Capítulo 20

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Habían pasado dos semanas des de que vi a Zayn por última vez en el Aforo.  No sé por qué, pero no venía al instituto, ni tampoco cuando quedábamos todos. Y de alguna manera lo echaba de menos.  Echaba de menos sus besos, sus caricias y todo los sentimientos que provocaba en mí cuando me miraba. Seguía asustada de lo que me enteré. No me lo podía creer y le había dado muchas vueltas.  Si dijera que no me había dormido pensado en él cada noche, mentiría. Andrew y yo cada vez estábamos más unidos, y aunque no provocaba lo que solo Zayn podía hacer, le tenía cierto aprecio.  Habíamos quedado bastantes veces y me había divertido mucho a su lado. Él realmente estaba loco. Ash y Niall estaban cada vez más enamorados, estaban hechos el uno por el otro.  Es como si el amor flotara entre la distancia que los separaba cada vez que se miraban, cuando sus ojos brillaban. Berta y Mireia eran unas chicas geniales. Se habían unido a nuestro grupo de amigas, y estaba muy contenta por eso. Tenía algún presentimiento de que a Harry le gustaba Berta pero ella lo ignoraba ya que era un jodido plasta. Con la que más me había visto últimamente era con Mireia, pues Berta siempre estaba ocupada con sus extraescolares y Ash se pasaba el día con Niall. Tampoco me molestaba, es más, lo entendía. Mireia me había ayudado a superar lo que pasó con Zayn, aunque no le había contado el motivo. Nunca lo haría. No me lo quería ni contar a mí misma, no lo iba a hacer a otra persona. No sé por qué pero es como si mi corazón lo quisiera proteger.  Y en cuanto a mi madre, cada vez menos estaba en casa, y cuando lo hacía pocas veces podía salir de casa. Ella era así. Dentro de dos meses cumpliría los 18, y ya podría ser completamente libre.

El timbre resonó por toda la casa. Bajé las escaleras rápidamente, mientras me hacía un moño desordenado.  Abría la puerta, queriéndome encontrar con él, pero sabía que eso era imposible. Me gustaría saber dónde se había ido. La figura de Andrew ocupó la puerta principal, con una sonrisa plasmada en la cara.  Yo le sonreí de vuelta.

-Hola preciosa.-ahora se había acostumbrado a llamarme así como él lo solía hacer.  Había llegado al punto de que no le iba a decir nada, por qué, al fin y al cabo Zayn  y yo no éramos nada.

-Hola Andrew.-se abalanzó contra mis labios con un beso corto, cosa que le seguí rápidamente el beso. -¿Qué te trae por aquí?

-¿Es que no puedo pasar a ver a la chica más maravillosa de este mundo?-sonrió entrando en casa. Mi madre ya había conocido a Andrew, y ella estaba enamorada de él, no literalmente, claro. Quiero decir que Andrew es el chico que toda madre desea para su hija: ordenado, estudioso, limpio, guapo y rico. ¿Quién no quiere que fuera su novio? Estos últimos días había llegado a la conclusión de que me gustaba. Se había portado muy bien conmigo, y me había hecho sentir especial, y en algunos ratos olvidarlo. Aunque él no sabía nada sobre lo que pasó, ni siquiera me había preguntado cosa que me parecía extraña pero era mejor no darle importancia.

Mi mirada se dirigió en su brazo vendado. Abrí los ojos.

-Vaya, ¿Qué te ha pasado?-señalé donde se había hecho daño.

-Me caí por las escaleras esta mañana mientras  iba a comprar lo que mi madre me había pedido.

-Qué mala suerte.

-Soy así de torpe.-se encogió de hombros haciéndome carcajear.

-¿Qué te apetece hacer?-pregunté.-Está lloviendo y no es que haga muchas cosas por hacer.-me encogí de hombros con cara de fastidio.

-¿Qué tal si miramos una peli?-propuso

-Bueno… no sé si las que tengo te gustarán porque yo-fui interrumpida.

-Eh, tranquila. Mientras te gusten a ti estoy bien con eso.-besó mi mejilla y yo asentí sonriente. Era realmente precioso cuando me decía esas cosas. “Ojalá Zayn me hubiera dicho todo esto” Ya basta, él es un estúpido asesino. Las apariencias engañan. Esa frase me la decía mi padre de niña, cuando me leía el cuento de la caperucita roja.

Trust Me- [Zayn Malik] ACABADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora