Capítulo 53 - Toda la verdad

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... Inmediatamente la sangre de Justin empezó a llenar tu boca, a darte ese sustento que pedías con tanta necesidad.

Un gruñido bajo escapo de los labios de Justin, tenía los ojos clavados en ti como todos los que estaban en la habitación, no sabía si sentirse atónito o sentir logro por verte haciendo aquello, es decir, la mujer que hace unos minutos era una humana ahora estaba clavando sus colmillos en su muñeca, absorbiendo con toda la necesidad. Vio como cerrabas los ojos llevándote por el sentir, el mismo sabia como era eso, ese deseo que se desataba en ti al cambiar, esa sed tan desesperaba que quemaba tu estómago, solo pedias alimentarte. Dejo que lo hicieras, sin importarle nada más que verte sustentándote de el, era tan... irreal y provocativo.

No estaba prevenido para lo que le vino, solo sentía sus colmillos rasgar su labio inferior y las succionadas en su muñeca, como un rayo te habías apartado de su muñeca y vio esa mirada cargada de ese fuego abrasador, tu peso le sentó de repente haciéndolo caer extendido contra el piso de la oficina, por un momento se fijó en esos ojos que ahora estaban llenos de vida pero no con aquel brillo tan humano, que pertenecía a ti, sino con ese toque inmortal de una nueva persona. Tus manos se plantaron en cada hombro a la vez que descendías tu cabeza y tus nuevos colmillos se clavaban en un lado de su cuello. Esta vez Justin se permitió rugir con ganas...

Aquello lleno su cuerpo del mismo fuego reflejado en tus ojos, se había expandido por su cuerpo tras cada succionada, lo podías estar dejando vacío pero era justificablemente satisfactorio y le dio paso a su fragancia vinculante que se filtró en toda la habitación. Sentias tus labios sobre su cuello, tu cuerpo ciñéndose al suyo, esto era la suficiente para nublar el hilo de sus pensamientos... sintió tus colmillos clavándose aún más.

-Justin te está matando [escucho una voz decir pero la escucho muy lejos]

¿Matándolo?, porque esto estaba haciendo de todo menos eso, esto era electrizante. Era una buena manera de irse al otro lado. Como guerrero su sangre era pura, de las mejores, te daría la fortaleza necesaria y no se iba a apartar aunque eso lo dejara fuera de combate y mucho menos permitiría que tomaras de otro. Jamas.

Un leve gemido se escapó de sus labios tras las olas de calor que sentía, no debía estar sintiendo esto tras todo lo que habían pasado ni por el público, pero esto provocaba el estar en estas situaciones... Eras toda una sorpresa en estos momentos, jadeo cuando apartaste los colmillos de su cuello, pero no tomaste aire, apretaste más tus manos en sus hombros y descendiste directo a... a sus labios, Justin sentía todo lo que irradiabas y no te culpaba, no era solo la sed lo que te abrumaba cuando te convertías, eran otras sensaciones incluso más fuertes. Te dio la bienvenida sin pensar en nadie nada más que tú, dejando que sus labios conspiraran y se convirtieran en uno, no estaba esa dulzura que venía de ti, no estaba esa delicadeza que Justin podía darte pero estaba seguro no querías, no estaba nada de eso que espero haría al encontrarte, estaba esa oscura y cegadora pasión, sus labios ardían por sus propios rasguños con los colmillos más por los nuevos que le hacías con el beso, al tocar con su lengua tus colmillos su mente termino de nublarse llevado por todo lo electrizante de la situación, esto era más de lo que merecía, sus labios se aplastaron con más deseo, devorándose, pero por tu parte todo estaba lleno de ese toque salvaje, no te importaba nada salvo sentir esos labios.

-Esto es... [Escucho decir a alguien pero la voz se desvaneció]

Justin saboreo el sabor de el en tus labios, el sabor de tu sangre tras rasgarte los labios con sus colmillos, sus lenguas batallaron y sus mentes colapsaron. Mas, mas, mas, eso parecías pedir porque ya tus manos no estaban quietas, luchaban por despojar a Justin de todo.

-Muñ... [dijo Justin suave]

Ok, ¿le habías gruñido? Porque estaba seguro que él no sufría de sordera, seguiste succionando sus labios y él te seguía el juego con la misma ímpetu, poseyéndose mutuamente en cada jalón o mordida, Oyó un carraspeo pero esto nublaba su mente aunque entre todas las cosas que había echo en su vida, nunca había hecho algo como esto delante de la sociedad. Claro ejemplo de que no estaba para pensar en eso fue cuando su cuerpo por las sensaciones se arqueo en contra de ti, esta vez la del leve gemido fuiste tú.

Love Slayer ~ J.B&TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora