SAGA TURQUIA # 4
Este es el trato.
Estaremos casados por dos años, al cabo de ese tiempo tu saldrás de mi vida y la de mi hija para siempre.
Te advierto Jamás intentes enamorarte de mi
No esperes de mi deseo o alguna muestra de afecto.
No pretenda...
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Khan llego al edificio en Temel Sitesi y al tocar el timbre del apartamento 101 una mujer de unos 25 años, alta, delgada, cabellos negros le abrió y en su cara se dibujo una gran sonrisa al verlos.
- Khan que bueno que viniste, te he extrañado tanto.
Se prendió de su cuello y le dio un beso en la mejilla, centrando luego su atención en la bebita que estaba en el moises que el cargaba.
- Es mi bella Sophia, Khan es hermosa
Pasaron a la sala y ella cargo a la dulce bebe y estaba extasiado viendo a aquella niña tan bella y perfecta.
- Como estas- le pregunto al cabo de una pausa.
- Bien- fue su respuesta escueta.
- Vamos Khan te conozco, y entre nosotros hay la suficiente confianza para ocultarnos cosas, sabes que siempre ha sido asi, tu conoces todo de mi y yo de ti.
- Tienes razón Em, contigo es la única persona que puedo realmente sincerarme.
- En mi siempre puedes confiar, como yo confió plenamente en ti, sabes que te amo
- Y yo te amo a ti, - le dijo acercando sus labios a su mejilla y dándole un tierno beso.
Y es que ella tenia razón, solo en Enma Castle era la única persona que podía abrirse por completo, la que lo conocía por completo y a al cual la unía un cariño muy especial.
Era la única que podía atravesar esa coraza que el había erigido para protegerse del dolor, la que lo confrontaba sin temor y la que siempre tenia la palabra justa que el respetaba y lo hacia centrar los pies en su realidad.
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Shaina lo esperaba con la luz encendida, simulando que estaba viendo televisión, cuando lo cierto es que desde que se fue la inquietud que se instauro en su corazón, no se había apartado un segundo.
Khan entro en la habitación y le dirigió una mirada fría, sin dirigirse una palabra, fue al baño, luego salió empezó a desvestirse y le asombro ver que Shaina no parpadeaba ni le quitaba la vista encima, además de parecer algo molesta.
