...Esa mirada avellana penetraba la tuya con toda la preocupación que una mirada podía revelar, esos ojos, conocías esos ojos y esa mirada pero tus recuerdos eran una nebulosa en este momento, algo escondido tras las tinieblas. Sabias que el temor se revelaba en tu propia mirada, pues tenias los ojos tan abiertos que asustarías a un niño pero no podías dejar de mirar esos ojos, mas por el temor que te estaba abarcando, los sollozos que venían tras cada lagrima...
Ya va, acaso... oh diablos, tenias que haber muerto... pero, empezaste a temblar abrumada por todo lo que te estaba invadiendo y... acaso ¿estabas viendo? ¡Por todo lo irreal, estabas viendo! Y no era algo de un sueño, en los sueños todo era brilloso y cambiante, aquí la escena se mantenía viva con esa nitidez real, todas las preguntas se cruzaron por tu mente, al mismo tiempo que aquellas tiniebla empezaba a dispersarse.
-¿Qué me hicieron? [Fue lo único que dijiste]
Tu voz estaba apagada tras esa tonalidad ronca y por las lágrimas que se desplazaban sobre tus mejillas rápidamente, atascando tu garganta con un nudo.
Apartaste la mirada rápidamente de aquellos ojos para mirar a tu alrededor, ¿Cómo definir lo que sentías? Abrumada, era lo primero, antes de desmayarte eras totalmente ciega, ¿y ahora veías todo con claridad?, esto era sacado de una fantasía. Te espantaste cuando aquellas fuertes manos hicieron presión sobre tus hombros volviendo a mirar a aquel hombre que en aquella tiniebla era un desconocido pero no tardaste mas en conocer ese tacto... Justin, aunque los recuerdos del Justin que habías visto alguna vez estaban más en lo borroso, nunca ibas a olvidar esa mirada. Excepto que aquella vez estaba cargada de esa chispa que encendía y en este momento era un caos de preocupación.
Temblando como si el frio se volviera insoportable, te derrumbaste, lo que no habías hecho en aquellas dos semanas, ocurrieron en este momento, en los brazos del amado en que aguardabas tus esperanzas, por el que cada noche pensabas... te dejaste caer hacia el frente dando totalmente con el pecho de Justin, sus brazos te rodearon mientras los sollozos leves se convertían en sollozos desesperados, las lagrimas inundaban todo tu rostro, te hervían los ojos e impedían tu habla, hiciste un movimiento en vano para separarte de Justin y tu cuerpo grito clemencia, algunas partes dolían más que otro pero sentías como si el estomago te lo hubieran destrozado y vuelto a pegar las piezas, seguiste derramando las lagrimas que aguardaban por el día que Sael te dejara libre y pudieras demostrar que tu no eras de piedra, sollozaste por cada noche larga y oscura que se había hecho un infierno durante días, por el sentir que tu cuerpo decaía por cada esfuerzo de liberarte de aquel yugo y por...
La voz de Justin interrumpió el hilo de tus pensamientos, esa voz que haría a cualquier mujer voltear para encontrar a su dueño.
-Ya no estas mas con él [sus manos acariciaban tu cabello] estas conmigo, tranquila [dijo en un intento de calmarte]
¿Todo estaba bien? Era algo bueno que estuvieras en brazos de Justin, pero ¿Cómo? ¿Por qué tus recuerdos eran tan vagos y nublados? Y la pregunta del millón, ¿Por qué veías? Como si hubieras pedido la respuesta, llego como un rayo, rápido.
-¡¿Qué me hizo Justin?! [Alzaste la voz entre lágrimas] ¡¿Por qué veo?! ¡¿Por qué no me siento yo?
Te separaste de ese pecho para encontrarte con ese rostro que era hermoso pero estaba pálido, sus ojos vacilaban como si buscaran una respuesta adecuada y el ceño fruncido decía mucho mas, un pulgar se planto en tu mejilla acariciándote de arriba abajo. Abriste tu boca para decir algo pero entre la rapidez y la desesperación encontraste algo nuevo en ti, tu lengua había rozado algo que no había estado antes... dos caninos afilados, abriste los ojos desorbitada lanzándote con fuerza hacia atrás, con una rapidez que no creías posible y un chillido se escapo de tus labios dejándote pasmada, ahora todo tu cuerpo temblaba.
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Love Slayer ~ J.B&Tú
RomancePor todo lo real, esto era una locura. Las preguntas no eran capaces ni de ser respondidas por sí misma, no conocía realmente lo que era la satisfacción de tener un escape para todo, no es que fuera a perder la poquita cordura en su mente, pero ¡No...