Capítulo 68 - Entra en razón

11 1 0
                                    

Segundos... minutos... todo al parecer pasaba tan lento, ¿Cuánto tiempo llevabas envuelta en la toalla caoba? Ni sabias, lo mismo te habías preguntado de cuanto habías durado en la puerta dejando que las lagrimas se secaran sobre tu mejilla dejando una sensación pegajosa en tu piel hasta que habías decidido bañarte, con el agua bien fría para despejar sus pensamientos ¿había funcionado? Congelarte si, despejar tus pensamientos solo un poco, pero aliviar lo que invadía tu pecho, para nada. Tu cabello mojado cosquilleaba tu espalda y ya empezabas a castañear.

Esperabas que al transcurrir de los minutos Justin volviera pero nada, habían pasado horas, eran alrededor de las cuatro de la madrugada y nada, la preocupación en tu pecho aumentaba aun mas, te carcomía porque a pesar de aquella actitud fuera de lugar, esa explosiva actitud de Justin que te afecto a un nivel que te sorprendió, estabas preocupada por el había salido llevado por el infierno que se estaba apoderando de su interior, con la neblina oscura ocultando todo rastro de razón, herido de bala en un hombro y habías notado que en su espalda también había una pequeña pero profunda herida, solo querías que volviera a casa, ahogara su frustración en cualquier parte de la mansión, no en las calles sin saber que haría porque simplemente Justin no te había dejado entrar en ese caparazón que había levantado y te había prohibido la entrada a su desahogo.

Te dirigiste al armario a pasos lentos, sin poder sacarte la mirada de Justin, esa mirada oscura mostrando un fracaso injustificable, ¿Cuánto más dejarían destruiría Sael con o sin su presencia? Tus manos se habían vuelto un puño sin notarlo solo pensar en el, ya no solo te estaba obstaculizando a ti, el fantasma de Sael también estaba torturando a Justin, construyendo ese aura lleno de venganza y frustración que rodeaba a tu amante. Cerraste los ojos inspirando para luego abrirlos fijándote en toda la artillería pesada de Justin en la habitación, desde dagas de todo tipo hasta tres tipos diferentes de armas de fuego, en otra vida, en la que no sabías que Justin era un guerrero vampiro en todas las de la ley, te hubieras asustado por ver esta artillería pesada, ahora solo lo comprendías, si los humanos veían como una barbaridad las estrategias que sacaban cada día los antisociales para correr el terror entre ellos mismos, se quedarían cortos al ver todo lo que rodeaba en la raza vampírica, tendrían una ulcera por cada par de lucha que vieran. Y aquí volvíamos a esto, detestabas esta lucha, detestabas a Justin y tu entorno involucrado en esto...

Fuiste consciente de las voces fuertes, masculinas y serias que cada vez aumentaban en el piso de abajo, pisadas fuertes que se acercaban a ser zancadas, maldiciones y no hacía falta estar presente para saber que la tensión era el protagonista. Te dedicaste a vestirte con un pantalón oscuro y una camisa tipo suéter azul marino y ya empezabas a rezar para que Justin volviera o tu misma saldrías a buscarlo aun cuando seria poner en juego tu dignidad, pronto amanecería y eso te alborotaba aún más el temor de que Justin hubiera perdido a noción del tiempo. En un estúpido intento marcaste el numero de Justin para que te enviara directo al buzón de voz

Suspiraste, esperabas con brazos abiertos el dia en que todo resultara tranquilo.

Una mas como esta y Justin comprendía que su cerebro iba a explotar como un malvado fuego artificial, nada ayudaba a que su humor ácido disminuyera, mientras más intentaba salir de la discoteca en la cual se había liado, sentía los cuerpos humanos sudorosos pegarse a él y estaba a punto de apartarlo como si no fueran más que escoria pero se jugó a la suerte controlándose, lo que no pudo hacer contigo y eso lo tenía aún más al límite, ¿Cuántas horas había pasado desde que dejo la mansión como una fiera? ¿Cuatro? ¿Cinco? Frunció el ceño cuando su hombro dio la milésima punzada de dolor, le caldeaba el solo pensar que estuvo buscando pistas de Sael y no volvió a encontrar nada, solo el callejón vacio como si no hubiera explotado una lucha, frunció aún más el ceño al recordar al civil herido que había ignorado y dejado en aquel callejón... esta noche empeoraba cada vez mas. Se había hundido en una que otra bebida alcohólica para que esa frustración desapareciera, ese sentimiento que le estaba cegando por dentro pero el líquido no había hecho nada, pasaba como si fuera agua y solo había logrado un dolor de cabeza que le martilleaba sin piedad.

Love Slayer ~ J.B&TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora