Una luz resplandeciente a mi espalda, alumbra de forma repentina todo el pasillo al completo. Como un acto reflejo, me giro unos centímetros hacia atrás para ver de dónde viene; Andriu aparece ante mí, apuntándome con la linterna de su dispositivo móvil. La pelo azul arruga el entrecejo y me observa con impaciencia. Acto seguido me hace un gesto con uno de sus brazos para que continúe andando sin detenerme.
Opto por hacerle caso y seguir con mi camino. Voy con pasos lentos, ya que, aunque ahora puedo ver un poco mejor el suelo, quiero asegurarme de que no me voy a tropezar o chocar con nada. Aunque, ahora que lo pienso, puede que solo tenga miedo y esté buscando excusas tontas para convencerme a mí misma de que voy a poder con esto. Aún tengo mis dudas, ni siquiera sé que es lo que voy a tener que hacer, y eso ya es suficiente para tenerme así de nerviosa.
Tras avanzar un poco más, distingo una puerta cerrada a pocos metros de nosotras. Esta también es de metal, como la de fuera. Sin embargo, no tiene ningún animal mostrando sus fauces para devorarte, simplemente es de un color verde oscuro.
Cuando estoy a pocos centímetros de ella, freno y me quedo mirando el picaporte con detenimiento. Trago saliva y estiro mi mano para tomar el pomo y entrar al local, pero antes de que pueda hacer esto, Andriu me detiene. Ella enrolla sus dedos en mi muñeca y tira de mí hacia a atrás, haciendo que me dé la vuelta para verla. Le echo una mirada llena de confusión ante su acción.
—Estás a tiempo de marcharte —me informa en un tono de voz bajo.
Arrugo la nariz. Después de haber alertado a Jayden de mi presencia en la fiesta para que me hicieran la novatada... ¿ahora intenta que me eche atrás con la iniciación? No lo entiendo, antes no parecía importarle si me mataba cayendo de esa viga o no.
—No me voy a ir —sentencio.
La chica se ríe sin gracia.
—No entiendo por qué has decidido arruinarte la vida de esta forma —me confiesa—. Pero vale, ojalá escarmientes, bonita. Para que sepas valorar un poco más tu vida y la de los que te rodean.
Dicho esto, me libera de su agarre. Estoy unos instantes dándole vueltas a lo que ha dicho; está claro que la iniciación va a ser mucho peor que la novatada. Cada vez estoy más convencida de que no voy a salir viva de esta.
Me vuelvo a dar la vuelta y, tras coger una bocanada de aire y expulsarla lentamente, me dispongo a abrir la puerta. La iluminación del lugar me ciega por unos pocos segundos, luego, mi vista consigue adaptarse sin problema. Lo primero que llama mi atención es lo amplia que es la habitación; hay dos sofás y dos sillones, colocados alrededor del centro de la sala, donde se encuentra una mesita con varias armas y una mochila vieja de color gris. En la pared de mi izquierda aparece una televisión colgada que parece bastante cara, situada de tal forma que de casi cualquier punto del cuarto se puede ver lo que se esté reproduciendo en ella.
Después de haberle echado un vistazo a los muebles del sito, me fijo en los presentes: Fred y Charlie, el padre de Axel, son los primeros que reconozco. Ellos dos están al lado de Jayden, quien se encuentra al fondo del local. Tres chicas y un chico, que no conozco de nada, están sentados en el primer sofá, el que se sitúa justo al lado de la entrada del lugar, donde estoy yo. También hay otros tres chicos más, quienes están en el segundo sofá, posicionado en perpendicular al otro.
Una vez que he visto los rostros de todas las personas que hay aquí, poso la mirada en el padre de Axel. Marshall decía que era un buen hombre, pero si está aquí... no creo que sea del todo cierto. Tendré mucho más cuidado con él ahora, es sospechoso de asesinato y además está involucrado en todo esto. Al menos, eso es lo que parece.
—Kristen —me nombra Charlie, sorprendido—. No pensé que tú fueras la nueva.
Yo tampoco me lo esperaba.
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Criminal | EN FÍSICO |
ActionKelsey, una novata en el cuerpo de policía, se ve en la obligación de vigilar a Axel, un expresidiario que no le pondrá las cosas fáciles. * Café es lo único que Kelsey Davenport ha visto, tocado, olido, hecho y repartido desde que llegó a comisaría...