Capítulo 61 - Una noche para recordar (Parte 2)

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Solo le diste otro beso pero aun siguió mirándote para luego dejar que una sonrisa, LA SONRISA, porque fue de oreja a oreja se formara en sus labios. Este hombre era adorable hasta sonriendo.

-Cuando estuve allá en ese lugar de la luz, que ni siquiera sé porque me acuerdo de eso [negaste con incredulidad] Me encontré con alguien, supongo que era la virgen de tu raza, si, tenía que ser ella.

Justin se tensó.

-No no [te apresuraste a decir] no hizo nada, no me hizo nada, tuve que elegir entre ir hacia allá o quedarme aquí, es obvio que elegí estar aquí [dejaste de divagar] Escuchaba tu voz, muyyy lejana pero la escuchaba, al igual que la de Noel. No entendió, es una locura, en fin [Si, ahora si dejarías de divagar] Ella me dijo que muchas vidas cambiarían por esa decisión, supongo que tenía razón.

-No quería que pasara eso [dijo Justin interrumpiéndote] Pero si tu vida cambiaría por convertirte lo volvería hacer, no te iba a dejar ir.

-Lo se [le dijiste con sinceridad] Yo también haría eso, no te dejaría ir. Y pienso que si de igual manera seguía siendo humana, todo hubiera cambiado. No ibas a cambiar lo que siento y yo definitivamente [hiciste un gesto de obviedad] tenía que dejar de alborotarle la vida a las personas, aunque duela, aunque tuviera que dejar muchas cosas... es momento de que tome una decisión por mi [llevaste una mano a tu corazón] por esto.

-Cambiaste la mía [Beso tu mejilla] pero si la vas a cambiar así, cámbiala mil veces si quieres, bienvenido sea [beso tus labios]

Bajaste del regazo de Justin, desenvolviendo tus piernas y volviendo a colocar los pies sobre la tierra, a Justin no pareció gustarle porque se quejó pero le sacaste la lengua en niñería.

-Pienso que también escuche un te amo por ahí, en todo ese sueño profundo, escuche uno [dijiste haciéndote la loca]

Justin aparto la mirada de inmediato y se rasco la barbilla sintiéndose atrapado, no esperabas que te lo dijera, el demostró que lo sentía, alzaste tu mano para agarrar la suya.

-Sabes que lo dijiste [Justin alzo ambas cejas] sabes que sí.

-Bueno [Justin se hizo el loco] Volvamos a la mansión que tengo que tenerte segura.

-No [hiciste un puchero] vamos a quedarnos un rato, aprovechemos la noche, aprovechemos este momento juntos sin más nadie, sin nada que nos interponga. Muchas emociones juntas que aprovechar.

Justin miro a los lados nuevamente, y asintió. A los pocos minutos estaban los dos centrados, viendo hacia la ciudad, Justin estaba detrás de ti envolviéndote con tus brazos y tú con la cabeza apoyada en su hombro.

En la tranquilidad así como estaban, se podían ver los aspectos buenos de la vida aunque hubiera mucha porquería en el camino, Justin tenía muchas cosas que resolver pero se dedicaría este momento a darse un momento de júbilo, sentía dicha porque de alguna manera pensaba que las cosas podían terminar así y había sucedido, una que otra bomba, uno que otro momento de ira pero terminaste cerca de él, lo que necesitaba y quizás, solo quizás –esperaba eso- las cosas tomaran su rumbo nuevamente.

¡Paraatee ahí, pensamientos!, se dijo Justin así mismo. Sabia que las cosas nunca serian rutinarias para el, mucho menos como guerrero pero apreciaba esto.

-Sabes que lo dijiste [Le avisaste]

Justin rompió en una carcajada tras tu comentario imprudente, tu le seguiste el juego. Era loco como se podía acomodar una situación de diferentes maneras, y como una noche podían amoldarse tantas cosas.

-Chace amaría ver esto [dijo Justin entre risas] y luego recordarme de por vida que me convierto en un afeminado cuando estoy contigo.

Bueno, tenían que aprovechar esto porque dado las circunstancias con Justin todo era una aventura y nada se esperaba. Incluida esta noche había sido una montaña rusa de emociones y sensaciones, habías pasado de estar histérica, conmocionada y abrumada, a estar relajada llena de dicha amorosa en los brazos de Justin.

¡Yeyyyyy! un poco más y a un sanatorio, pues. Pero no lo cambiaras, este momento, no lo cambiarías.

Ni Justin tampoco.

Jason estaba en la oficina de Justin mandando mensajes a el consejo, había tenido que venir porque su shellan estaba dando una vuelta por el lado de las elegidas y no soportaba el silencio en que se convirtió la casa en su ausencia, tecleo todos los correos y leyó varias veces el mensaje donde la advertía que estuvieran alerta sobre la visita del guerrero Sael... tenían que tener advertidos a todos. Pero tenía que agradecer algo, todo marchaba "bien", la noche pasada Melanie la shellan de Jaxon había ido con su madre a su casa, nadie que no fuera de la hermandad ni de las elegidas, sabia donde vivían ellos pero hizo una excepción con Melanie, la mujer era encantadora, con respecto a Jaxon... él era todo un desafío, aún estaba esperando descubrir como terminarían las cosas con su hermano menor.

Un golpe en seco en la sala lo levanto de la silla como una bala y salió disparado hacia la sala.

-¡¿Qué demo...

Se interrumpió al ver la escena. Esto.Definitivamente.No.Era.Su.Problema

Chace estaba cabreado, el hombre podía ser sonrisitas muchas veces pero en este momento estaba totalmente molesto y el golpe había provenido de su mano al caer sobre una mesa, Noel estaba en frente suyo con la misma mirada de molestia, el ceño fruncido y con el gran "Jodete" dibujado en su mirada.

-Quítate de mi camino Chace, no eres mi condenada mujer [le gruño]

Escuchaste el golpe apenas habías entrado en la mansión, Justin y tu habían estado hablando de su carro –el cual era una maravilla que no todos podían gozar pero Justin si, al parecer la Virgen de la raza les daba todo el aporte monetario que necesitaban- y sobre que esta noche se dedicarían a hacer una cena, a pasar una noche normal, pero ambos se habían callado apenas la discusión había llegado a sus oídos. Primero paso Noel por un lado sin decir nada desprendiendo un gran "Váyanse todos al carajo". Miraste a Justin y este se encogió de hombros.

Antes de trancar la puerta paso Chace igualmente de molesto, nada gracioso esta vez.

-¡A ver! ¡¿Quién rompió la pintura de uñas de quién?! [Le grito Justin en broma]

Chace siguió y alzo su dedo corazón. Ok, estabas los humores un poco caldeados.

-¿Ahora que les dio a estos dos?

Ambos voltearon a ver a Jason que estaba completamente incrédulo.

-Sinceramente me van a sacar canas todos ustedes [viro los ojos] Y debes de saber que lo más seguro es que tu Shellan no salga.

-Estaba conmigo y con respecto a esos dos [miro por donde se fueron] seguro estaban discutiendo quien tiene la mejor pintura de uñas.

Si, en esta casa nada era un día normal, y te acostumbrarías a ello y a todo lo que tuvieras que enfrentar.

Alan Federman, un guerrero de la hermandad, estaba patrullando por las calles oscuras sin conseguir a ningún no-muerto que darle una buena lucha, era ese tipo de guerrero que miraba la vida desde un lado relajado, fiel a su raza, a sus hermanos de la sociedad, fiel a el mismo y sobretodo fiel a su honor. Llevaba rato sintiendo que lo perseguían y se paro en seco a mitad de la calle llevado por sus instintos saco una daga de su bolsillo.

-¿Qué quieres? [Giro] Sal de tu escondite

Solo que al ver quien salio de su escondite no pensó que el corazón se le iba a poner tan frio, Sael, tenían días buscándolo y tuvo que abandonar todos su honor hacia la amistad de este hombre en el momento que se metio con algo importante para un miembro de la hermandad. Tenían más de cien años conociéndose, siendo compañeros de patrullaje, incluso unos veinte años fueron compañeros de habitación. Él más que nadie conocía a Sael.

CONTINUARA

Love Slayer ~ J.B&TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora