Chelsea mueve sus ojos de un lado a otro por la pantalla de mi móvil, leyendo lo que pone en las fotografías del informe. Ella se ha empeñado en buscar algo que aún no me ha dicho y lleva un buen rato así desde que hemos entrado en mi casa. Parece que su búsqueda no está dando resultado alguno, pero a los pocos segundos, su voz hace acto de presencia.
—¡Aquí está! —grita mi amiga.
Esto hace que me incorpore de inmediato del sofá, asustada, debido a que me ha pillado desprevenida. Después de hora y media buscando a saber qué cosa, por fin lo ha encontrado. Espero.
—¿Me vas a decir ya qué es lo que buscabas y supuestamente has encontrado? —pregunto soltando un suspiro de cansancio.
Estoy agotada. Necesito dormir por una semana entera. Hibernar cual oso.
—Supuestamente no. Lo he encontrado —me corrige dirigiendo su mirada a la mía—. Y lo que buscaba era esto. —Me muestra la pantalla de mi teléfono—: la parte en la que pone lo que ha pasado con la segunda arma homicida.
—Trae. —Le quito el dispositivo de entre sus manos con cuidado de no tirarlo al suelo y me lo acerco un poco para poder leer bien lo que pone, cosa que es un tanto difícil porque la foto está movida y algo borrosa—. Tengo el pulso de una anciana —admito con pesar.
Soy un desastre. Ya ni siquiera sé hacer fotografías, y menos bajo presión.
—Lo he notado, pero tranquila. Es legible —contesta con la intención de animarme un poco.
Ruedo los ojos y vuelvo la vista a la pantalla del dispositivo. Amplio la fotografía para poder ver mejor lo que pone y comienzo a leer para mis adentros.
"La segunda arma homicida con la que el asesino mató a una de las víctimas e hirió a su hermano menor fue una Colt government 1911 A1. Poco después de cometer el asesinato se deshizo de esta arma. Aún no se sabe cómo se deshizo de ella, ya que el acusado no quiso dar explicaciones."
Entonces mi teoría era cierta... Y Rosa decía la verdad sobre esta pequeña parte.
—¿Ves? Sí que había otra arma homicida —digo pasándole el teléfono para que ella también pueda verlo.
—Ya, Rosa me lo dejó más que claro. —Rueda los ojos—. Pero mira. —Me muestra la pantalla y señala con el dedo la parte en la que dice:
"Aún no se sabe cómo se deshizo de ella, ya que el acusado no quiso dar explicaciones."
—¿Qué pasa con eso? —inquiero con la intención de que continúe hablando.
—¿Por qué no dio explicaciones de lo que hizo con esa segunda arma homicida? —cuestiona, pensando en una posible respuesta, pero no parece que se le ocurra nada.
—No lo sé. —Me encojo levemente de hombros—. Intentaré averiguarlo sobre la marcha, no quiero precipitarme y hacer mal las cosas. Prefiero ir despacio.
—Tú eres aquí la poli, confío al cien por cien en ti. Aunque tampoco puedes permitirte ir muy lenta.
Suelto un suave suspiro ante su contestación, ya que no le falta razón. Debo hacer las cosas a un ritmo moderado. Estoy durante un tiempo dándole vueltas a las cosas, poniendo todo en orden en mi cabeza. Lugo, cuando termino de tener las cosas algo más claras y puedo estar segura de que todo se ha asentado en mi cerebro, decido hablarlo con Chel en voz alta.
—Bueno, a ver. Centrémonos. —Niego repetidas veces—. Primero se declara culpable.
Ella asiente con la cabeza.
—Sí —afirma dejando mi móvil encima de la mesita de centro.
—Y luego admite haber usado un arma diferente para el asesinato de su madre —añado.
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Criminal | EN FÍSICO |
ActionKelsey, una novata en el cuerpo de policía, se ve en la obligación de vigilar a Axel, un expresidiario que no le pondrá las cosas fáciles. * Café es lo único que Kelsey Davenport ha visto, tocado, olido, hecho y repartido desde que llegó a comisaría...