👑 Capítulo 31

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Durante todo el trayecto, ambos estamos sumergidos en un silencio que a mí me resulta un tanto incómodo. Ni siquiera soy capaz de sacar un tema de conversación para romperlo y que, al menos, el camino no se haga tan pesado. La tranquilidad que envuelve el rosto de Axel es lo que me impide dar ese paso. Se le ve a gusto, cómodo ante la ausencia de ruido. Sería todo un placer saber qué es lo que está pasando por su mente en este momento, saber qué es lo que le produce tanta calma. Me siento totalmente apartada de su mundo ahora mismo.

La imagen que me está dando de él en este instante, no se asemeja en nada a la que describen las palabras de su informe, a las que pronuncia mi jefe, o a las que interpretan los actos de las personas que hay a su alrededor. Es como si fuese alguien totalmente diferente. Alguien que quiere esconderse tras esa fachada que han ido creando otros.

Los minutos pasan y, después de un tiempo, llegamos a nuestro destino. Axel abre la puerta del hospital y, tras entrar en él, la mantiene sujeta para que yo haga lo mismo. Una vez que los dos estamos dentro, caminamos hacia el ascensor. Llegados a este punto, tengo la necesidad de preguntarle sobre algo que me es urgente, así que me atrevo a romper el silencio que me ha dado una faceta nueva que no sabía que él tenía.

—¿Cómo estaba Woody cuando lo dejaste en su casa? —Mi voz sale en un susurro, aunque yo no pretendía que sonase en ese tono tan bajo.

Me gustaría saber si el muchacho está algo mejor, aunque sea un poco.

Cuando frenamos enfrente del elevador, el expresidiario posa sus ojos en los míos, sin cambiar esa expresión de tranquilidad de su rostro.

—Pues por el camino se iba riendo mientras me contaba anécdotas de su vida —responde encogiéndose levemente de hombros—. Luego, cuando le dejé en el portal, comenzó a llorar y volvió a abrazarme. No estaba por la labor de querer separarse de mí.

—Pobre chico. —Suspiro.

Williams presiona el botón para que el ascensor baje hasta nuestra planta. Justo ahí, puedo percibir un cambio en la expresión de su cara. La calma que emanaba de él ha desaparecido por completo, dándole un aire más triste.

—Sí, pero lo peor viene ahora —comenta.

—¿Qué viene ahora? —indago, arrugando la nariz—. A visto morir a su novia, creo que lo peor ya lo ha pasado.

—No, Kristen. —Niega con la cabeza—. Esto ni con la mayor borrachera de la historia se olvida. Lo peor vendrá cuando no pueda dejar de recordarlo.

Su voz llega a quebrase en la última palabra, y sus ojos comienzan a moverse por el lugar, inquietos. Como si haber dicho eso le hubiese dolido. Esto me hace pensar, de alguna forma, en el día que ocurrieron los asesinatos. Pienso que el comportamiento de ahora está relacionado con esa trágica fecha. No tengo duda de ello.

Las puertas del ascensor se abren, interrumpiendo mis pensamientos. Dos enfermeros que hablan sobre el estado de un paciente aparecen en nuestro campo de visión.

Y no es que se estén dando buenas noticias que se diga.

—Llamaré a sus padres para decirle que el chico ha muerto —comenta uno.

Al oír esto, Axel se tensa en el sitio y no quita la mirada de encima de los enfermeros, quienes salen apurados del ascensor.

—Estaba terminal, sabían lo que se les venía encima —comenta el otro con cierta tristeza en su voz.

Ambos siguen con su camino, pero nosotros no somos capaces de seguirles con la mirada para ver si podemos averiguar un poco más de esa información. Williams se queda observándolos sin parpadear siquiera, el miedo y la preocupación puede verse a simple vista con solo mirarle.

Criminal | EN FÍSICO |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora