Memories after all

Dormir para no pensar.

Ya habían pasado casi dos horas de la fiesta y Maddie estaba intentando no quedarse dormida por no tener nada que hacer. Mientras tanto en su cabeza se preguntaba una y otra vez ¿Cómo es que había dejado a su hermano convencerla de venir? Cada vez que se hacía esa pregunta se daba un golpe en la cabeza por haber sido tan estúpida.

Maddie por fin se dio por vencida y tomó una decisión: regresaría a su casa a meterse a la cama y dormir toda la noche y el día siguiente hasta la tarde.

Sí, era una gran idea.

Se paro en busca de Scorpius para avisarle que se iba y que al siguiente día pasaría por el pues su hermano se quedaría a dormir. Pasó entre tanta gente que casi fue aplastada pero logró salir al patio donde estaba Potter con... ¡Oh! con una mierda.
(...)

- Mack, te ves muy mal. Deberías de subir a dormir ya- sugirió Sophia y en ese momento llego Carson que ladeó la cabeza al ver así a Mackenzie.

- Por Salazar ¿qué te pasó?- preguntó espantado y se acercó rápido a Kenzie y le puso una mano en la frente para tratar de tomar su temperatura.- estás ardiendo.

Ella hizo una mueca. Todo le daba vueltas y tenía ganas de vomitar. Su garganta le ardía y sentía que la cabeza le iba a explotar.

Sin esperar respuesta, el la ayudo a levantarse y subió las escaleras con ella para ir a acostarla en la habitación de invitados. Cuando ella llegó a la cama, de inmediato cayo dormida en el regazo de Carson que le acariciaba el cabello con ternura.

- Ya deje que te arrebataran de mi una vez y no pienso que eso pase de nuevo- dijo en un susurro mirando el rostro de ella, como alguien mira a un trofeo- ni él ni nadie te van a separar de mi.
(...)

Lily estaba recargada en su silla muy aburrida. Había perdido a Scorpius entre la gente y no se podía ni mover para buscarlo.

Con un suspiro exasperado, movió las ruedas de su silla para avanzar. Odiaba estar así.
Era horrible no poder moverse con la libertad que antes lo hacías y ella era una niña muy activa que amaba ir de aquí para allá. Lo único positivo de esta situación es que como a ella le encantaba pintar, tenía muchísimo tiempo para hacerlo y últimamente había estado trabajando en un cuadro especialmente difícil pero que estaba poniendo todo su empeño.

Ladeó la cabeza, pensando que hacer y decidió ir a buscar a su hermano y a Sophia.
Amaba a Albus. Era su favorito y ya lo había admitido en voz alta y no le importaba, la verdad le divertía la situación.

Eso no quitaba que quería muchísimo a James, con el era más divertido hacer bromas y molestar a la gente, cosa que no podía hacer con Albus.

Busco la habitación de su hermano de en medio y la abrió pero de inmediato se arrepintió de haber hecho eso.

- ¡Maldita sea!- gritó tapándose los ojos con una mano.

Albus que tenía a Sophia acorralada contra la pared, se separaron un poco de inmediato, ambos sonrojados hasta las orejas y la raíz del cabello.

Lily entreabrió un poco sus dedos para que pudiera ver qué pasaba con un ojo.

- ¡QUITA TU MANO DE AHÍ, ALBUS!- gritó histérica mientras abría mucho los ojos.

Aún más sonrojado, (si es que se podía) el retiro ambas manos y se empezó a abrochar los botones de su camisa rápidamente y Sophia se amarró el cabello que estaba despeinado.