Williams se acerca a nosotros con pasos despreocupados, a la vez que esquiva a aquellos que se cruzan en su camino con algunas cuantas copas de más en sus cuerpos. Por el rabillo del ojo, veo como Fred presiona a Andriu para que le pague lo que le debe. Ella, de mala gana, le da el dinero por lo bajo lo más disimuladamente posible.
—Creía que no ibas a venir —le digo a Axel en cuanto está a un paso de mí.
—Pues aquí estoy. —Se encoge de hombros restándole importancia.
Turner le da una fuerte palmada en el hombro, apretándoselo como una forma de darle la bienvenida. Ann se remueve, incómoda, a mi lado. Pongo la mirada sobre ella y me percato de que busca algo con insistencia por los bolsillos de sus prendas de vestir. En el instante en el que logra sacar su teléfono móvil de sus vaqueros azules, una sonrisa y un suspiro de alivio salen a la luz.
—Tengo que hacer una llamada. Si me necesitáis, estaré fuera —se excusa ella, un tanto tímida.
Nosotros asentimos para que se vaya tranquila. La pelirroja le echa un rápido vistazo a Axel, el cual provoca que la tembladera se haga presente en sus delgadas piernas y, sin más demora, se marcha. No me hace falta pensar mucho para averiguar que se va por el miedo que le tiene al chico. No tiene que llamar a nadie, solo ha puesto una excusa para no estar cerca de él.
Fred se saca otra pulsera del bolsillo y se la entrega a su amigo. Este se la pone y, al rato, un camarero viene para atenderle. Él pide un cubata con ginebra. No pasa ni un minuto desde que el hombre toma nota de la bebida que Axel quiere, hasta que se la trae. Durante este tiempo, ninguno ha intercambiado palabra alguna. Noto como Andriu se encoge en su sitio, en un intento de hacerse pequeña a la vista del expresidiario. Algo no va bien entre ellos dos, eso está más que claro. Puedo cortar la tensión con un cuchillo si me lo propongo.
—Oye, Axel... —habla la pelo azul—. ¿Podríamos hablar sobre...?
—No —contesta el nombrado de forma tajante.
Williams pega un largo trago a su vaso. Su rostro se arruga como si hubiese chupado un limón, lo que consigue causarme gracia.
—Ya te he pedido perdón muchas veces —insiste ella—. Me gustaría que...
—No quiero hablar, Andrea.
La conversación finaliza ahí.
Arrugo la nariz al escuchar un nombre diferente al que conozco yo con el cual se refieren a la hermana de Ann. ¿Andrea es su verdadero nombre? Entonces seguro que, Andriu, es un mote o algo por el estilo.
El ambiente vuelve a ponerse tenso entre nosotros cuatro. Lo único que hace que se suavice un poco la situación, es la música que inunda el lugar. Si no fuera por eso, creo que estoy se convertiría en una pelea interna de la que, Fred y yo, saldríamos mal parados.
Turner traga saliva y se dedica a darle un sorbo a su bebida. Al realizar esta acción, pone sus ojos sobre mí y arquea las cejas. Lo interpreto como una manera de romper el hielo entre ambos, para que el enfrentamiento de sus amigos no nos salpique. Yo le muestro los dientes apretados en un intento de sonrisa, dándole a entender que esto se ha vuelto un poco incómodo desde que Axel ha llegado y Andriu ha decidido hablarle. Pero por como se muestra él ante la escena, sé que sabe perfectamente lo que ocurre y que no es la primera vez que los dos están tan huraños el uno con el otro.
—Bueno, hermano —interviene el moreno—. Quiero hablar contigo a solas un momento. Dejemos a las chicas.
Axel asiente con la cabeza y se bebe del tirón el alcohol que le queda en el vaso. Tras dejarlo vacío sobre la barra, él tira con suavidad de la tela de mi chaqueta, justo en la zona del codo, para llamar mi atención. Le miro y espero a que hable.
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Criminal | EN FÍSICO |
ActionKelsey, una novata en el cuerpo de policía, se ve en la obligación de vigilar a Axel, un expresidiario que no le pondrá las cosas fáciles. * Café es lo único que Kelsey Davenport ha visto, tocado, olido, hecho y repartido desde que llegó a comisaría...