El Trato

CAPITULO 41 AMORES TORMENTOSOS

Kerem tenia días de malhumor, saber que Enma tenia un enamorado literalmente lo estaba matando, no lo soportaba y aunque sabia que su amor era imposible, y lo único que había pedido a Dios era no tener que verla junto a otro hombre.

Si lo sabia, era muy egoísta pero solo imaginar tener que entregarla un dia en los brazos de otro hombre, era su muerte.

Por eso esa noche fue a un bar tratando de calmar sus emociones en conflicto.

No había pasado mucho tiempo cuando una mujer de cabellos negros, ojos café que le recordó a Enma por su parecido físico se le acerco y le pidió le recomendara alguna bebida.

El no era de los que acostumbraban flitear con alguna desconocida y menos en un bar, pero esa noche estaba tan enojado, tan lleno de celos y de impotencia que accedió.

Quizas esto era lo que estaba necesitando, descargar su libido con alguien para olvidarse por un momento de Enma.

Su hermana y la mujer que amaba con todo su corazón.

La llevo a su casa y entre su deseo de olvidar y su embriaguez, le hizo el amor o mejor dicho tuvo sexo con aquella mujer que solo sirvió para hacerle entender una vez mas que a la única mujer que deseaba con el era a Enma.

Asi que se sintió avergonzado y furioso consigo mismo a la vez.

Algun dia acabaría este tormento de desear a una mujer que estaba prohibido.

Su alma se perdería asi como sentía estaba perdiendo la razón.

Salio de la cama y bajo a la sala donde se sirvió otra copa de bebida.

Sentia que la cabeza le iba a estallar pero mas fuerte era el desear perder la conciencia para no sentir, pero ya de antemano sabia que era una batalla perdida.

Tocaron el timbre y fue a abrir y era Enma.

Tuvo que cerrar los ojos y volverlos a abrir para darse cuenta que no estaba soñando. Que hacia allí, que quería.

Enma había ido con toda intención de reclamarle sobre una visita que el le había hecho a Frederick y donde lo había puesto porhibido acercarse a ella

Al principio ella se había molestado, luego se había sentido feliz porque eso significaba que el la quería y ahora estaba aquí con la excusa de reclamarle, pero solo su necesidad de verlo la había traido a su casa pues se había prometido alejarse de los hombres Kemal por Meriam que jamás la aceptaría como parte de su familia.

- A que viniste Enma. – le pregunto sin poder ocultar la emoción que eso le producía pero sintiéndose culpable, pues arriba tenia dormida a una mujer con la que había tenido sexo, y aun mas culpable por saber que no debía sentirse asi por los lazos consaguineos que los unian.

En ese momento se percato que estaba toda mojada por la lluvia torrencial que estaba cayendo afuera y estaba temblando, asi que preocupado le manifesto

- ¡Por Dios! como se te ocurre salir con lluvia, estas toda empapada, podrías agarrar un resfriado.- le dijo metiéndola a la casa

- En ese caso, podrías prestarme tu baño- le pidió ella, dándole la perfecta excusa para poner también sus emociones en calma.

- Si es el de arriba, final del pasillo.

Enma subió y fue directo al baño donde vio una toalla colgada y se seco, luego tomo su blusa y la seco con el calentador.

Con la sorpresa de ver a Enma y la preocupación porque estaba mojada, se olvido por completo de la mujer que tenia arriba, pero lo bueno es que había tomado tanto, que dudaba despertaría. Sin embargod decidio subir a contastar que todo estuviera bien.