capitulo 115

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La noche no fue muy tranquila, poncho oía sollozar a dulce de vez en cuándo, el por su parte no se podía quitar la imagen de la cara de dulce cuando se entero de cm estaban las cosas, venían cosas difíciles para ambos, pero aunque tenia miedo sentía que ahora algo era diferente, ella estaba a su lado y aunque no estaba seguro de que las cosas fueran a seguir como estaban en ese momento que estaba junto a ella se sentía fuerte y con una razón para seguir adelante, dulce le inyectaba energía y positivismo.

P: (acariciándole el pelo) estas despierta?

D: mj... (dijo pegándose mas a su pecho)

P: (suspiro) cm estas?

D: ...

P: todavía tengo mucho para contarte...

D: (negó con la cabeza) ahora la que necesita tiempo soy yo... (Sus ojos se aguaron) déjame asimilar esto... (Empezaron a caer de nuevo las lagrimas, poncho las sintió resbalar por su pecho y la abrazo mas fuerte) esq es imposible... (Empezó de nuevo el ir y venir de sollozos acompañados de múltiples lágrimas)

P: shh shh! (intento consolarla pero la verdad era que lo único que quería era seguir llorando con ella, al rato la convenció de que fueran a desayunar con los chavos)

Salieron abrazados de lado, al verlos bajar los chavos no quisieron decir nada, dulce tenia la cabeza abajo, pero se alcanzaban a ver unos ojitos rojos e hinchados de tanto llorar, poncho se sentó y dulce sobre el, sin modular lo rodeo por el cuello y lo abrazo dándole la espalda a los demás que estaban sentados desayunando.

Poncho hizo les hizo una seña de que no estaba nada bien, todos entendieron y comieron en silencio, aunque le rogó dulce no quiso comer nada.

Todo el día estuvo como un zombi, no se despegaba de poncho pero tampoco le hablaba, a veces pequeñas y descordinadas lagrimitas salían de sus ojos, las mismas que poncho secaba con besos o caricias. Los chavos intentaron mantenerse al margen hasta que dulce asimilara bien las cosas, nadie sabia lo que realmente estaba sintiendo pero se lo alcanzaban a imaginar...

P: vamos a caminar?

D: (negó con la cabeza)

P: (se agacho y le levanto la carita haciendo que lo mirara) de alguna manera hay que celebrarlo amor...

D: (hizo cara de no entender) celebrar que? (dijo tan bajito q poncho tubo q hacer esfuerzo para entenderle)

P: (medio sonrió) feliz 18 de diciembre Dulce Maria...

Un poco sorprendida Dul miro su reloj buscando la fecha, y efectivamente marcaba el 18, una pequeña sonrisa intento iluminarle el rostro, alzo un poco mas su cara y poncho le dio lo que buscaba, sin quererlo a ambos se le vino a la mente la misma idea, podría ser el ultimo 18 de Diciembre que pasarían juntos, por lo menos en una forma física, cuando el pensamiento revoloteo por sus mentes ambos intentaron meterse en los labios del otro con la mayor intensidad posible...

Sin decir nada mas dulce se puso unos capris, se cambio la camisa y salio tomada de la mano con poncho hacia la playa. La luna estaba igual de hermosa que siempre, el mar dandoles una melodía silenciosa pero profunda y la arena los elevaba de la fria y dura realidad y les permitia sentirse fuera de la tierra, los llevaba a su propio mundo, el cual se hacia presente cada vez que sus miradas se cruzaban o las yemas de sus dedos se tocaban.

No caminaron mucho, ninguno de los dos tenia ánimos para hacerlo, se sentaron a los pocos minutos en la mitad de la nada, mirando hacia el mar, dulce entre las piernas de poncho, recostada en su pecho mirando al mar igual que el.

Mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora