El Trato

CAPITULO 59 UN FINAL FELIZ

Tres meses habían pasado desde ese suceso que marco un antes y después en la vida de sus protagonistas

En ese tiempo habían pasado muchas cosas

Ayla había dado a luz a su preciosa hija Shayla y donde por supuesto sus tres hermanos estuvieron con ella, y su mayor alegría es que Murat esta vez si compartió con ella ese hermoso  e intimo momento, e incluso presencio el parto, aunque después lo sacaron casi desmayado ante la burla de sus tres cuñados.

Elif finalmente estaba presa y en espera de juicio así que su reinado de maldad había cerrado su ciclo. Ashraf la había visitado solo para advertirle que jamás volviera a acercarse a su familia y decirle que ella ahora si había muerto definitivamente para el.

Elif lloro lagrimas amargas porque en su equivocada percepción de la vida, ella si lo había amado con todo su corazón, y saber que jamás lo tendría era su peor castigo.

Catherine fue tratada con una persona inestable emocionalmente y fue recluida a una clínica psiquiatrica.

Khan había querido que todo el peso de la ley cayera sobre ellos, pero Shaina intercedió por ella en vista que solo era una mujer enferma y que la verdadera mente perversa de Elif había podido manipular, además de ser la madre de Sophia, lo único que exigió Khan de inmediato fue el divorcio que le fue concedido.

Y ahora Shaina y el cumplirían su sueño de amor al casarse ante Dios, con toda su familia presente.

Razon por la cual habían viajado a Bursa en pleno toda la familia Kemal donde seria el matrimonio entre Shaina y Khan.

Ahora finalmente sellarían su pacto de amor delante de Dios y de los hombres, en unión de las dos familias y todos sus amigos presentes.

Rahim estaba feliz con su nuevo yerno.

No era fácil haber tenido cuatro hijas y lograr que las cuatro fueran inmensamente felices al lado de hombres que las adoraban.

Jurriam, Ashraf, Mesut y ahora Khan, eran hombres buenos que amaban y harian felices a sus tesoros. Asi que cuando su esposa fue hasta el y lo abrazo, supo que habia cumplido con su trabajo de padre.

En la habitación Shaina había optado por un vestido blanco, un poquito holgado, pues ya su pancita de cinco mese era notoria.

Sura, Hana, Zahida y Ayla estaban con ella le ayudaban a maquillarse y arreglarse y calmarla pues no podía negar que estaba hecha un mar de nervios.

Sura bajo a la sala donde esperaba Ashraf para llevarlos al lugar donde se realizaría la celebración de la ceremonia religiosa.

- ¿Falta mucho Sura?- le pregunto Ashraf impaciente- ya Khan me ha llamado 10 veces

- No mucho. Ya saldrán- apunto ella sonriente y aprovecho este tiempo a solas para hacer una pregunta que siempre había quedado pendiente- Ashraf no me guardas rencor

-Claro que no Sura- negó con sinceridad. 

- Se que herí mucho tu orgullo al huir con otro hombre, pero no es por eso que me disculpo, porque todo se dio como debía ser, sino porque yo fui cómplice para que mi hermana también huyera de ti, bueno, y se ahora cuanto eso te hizo sufrir.

- Ya eso paso hace mucho tiempo, y todo lo que paso simplemente me hizo valorar mas lo que tengo ahora.- puntualizo con certeza absoluta.

- Hana y tu siempre estuvieron hechos el uno para el otro.- indico ella emocionada y feliz que tanto ella como sus hermanas hubieran encontrado el amor, en hombre buenos que las habían sabido valorar.