como toda Malfoy, respondió con más astucia.

- Lo siento, es que eres tan insignificante que ni me fijé que aquí estabas - James rodó los ojos y Maddie sonrió. El siguió caminando y la amiga de Madison pasó a su lado.

- Pulga irritante- le dijo ella como saludo al pasar al lado de James dirigiéndose hacia dónde estaba su amiga - vaya, por fin bajas.

- Cálmate que no he tardado tanto, además de que llegue antes que tú.

- Querida, te tardaste una hora.

- Por eso digo que no he tardado tanto.- Sussy rió y la tomo por el brazo arrastrándola hacia la mesa de Slytherin. Como era de esperarse, todas las miradas se fijaban en ellas, de todas las casas y de todos lo grados.

James por su parte, llego a su mesa correspondiente y se sentó soltando un gruñido.

- Te encontraste con Malfoy ¿eh?- adivino Fred divertido y James bufo.

- Y que lo digas. Es una maldita insufrible sabelotodo, hija de mortifagos, maldita zorr...

- Wow, cálmate que es capaz de oír absolutamente todo lo que decimos.

- De hecho, si lo hago, Weasley- dijo ella desde la mesa de su casa- ¿algo que decir?- preguntó con una ceja arqueada.

- Metete en tus asunto, Malfoy- se quejó James.

- Asqueroso sangre sucia...- masculló Maddie para después girarse, dándole la espalda.

En definitiva era un completo peligro tener a las mesas de Slytherin y Gryffindor una al lado de la otra, en cualquier momento explotaría toda la escuela.

- Alguien despertó de malas hoy- dijo Sussy.

- Un poco. Mis padres tienen muchísimo trabajo y se olvidan de que tienen hijos, ya sabes, sin contar que los aurores han ido a hacer revisiones a la casa para asegurarse de que no haya ningún artefacto de Magia Oscura... Es un nuevo y patético sistema que implantó el Ministerio.- explicó soltando un suspiro.

- Es que tu familia se lo merece, rubia oxigenada.- ataco James girándose hacia ella.

- Metete en tus asuntos, Potter- dijo ella repitiendo las palabras que él dijo anteriormente.

- ¿No tienes nada mejor que decir que repetir lo que yo te dije?

- Es para que te des cuenta que todo lo que digas lo puedo usar en tu contra- con una sonrisa burlona, le dio la espalda- ¿qué clases dices que tenemos hoy?- preguntó Madison dirigiéndose a su amiga de nuevo.

Memories after allDonde viven las historias. Descúbrelo ahora